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VALENCIA. Mientras hay vida hay esperanza. Y Ciudad de la Luz ha conseguido una semana más de vida. La Comisión Europea ha aceptado estudiar una propuesta alternativa a la subasta siempre y cuando se cumplan las condiciones a las que se le obligó  al Consell cuando se le condenó a recuperar las ayudas con las que se había construido el complejo.

El encuentro entre una delegación del Consell y técnicos de la Comisaría de Competencia, que se celebró este jueves en Bruselas, ha servido a la Generalitat para coger aire y poder trasladar una solución que permita salvar el complejo de una subasta que estaba abocada a una mala venta.

Las alternativas que estaban sobre la mesa daban por seguro que el complejo se vendería por una cifra en torno a los 30 millones de euros, cuando la construcción de todo el complejo ascendió a 265 millones.

La propuesta del Consell debe trasladarse a Brusela en una semana. Ése es el tiempo límite. Son pues siete días de margen que suponen, según explicaron fuentes del Consell, de "una rendija en la situación; no una puerta abierta, una rendija". E insistieron en eso, en que sólo eran una pequeña opción. Una alternativa nimia pero quizá suficiente para revertir el destino del complejo ubicado en Aguamarga.

Desde la Generalitat se transmitió que van a trabajar "de manera intensa" para lograr encontrar una solución que respete las dos condiciones que se han planteado desde Bruselas. La primera de ellas, recuperar las ayudas públicas europeas, 265 millones de euros, obligará a un encaje de bolillos a Hacienda.

La segunda, "recordar por qué nos denunciaron", es decir, recordar que la creación del complejo tal y como se planteó era competencia desleal, era inviable económicamente, y era improcedente que un Gobierno destinase dinero a construir unos estudios de cine cuando el sector privado ya estaba prestando ese servicio por su cuenta.

"Vamos a trabajar muy duro. No queremos crear falsas expectativas, porque es muy difícil, pero vamos a intentar colarnos por esta rendija. Tenemos unas opciones pero hay que tener claro que el hecho de que acepten estudiar no significa que acepten las propuestas. Pueden decirnos que no", explicaban fuentes del Consell. "Prometimos que íbamos a intentarlo y lo hemos hecho", añadían.

PERSPECTIVAS DE FUTURO

Pese a la cautela oficial, la concesión de esta semana de gracia ha supuesto un giro decisivo en el anunciado final de Ciudad de la Luz. Cuando ya todo invitaba al desánimo, y en el propio Consell daban por hecho como inevitable su mal venta, esta posibilidad permitirá dar aliento a quienes aspiran a que los estudios sigan empleándose para usos cinematográficos.

Tras el fiasco de la primera subasta, en la que el complejo salía a la venta por 94 millones de euros y que quedó desierta, las previsiones del Consell es que se vendería finalmente por una cifra inferior a los 30 millones de euros y por encima de los 20 que se han establecido como mínimo, diez veces menos de lo que costó.

Cerrada desde 2013, Ciudad de la Luz se ha convertido en el epítome de los grandes proyectos culturales fallidos de los gobiernos del PP. Sin dirección profesional cualificada, el complejo funcionó de manera errática, sin explotar todas las posibilidades de unos estudios que fueron calificados por Ridley Scott como "los mejores del mundo".