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La matriz pidió -y recibió- 17.030 millones y la cotizada 59.816 millones, según los últimos datos de la CECA de julio pasado, donde todas las entidades captaron liquidez incluyendo las más modestas Ontinyent y Colonyà

VALENCIA (VP). El Grupo BFA se convirtió el pasado viernes en protagonista por partida doble aunque un 'pequeño' detalle pasó desapercibido. Algo lógico, por otro lado, porque la atención se desplazó al esperadísimo informe de la consultora Oliver Wyman sobre las necesidades de capital de la banca española, que tal y como era previsible el grupo presidido por José Ignacio Goirigolzarri se situó a la cabeza con unas necesidades de 24.743 millones de euros en el peor escenario y de 13.230 millones de euros en el escenario base.

Rápidamente desde las Torres Kio emitieron un comunicado achacando tal importe -superior al previsto por la propia entidad de 19.000 millones de euros- a la metodología empleada por dicha consultora. Por ejemplo, la entidad manifestaba que no se habían considerado generación alguna de créditos fiscales derivados de la cobertura de las pérdidas esperadas estimadas.

Media hora antes de que los 'números dos' del Banco de España y del Ministerio de Economía, Fernando Restoy y Fernando Jiménez Latorre,  revelaran ante los medios de comunicación el tan ansiado informe de Oliver Wyman, la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) remitía los últimos balances individuales de las entidades bancarias correspondientes al pasado mes de julio.

DE LIDERAZGO EN LIDERAZGO

Y el Grupo BFA-Bankia volvió a sobresalir por encima de todas en lo que a la petición de financiación ante el Banco Central Europeo (BCE) se refiere, puesto que cuatro de cada diez euros que las entidades bancarias españolas pidieron -y recibieron- del organismo que preside Mario Draghi llevaron el cuño del grupo con base operativa en Madrid, pero domiciliado en Valencia.

Concretamente la apelación del grupo totalizó el 41,75%, con 76.846 millones de euros de los 184.056 millones de euros que lograron los 17 grupos/entidades bancarias domésticas incluyendo a la propia CECA (1.731 millones), Banco CCM (1.708) y Unnim Banc (6.916), que recientemente fue completada su compra por el BBVA.

La petición del grupo presidido por José Ignacio Goirigolzarri se vertebró, según los datos de la patronal de cajas, en los 59.816 millones de euros de Bankia y los 17.030 millones del Banco Financiero y de Ahorros (BFA).

BFA-Bankia se ha venido explotando esta vía de financiación, pero no tanto como en julio, ante los vencimientos que ha tenido -y que tiene- que afrontar a la espera de recibir la 'megainyección' de liquidez de Bruselas.

TODOS A LA VENTANILLA DEL BCE

Así se explica que en los primeros meses del año generase colaterales o garantías con emisiones de cédulas hipotecarias y bonos principalmente para poder acudir a la ventanilla de la entidad que vela por la política monetaria de la eurozona.

En esta ocasión, al contrario de lo que venía siendo habitual, las dos cajas de ahorros más pequeñas que todavía permanecen 'solteras', Caixa Ontinyent y Caixa Pollença -Colonyà- no dudaron en aprovechar el dinero barato que ofrece el BCE y se hicieron con 140 y 16 millones de euros respectivamente. 

Tras BFA-Bankia se dejó ver La Caixa con 20.825 millones, Catalunya Banc (15.355), Banca Cívica -camino de integrarse en La Caixa- con 13.850 millones y NCG Banco (11.945), que fueron las cinco entidades con mayor apetito ante el BCE. A continuación figuraron el resto: Caja Ceiss (8.041), BMN (7.532), Unnim Banc (6.916), Unicaja (6.004), Kutxabank (4.832), Liberbank (3.014), Ibercaja (2,711), Grupo Caja3 (2.584) y las comentadas anteriormente CECA, Banco CCM, Caixa Ontinyent y Caixa Pollensa. 

A la hora de valorar estos datos conviene tener en cuenta que son de balance de final de mes -en este caso de julio pasado-, por lo que se desconoce el volumen medio pedido, únicamente que el último día del mes el BCE le tenia prestada esa cantidad. 

LAS FACILIDADES DEL BCE

Con los mercados mayoristas prácticamente cerrados -los pocos resquicios que deja abierto son aprovechados por la gran banca como el Santander y el BBVA-, los vencimientos asomando en el horizonte y el rescate bancario sin llegar a buen puerto, las cajas y los 'bancos de las cajas' siguen echando mano del organismo europeo para captar liquidez.

Y todavía más después de que a primeros de septiembre el Consejo de Gobierno del BCE suspendiera "la aplicación de los umbrales mínimos de calificación de crédito exigidos como colateral para las operaciones de crédito del Eurosistema en el caso de instrumentos de deuda emitidos o garantizados por el Gobierno central" de los países rescatados, tal y como comentase públicamente Mario Draghi.