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VALENCIA (EFE/VP). El cineasta sueco Ruben Östlund, que recibe hoy el Premio Luna de Valencia Especial durante la gala de clausura del Festival Internacional de Cine de Valencia-Cinema Jove, confiesa que Europa "se ha vuelto muy liberal" porque en este continente "solo" se confía en el individuo y la propia familia.

El laureado director de cine, en Valencia desde el martes, explica en una entrevista con EFE que la sociedad europea "ha perdido la confianza en el Estado" y está muy cerca "del ideario social de Norteamérica", por lo que contrapone la sensación actual "de ver a los otros adultos como una amenaza potencial" con los años de infancia de su padre.

"Cuando mi padre tenía 5 años, mis abuelos le pusieron una etiqueta con la dirección de su casa en el cuello y lo mandaron a jugar a la calle", relata Östlund, según el cual en esos tiempos se creía que se "podía cuidar y ayudar" a los hijos de los demás.

Todas estas inquietudes sociales se funden en su última película, The Square, que prepara para 2017 y en la que parte de un cuadrado blanco "simbólico y pintado en el suelo" en el que "puedes permanecer si necesitas que se te ayude".

"La gente que pasa por delante debe abordar a esta persona para preguntarle de qué forma podría ayudarle", desvela Östlund, quien asegura que con ello pretende hacer reflexionar al espectador sobre situaciones que ocurren en la calle y ante las que no se sabe "quién debe hacerse responsable".

El autor sueco, que se define como un "ser humano" que se dedica a hacer cine y como un hombre "con pensamiento crítico de izquierdas y padre de dos niñas", valora también su paso por Cinema Jove en 2009 con "Involuntary", ya que su buena acogida en Valencia fue "muy importante" para él: "Siempre necesitas recabar todo el prestigio posible para hacer tu siguiente trabajo".

Östlund bromea al explicar que la diferencia entre participar en la sección oficial como hizo en 2009 y ser Premio Especial es que ahora tiene "una gran habitación de hotel" y ha podido venir con sus hijas, y agradece que en Cinema Jove "se pueda presentar un primer o segundo largometraje" porque "anima" a hacer más cine y ofrece la oportunidad de contactar con el público.

En la proyección de su última película estrenada el martes, Fuerza Mayor (2014), el director sueco admite que sintió "una gran satisfacción" al ver "toda la sala llena", y señala que el éxito cosechado por este largometraje, nominado a los Globos de Oro, finalista de los Oscar y Premio del Jurado en la sección 'Un Certain Regard' de Cannes, le ha permitido "que la comunicación con los espectadores sea más sencilla".

Las películas de Östlund, que suelen situar a los personajes "ante el conflicto moral de admitir un comportamiento vergonzoso", muestran "el miedo" a que reconocer estas acciones "nos excluya del grupo", porque en el cine del realizador sueco "siempre hay un momento en el que el personaje podría optar por decir la verdad".

"Se trata de reflexionar sobre los problemas emocionales y el miedo a pasar vergüenza, algo que nos distingue del resto de las especies animales", reflexiona para matizar que siente "más compasión por quienes esconden su culpa que por quienes insisten en recordarles lo que han hecho".

En la base de su cine, Östlund coloca también una crítica a los estereotipos sociales inculcados por la fábrica de Hollywood, como es el caso del "hombre reproducido como un héroe", y señala que el cine comercial de la industria americana "es mucho más serio que solo entretenimiento, porque es una forma de inculcar ideología".

"Si no tuviéramos una cultura que dijera que los hombres tienen que se héroes sería imposible enviar a los jóvenes a la guerra", sentencia el realizador sueco, quien recalca que para él, lo más entretenido que hay es ser capaz "de mirar a la vida con una nueva perspectiva" o "un nuevo pensamiento".