Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Heródoto, el clásico que nos enseñó a entender al otro
• Nolan, interesado en un remake ‘humano' de Akira
• Las óperas de Palermo y Montecarlo se suman al festival del Mediterráneo

VALENCIA. Tiene cierta carga de ironía y comicidad barata que los primeros en ponerlo por escrito y, por tanto, en oficializar el chovinismo fueran precisamente unos hermanos apellidados Cogniard. Realmente parece de broma que, después de ser condecorado (con, cuidado, el Sable del Honor) por el mismísimo Napoleón, Nicolas Chauvin haya pasado a la posteridad por la clásica e indiscutible reducción argumental de lo mío mola más. No es necesario resucitar el esqueleto del militar vía ouija para que pelee por defender que lo nuestro mola más: sale sin querer.

Sin embargo, un mínimo de perspectiva ayuda a plantar bien los pies sobre la tierra. Y no es que la pírrica representación valenciana en los festivales certifique el empujón hacia la objetividad del análisis propio; no está el negocio de los festivales en España como para exigir ejercicios ajenos de autocrítica. Tanto es así que un paseo por los carteles más respaldados por el público y calcados por los organizadores debería servir para, de hecho, empezar a pensar que algo sí se ha hecho bien.

Entre los line-up de los tres principales festivales del país (Primavera Sound, BBK Live, FIB), el recuento arroja una verdad rotunda: sólo hay una confirmación de la Comunitat y, para más inri, es chilena; Soledad Vélez, que entró recientemente en los planes del Primavera, es el único nombre que representa de algún modo a la escena valenciana de la que forma parte de pleno derecho. Si bien es cierto que los carteles del BBK y el FIB están encarrilados pero no cerrados y que, de este último, hace semanas que circula una alineación con Tórtel, los antecedentes no son demasiado esperanzadores.

TÓRTEL Y COLECCIONISTAS: INAUGURACIÓN PRIMAVERAL

"Por ahora solo hay confirmadas dos fechas, Sonorama y MBC", cuenta Jorge Pérez, Tórtel, que añade que es posible que cierre alguna otra fecha "pero con los festivales nunca se sabe". Por alguna extraña motivación que escapa a la razón, el pop alegre y festivo de Tórtel nunca ha tenido demasiado eco en los festivales; "sin embargo, durante el resto del año afortunadamente sí podemos girar cada vez con mejores condiciones y en más salas", señala el cantante, "de manera que, como he hecho otros veranos, principalmente aprovecharé para grabar ideas y trabajar en canciones nuevas".

El músico valenciano, además, inaugurará de facto la temporada de festivales por partida doble en la cita de Puerto de Sagunto. Como Tórtel actuará el domingo 5, mientras que, como parte del trío Coleccionistas (junto a Remi Carreres y Víctor Ramírez), lo hará en la jornada inaugural del viernes 3 sin haber editado aún su primera referencia. "Espero que todo salga bien y sea un buen comienzo (seguro que sí) y que la gente pueda disfrutar de unas canciones que todavía no ha podido oír; ojalá les enganchen a primera escucha y Coleccionistas sea para ellos un buen descubrimiento", afirma el cantante, que cruza los dedos para que "la gente se lo pase bien".

SENIOR Y LOS FESTIVALES DIFERENTES

Algo similar sucede con Senior i El Cor Brutal, con otras dos confirmaciones (MBC Fest y Vida Festival); aunque, en su caso, también estará en formato no copulativo (en solitario) en el Petit Burg de Pirineos y en el Festival Grec de Barcelona. "Y alguno más que llegará, esperemos", añade la voz de Senior, Micalet Landete, que concluye ontológicamente a la cuestión de la injustificada ausencia del grupo en muchos festivales teniendo uno de los mejores discos de 2014: "nosotros vamos a donde nos llaman". "Si no tocamos más es porque todavía no nos lo han propuesto, y la razón supongo que está implícita: sólo nos llaman de festivales diferentes. ¡Y eso es bueno!".

Su aparición en el primaveral MBC hace, en parte, justicia con un grupo valenciano que, tal y como está planteado el negocio de los festivales, tiene muy complicado ser profeta en su tierra. "Tenemos muchas ganas de tocar porque es el primer festival "indie" (en negrita y cursiva porque es sólo una etiqueta) del País Valencià para el que nos llaman", señala, matizando los que, como el Feslloch o el Festivern, están focalizados en la música en valenciano. "Esperamos hacer un buen concierto y tener tiempo para ver otras bandas que no cantan en valenciano y nos encantan, como Grupo de Expertos SolyNieve, Za! o Joana Serrat".

FESTIVALES CONSOLIDADOS: NO EN MI CARTEL

Con más de una quincena de artistas valencianos de diferente pelaje y estilo (de Edu Imbernon a Betunizer), el MBC Fest de Puerto de Sagunto se lleva la palma en aportación local al cartel, aunque lo cierto es que seguiría a la cabeza con la mitad de ellos. Entre las bandas valencianas confirmadas hasta la fecha por el resto de festivales de la Comunitat, y sin contar las repeticiones de La Habitación Roja y Faceradio Dj, apenas llegan a esa cifra; la escasa aportación de SanSan (con siete), Les Arts (con cinco, y todos en el PRO, ninguno en su cartel principal), Arenal Sound, Low y FIB completan la pobre representación valenciana en festivales de la primera división.

Y si a los festivales de la Comunitat ya les cuesta echar mano del amplio catálogo de bandas valencianas más allá del ABC, que en este caso es LHR, no es ninguna locura entender que el resto de carteles del país tampoco asumirán ese riesgo. Al club del cero-cero se suman el SOS de Murcia o el Azkena Rock de Vitoria, a la espera de que los alicantinos Rosy Finch entren o no por concurso de bandas; por su parte, el Contempopránea tira de LHR, al igual que el Sonorama, que también añade a Miguel Campello. Sólo el Viña Rock aporta un poco de sentiment a su cartel con Gigatrón, Los Chikos del Maíz o La Gossa Sorda, entre otros.

OBJETIVO: IR MÁS ALLÁ DE LOS ESTÁNDARES

"Al nivel de presencia en festivales que ha alcanzado La Habitación Roja es prácticamente imposible que llegue ningún grupo valenciano", señala Landete al preguntarle si hay vida valenciana en los festivales más allá del indiscutible estándar indie: "para conseguirlo tendríamos que juntarnos el resto de bandas en una sola megabanda y sumar las apariciones de cada una". Aún así, el cantante señala que podría decirse que hay abierto un "proceso de expansión" con la actividad de grupos como Modelo de Respuesta Polar o, de hecho, Tórtel.

Por su parte, Jorge Pérez dice no "controlar mucho los carteles de los festivales", pero se acuerda de Polock, Betunizer, Maronda, Modelo de Respuesta Polar y, sin estar preparado, Senior i El Cor Brutal. "Seguro que habrá vida más allá de La Habitación Roja y, sobre todo, hay vida más allá de los festivales", sentencia Tórtel, que contrasta con la confesión de Senior: "la sensación generalizada es que esperamos tocar en algún festival para recuperar parte de lo que hemos perdido de gira por salas".

FINAL EN 3 FASES: SATURACIÓN, DESAPARICIÓN Y EXPANSIÓN

Resulta cuanto menos paradójico que, encantados de tocar en festivales, tanto Pérez como Landete no acaben de verse como espectadores del festival actual. A Tórtel, que aún recuerda con dolor cuando se perdió a Blur y Pavement en el FIB, "le aturullan un poco" a pesar de que luego son "divertidos"; Senior asegura que, si bien hay algunos como el Vida Festival o el PopArb a los que sí le gusta ir, es "cada vez menos" de festivales "demasiado caros y enormes" para él. En este sentido, Landete llega a una conclusión fundamentada en el disfrute arriba y abajo del escenario: "como músico me gustan mucho, te tratan muy bien y te ve mucha gente... Creo que en los festivales, la media de edad de los músicos es bastante más alta que la del público".

El componente de ocio juvenil es sin duda uno de los factores que más ha marcado el devenir de un mercado de festivales que aparentemente no da opción a apuestas arriesgadas o reversiones del Support Your Local Gunfighter de James Garner. "No creo que haya muchos festivales con intereses puramente artísticos", opina Tórtel, "en algunos es posible que se busque un equilibrio entre lo económico y artístico, y en otros, evidentemente, se trata de proponer una opción lúdica veraniega, como podría ser cualquier otra, y hacer caja". El también miembro de Coleccionistas ve "normal que se trate de jugar a caballo ganador contratando a los grupos que aseguran ventas de tickets", lo que termina en "carteles clónicos y marcados por la falta de imaginación" en la parte más estrecha del embudo.

Landete tiene claro que el negocio de los festivales españoles se encuentra "en un punto de inminente saturación". Al mismo tiempo que destaca el intento de "marcar un hecho diferencial" de propuestas como la del MBC, reconoce que no cree que "todos esos festivales que han aparecido los últimos años, con los mismos carteles, las mismas bandas y las mismas aspiraciones tarden demasiado en desaparecer". Quizá el secreto esté en dejar que el modelo se agote y esperar entonces que bandas valencianas empiecen, como el álter ego de Senior dice, un proceso de expansión y de revolución valenciana.