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VALENCIA. Fue en diciembre de 2004. El entonces director general de RTVV, Pedro García, anunciaba que la cadena pública iba a realizar series ambientadas en pueblos valencianos. Formaba parte, decía, de una nueva estrategia para acercar la televisión a los espectadores que les estaban dando la espalda. Acababa de dar el pistoletazo de salida a L'Alqueria Blanca, una producción que al principio fue sólo eso: una idea suelta y abstracta, una declaración que parecía no conducir a nada. Poco menos que "dos folios", en la gráfica descripción del productor Ximo Pérez.

Aún pasaría un año y unos meses hasta que el guionista valenciano Martín Román entregase a la productora Trivisión la primera Biblia. "Tengo una relación de amor odio con L'Alqueria Blanca", bromea Román desde México, donde se encuentra desde hace más de dos años y medio trabajando como director y actor. Y es que pese a estar detrás de la creación de la serie, de ser, técnicamente, su padre, su vínculo con la producción se redujo al formato y su colaboración a dialogar un capítulo.

Según recuerda, el planteamiento inicial era realizar una adaptación de la serie gallega Libro de familia, que había sido producida por la empresa de Zaza Ceballos, Zénit TV. Las primeras pruebas de Trivisión no acababan de funcionar. Fue entonces cuando acudieron a él, que acababa de trabajar con Sigfrid Monleón en La bicicleta y había sido premiado por la tv-movie Síndrome laboral. Le encargaron que desarrollara la premisa y los personajes principales de esta producción que iba a tener como marco principal y definitorio su ambientación en "un pueblo valenciano de los años 60".

Román se puso manos a la obra. La premisa sería básica: un amor prohibido entre un joven de clase humilde, Jaume (Miguel Barberá), y una señorita de buena familia, Assun (Nani Jiménez). Ambos pertenecerían a familias enfrentadas en ese pequeño pueblo valenciano. Suyas fueron ideas como por ejemplo el nombre de los Pedreguer que tomó de "un paraje de Monóvar, La Pedrera", relata; el de Assun para la protagonista (su novia en aquel momento se llamaba así), o el hecho de que Jaume jugara a la pilota, deporte que Román había conocido porque había trabajado en Naranja Producciones, empresa encargada del programa de pilota de RTVV. El título, sin embargo, no fue cosa suya. "Creo que desde la productora querían transmitir el espíritu blanco de las tramas. Lo de Alqueria si no me equivoco lo propuse yo, pero con otro adjetivo después".

Una vez creada, L'Alqueria Blanca cayó en manos de Manuel Valls, a quien se encargó desarrollarla. Después llegaron los guiones, las tramas y subtramas que apasionaron a centenares de miles de valencianos, en los que participaron algunos de los principales nombres de la industria audiovisual regional entre los que se encontraban David Casany, Paco López Barrio, Tirso Calero, Pilar Paredes, Luis Eduardo Pérez (presente en la serie desde la segunda temporada hasta la décima en funciones como director, argumentista, guionista y coordinador de guiones) y, especialmente, Paco López Diago, "verdadero padre de la serie tal y como la conocemos", según coinciden en señalar diferentes miembro del equipo.

Pese a que hoy es recordada como un éxito, los principios de L'Alqueria Blanca no fueron ni fáciles ni exitosos. La primera temporada comenzó a emitirse en 2007, casi tres años después de que se decidiera ponerla en marcha. Costó levantarla y costó llegar al público. "Nos movíamos entre el 10 y el 12% de audiencia", recuerda Ximo Pérez. "Fue a partir del capítulo 17 que la gente se empezó a enganchar", dice. A partir de la tercera temporada la producción se había situado en torno al 20% de cuota de pantalla. Durante tres temporadas seguidas, la que fue de la sexta a la novena, no bajó nunca del 22%. Cuando se cerró RTVV, se movía por encima del 16% de audiencia y más de 350.000 espectadores.

Canal 9 fundió a negro hace ahora un año por decisión del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Sin embargo, la serie sigue viva. Sorprendentemente. No necesita de televisión para vivir. En un caso sin precedentes en el audiovisual español, sólo similar a algunos fenómenos culturales anglosajones, L'Alqueria Blanca quiere seguir en contacto con sus seguidores y lo va a hacer a través de diferentes canales. La adaptación cinematográfica comenzará a rodarse en abril y, en apenas tres meses, llegará la obra de teatro, un spin-off en toda regla.

La primera en llegar a los espectadores será la obra de teatro. Según explica el productor Ximo Pérez, se estrenará el 15 de febrero en el teatro Principal de Castellón. Se titula On collons està Sento?. Lola Moltó (Dora), Carme Juan (Blanca), Berna Llobell (El tío Pep), Elisa Lledó (Empar) y, cómo no, Ferran Gadea (Tonet), conforman el reparto de esta producción que ha sido escrita por precisamente Paco López Diago. El argumento, muy sencillo, se sitúa entre la segunda y tercera temporada de la serie y toma como punto de partida la desaparición de Sento, a quien sus amigos intentarán encontrar.

On collons està Sento? está dirigido por Jaime Pujol y Diego Braguinsky, responsables de la exitosa comedia Despertarás ayer, y ha sido producido por la empresa propietaria del Olympia, Olympia Metropolitana, Falcó i Pedreguer y El punt de la i. Tras su estreno castellonense, dice Pérez, la obra llegará en marzo a Valencia, al teatro Principal.

Aproximadamente un mes después, en abril, comenzará el rodaje de la película inspirada en la serie y que se ambienta en los años anteriores a la primera temporada. El largometraje, que parte de un guión escrito por Luis Eduardo Pérez y en el que ha colaborado López Diago, se encuentra en estos momentos en proceso de reescritura, según explica Ximo Pérez, y su estreno se posterga, en principio, hasta 2016. Hasta entonces la obra de teatro mantendrá viva una llama que no se apaga. "Mientras sus seguidores quieran, L'Alqueria Blanca seguirá abierta", dice Pérez. Y por el momento, parece que así es.