VALENCIA. Este martes finaliza el proyecto de crowdfunding gracias al cual Nación Rotonda ha convertido en libro su causa: recuperar visualmente el expolio del "campo español" durante los últimos 15 años a base de rotondas. El horror circular de la burbuja inmobiliaria encontró su espacio natural en el formato blog, exportando la catarsis de la obra pública con un slider que cruzaba desde el antes al ahora, y el efecto visual ha generado en poco más de un año tal excitación que The Guardian o New York Daily News se han rendido, entre otros, al efecto cenital de la crisis de valores territoriales.
700 posts más tarde, por la gracia de Google Earth y Street View, la web se ha convertido en un torrente de visitas y gracias a ello apenas les ha hecho falta más promoción que la propia para conseguir lo que buscaban: convertir en libro de urbanismo, fotografía y arquitectura esta iniciativa nacida del tiempo libre de cuatro amigos ingenieros y arquitectos. Pedían 7.805 euros para publicar 1.000 ejemplares, pero la cifra se alcanzó casi en cuestión de horas y han acabado por recaudar más de 27.000 euros gracias a los que la edición, además de estar asegurada, incluirá una portada de impresión lenticular.
Cualquiera que siga su actividad, especialmente nutritiva en las redes sociales -gracias a las que han conseguido captar nuevos estropicios con las fotografías personales de sus seguidores-, sabe que la Comunitat Valenciana es una de las regiones más fecundas para su actividad. Valencia, Alicante y Castellón se encuentran entre sus etiquetas más abarrotadas, pero han sido los ingenieros de caminos Miguel Álvarez, Esteban García y Rafael Trapiello, la arquitecto melina Grinberg y el ilustrador Guillermo Trapiello, los creadores de Nación Rotonda, los que han seleccionado para ValenciaPlaza.com diez rotondas para entender mejor el impacto de esta singular obra pública durante la última década y médica en la región.
1. Torre de Miramar, Valencia. "La más cara"
Nación Rotonda inicia su selección con la rotonda más cara de España. Esta obra que da la bienvenida a los vecinos del área metropolitana y regiones del Norte pretendía ser un mirador de la ciudad (¡con capacidad para 160 personas!), aunque lo cierto es que está ‘visión' solo estuvo abierta al público durante tres meses. Inaugurada en 2009, la obra pública siguió la costumbre de la época de contar con un sobrecoste cercano a su presupuesto: de los 14 millones de euros previstos a los 24 de coste final. 45 metros de hormigón, cristal, escaleras y un ascensor de gran capacidad que requerían de un vigilante constante y un costoso mantenimiento. Costes que, por otro lado, supusieron una lucha entre el Gobierno del expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero y el Ayuntamiento de Valencia, pero que desapareció de la agenda con el cambio en el ejecutivo estatal.
2. Las rotondas de Leroy Merlin, Gandia (Valencia)
Para los autores de este blog, esta es "la madre de todas las rotondas". Ya sea por su aspecto fetal o por ejercer de perfecta circunferencia como mensaje para satélites espaciales, los autores de Nación Rotonda prefieren resolver su elección con un "sin comentarios".
3. La paz de San Fulgencio (Alicante)
El pueblo de San Fulgencio tenía 1.500 habitantes en 1991 y 12.000 en 2009. Este municipio próximo a la gran ciudad de Elche es también una localidad a poco más de 20 kilómetros del aeropuerto del Altet, tranquila hasta que, a fuerza de PAI, alguien quiso generar un gran complejo residencial para extranjeros en torno al símbolo hippie de la paz. De esta forma, 8.000 foráneos han pasado a ser ahora vecinos de San Fulgencio, pero además a enviar un mensaje al mundo. Eso sí, a base de ladrillo.
4. Lucha anticamping en Vila-Joiosa (Alicante)
¿Se imaginan un camping a escasos pasos del mar en una ciudad tan privilegiada por la naturaleza como la Vila-Joiosa?
Pues sigan imaginando, porque donde hubo un camping (imagen superior) ahora solo hay rotondas (imagen inferior). Y no pocas. Cuentan desde Nación Rotando que "se obligó a los propietarios del camping a urbanizar, bajo la figura del 'agente urbanizador' que se recoge en la Leydel Suelo de la Comunitat Valenciana, y la constructora quebró". Ellos mismos reconocen que existen la intención de levantar allí de nuevo un camping, "donde había un negocio próspero y hoy hay... rotondas".
5. Glorieta ‘La Razón', en una de las salidas de la AP-7 en Benidorm.
En Nación Rotonda The Book no hay solo espacio para los megaproyectos, sino que también caben las ideas pseudoartísticas o conceptuales. Difíciles de encajar en cualquier museo de arte contemporáneo, las rotondas son un espacio idóneo para dar cobijo a algunas de las expresiones más radicales con carácter circular. Los autores del libro puntualizan: "si quisiéramos ser sarcásticos no le pondríamos mejor nombre".
6. Las rotondas tangentes de Finestrat, Alicante
En este caso los responsables de Nación Rotonda destacan como "un mal diseño urbano lleva en ocasiones a casos tan absurdos como este". El ejemplo, en un sentido ‘rotondo' de la experiencia visual, es casi conceptual.
7. El maná 'rotondo', Guardamar del Segura (Alicante)
Si en la Comunitat Valenciana no podía faltar la rotonda más cara de España, tampoco podía ser menos la cantidad de espacio acumulado con el mayor número de rotondas posibles. En concreto, 36 circunferencias para el tráfico rodado "colocadas al contrario de lo que marca el sentido común; esto es, en la circunvalación del desarollo", apuntan desde Nación Rotonda. Además de algunos juegos de estilo que parecen haber sido las prácticas de dibujo técnico de alguna divinidad celestial, lo cierto es que este chorreón de rotondas incluye un ejemplar prácticamente único en su especie: la rotonda cuadrada.
8. Las rotondas de ‘las Damas de Elche', Elche. "La improvisación"
La ciudad de Elche recibió en 2006 la visita del busto más relevante de la arqueología en la Historia de España. La anhelada visita se ‘celebró' con la construcción de siete obras de arte en una base de fibra de vidrio de 75 kilos, obra del escultor José Manuel Tomas. Siete artistas locales reinterpretaron las obras que, una vez superada la prestigiosa visita, fueron a parar junto a unos depósitos de agua. Las obras se deteterioraron inevitablemente y tuvieron que ser restauradas en el año 2009 para exponerse finalmente en el yacimiento arqueológico de La Alcudia.
9. La rotonda por encima de las personas, Torrent (Valencia)
En Nación Rotonda también hay espacio para la reflexión urbanística. El caso de Torrent es, según los creadores del blog -y ahora libro-, "uno de esos desarrollos que están pensados casi en exclusiva para el coche. Da la sensación de que el diseño urbano está ideado por un ordenador en vez de por personas. El desarrollo es un postizo que no tiene nada en común con la ciudad existente hasta ese momento". Y, además, el carácter urbanista megalómano de la propuesta.
10. Un Ripollés gigantesco para decorar una rotonda de tráfico ocasional, Aeropuerto de Castellón
Cierra este decálogo de pedantados una de las rotondas más populares de España, la que da acceso al Aeropuerto de Castellón. El artista octogenario Juan Ripollés no es precisamente uno de los más asequibles del panorama escultórico español, de ahí que la factura de 300.000 euros por su gran obra para una rotonda -que negó hubiera estado inspirada en su mecenas público, el expresidente de la Diputación de Castellón y ahora encarcelado Carlos Fabra- le llegase a costar dinero de su bolsillo, según sus cálculos. Afortunadamente, el aeródromo cuenta actualmente con algunas líneas regulares y la gran figura de 'Ripo' cuenta con algunos admiradores ocasionales.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.