VALENCIA. "La gente me decía: ‘¿Vas a quitar los azulejos?' Y yo pensaba: ‘Si los quito, ¿donde está la gracia?'." Cristina Chumillas habla con MacDiego en el interior de Pepita Lumier. Le está enseñando el último recuerdo de lo que fue antes ese bajo, una oficina de coches de alquiler: los azulejos blancos separados por una línea amarilla.
Al fondo del local, una silla estilo Barcelona, como la creada por Mies van der Rohe, una silla estilo Luis XVI y varios taburetes. Es la zona de lectura. En las paredes, dos obras de Rogelio; una de ellas un retrato pintado sobre el interior de la tapa de un baúl llama la atención de MacDiego. A la derecha, unas estanterías con los ejemplares de cómic que tienen a la venta en Pepita Lumier; obras de calidad.
Lucía Vilar, la otra mitad de Pepita Lumier, acaba de pasar por el bajo ubicado en la calle Segorbe nº7, en pleno centro de Valencia, a sólo unos metros de la Plaza de Toros. Ha traído unas mesas de plástico y se ha llevado el coche a aparcar. Volverá en unos minutos.
La visita de MacDiego tiene un doble sentido. Por un lado, él fue el creador de La Guillotina, junto a Julio Sánchez Telio, la primera galería dedicada al cómic en Valencia. Es el pionero que visita a los noveles. Es el que abrió el camino que acude a contemplar el trabajo de los que le toman el relevo, de los que recogen la llama.
Por el otro, MacDiego es uno de los máximos conocedores de la obra de Paco Roca, porque es su amigo, su confidente, su compinche... Sólo Paco Roca conoce mejor a Paco Roca, y hay quien incluso duda de esto. MacDiego ha visto crecer a su amigo hasta convertirse en lo que es ahora, el referente, el dibujante por excelencia... Suya fue la historia que supuso la chispa de Arrugas, el cómic con el que Paco Roca toca la gloria. Paco Roca le consulta. La confianza entre ellos dos es absoluta. Su sincronía se pudo ver en la excelente exposición que MacDiego comisarió para el MuVIM.
MacDiego recorre el pasillo de entrada donde se expone la obra de Roca que estará a la venta a partir de este viernes, a las ocho de la tarde, cuando abra sus puertas oficialmente Pepita Lumier; de ahí el nombre de la muestra: Paco Roca. En venta.
¿Y qué opina MacDiego de la exposición? Le sorprende. "Hay cosas que no había visto", le confiesa a Chumillas. Otras las conocía de casualidad, como la ilustración que realizó Roca de unos carlistas tomando al asalto un castillo. "Es que es tan prolífico el cabrón", ríe MacDiego, con una sonrisa que evidencia su admiración infinita.
La exposición incluye originales de Los surcos del azar y Memorias de un hombre en pijama junto a otros inéditos que harán las delicias de los coleccionistas. Estará abierta hasta el 10 de octubre y servirá también para dar a conocer un local en el que los visitantes podrán encontrar desde bolsos de tela ilustrados por Paula Bonet, a carteles, libros, originales de artistas como Littleisdrawing... El cómic y la ilustración ya tienen su espacio propio en Valencia.
Generalmente, en las crónicas de exposiciones o salas me cuesta encontrar alguna referencia callejera, es decir, la ubicación de la cosa. Me pregunto si es una incapacidad mía o del periodista conocidísimo en la sala.
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