VALENCIA. La metáfora visual frente a la descripción podría ser una de las síntesis del cartel polaco, que ya antes de ser geográficamente Polonia (cuando su territorio fue repartido entre Rusia, Prusia y Austria), Varsovia y Cracovia apuntaban fuerte como epicentros culturales y artísticos que durante el siglo XIX e inicios del XX atrajeron a numerosos artistas de toda Europa. Fue con ese movimiento con el que tecnologías como la litografía e influencias como la de Tolouse-Lautrec se asentaron en Polonia y rápidamente el cartel encontró su lugar haciéndose fuerte como medio de expresión. Sin ir más lejos sería un checo, Alfons Mucha, quien con sus carteles se convertiría en uno de los máximos exponentes del Art Nouveau.
Pie de foto: El Art Nouveau, corriente de finales del siglo XIX conocida como Jugendstil en Alemania, trajo nuevos aires al mundo del arte, rompiendo con lo existente.
AÑOS 20 Y 30: TURISMO Y PUBLICIDAD
El período de entreguerras supuso el renacer del cartelismo a partir de la necesidad de promocionar los productos que entraban en el mercado de una nueva industrialización. En la ya independizada Polonia, el cartel encuentra el medio perfecto en la publicidad, y en estos años de oportunidades se desarrolla el género del cartel turístico y promocional, con Stefan Norblin como uno de los primeros embajadores del diseño gráfico enfocado al diseño de la imagen del turismo.
Durante estas dos décadas se fue definiendo el estilo propio del cartel polaco, influenciado por el francés, pero más minimalista y colorido que el modernismo de otros países, evolucionando con la llegada de las vanguardias y el cubismo, que hicieron en estos carteles que la geometría ganase protagonismo consiguiendo ser visualmente más directos. Este lenguaje gráfico conseguía más inmediatez en los mensajes, por eso los artistas polacos resultaron tan buenos resolviendo pósters publicitarios. Tadeusz Gronowski, desde la Universidad de Varsovia, es considerado el padre de este nuevo estilo que, tildado de cubista-expresionista, rompió todos los esquemas del diseño gráfico.
Estos carteles polacos de los años 20 y 30, previos a los carteles de propaganda y por tanto aún exentos de simbología política, son considerados una joya mundial del arte y el diseño, con numerosas exposiciones itinerantes en los más prestigiosos museos. De hecho, en los últimos años Valencia ha acogido varias muestras al respecto, en La Nau en 2004, en el Congreso de Tipografía en 2006 y MuVIM en 2007 y 2013.
Los artistas polacos encontraron su propio lenguaje combinando ilustración y tipografía, algo que hace que 85 años después aún conserven una frescura que la fotografía actual no siempre es capaz de dar.
1939-1945: PROPAGANDA
Y cuando más en forma estaba el cartel publicitario llegó la invasión de Polonia, la Segunda Guerra Mundial y un giro de 180º al cartel militar y propagandístico, cuya finalidad pasaba a ser reclutar y subir la moral tanto de las tropas como de la ciudadanía. También sirvió para que los cartelistas diesen un paso hacia la tridimensionalidad en sus ilustraciones, una evolución técnica que, tras la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945), volvería a poner al cartel polaco en el mapa por otros motivos.
Al acabar la guerra, con Varsovia destruida, nace la Escuela Polaca del Cartel (School of the Polish Poster), que pasó a ser dirigida por la Unión de Artistas Polacos y cuyos principales clientes vendrían desde la industria artística, controlada por el estado.
AÑOS 50, 60 y 70: CINE, CIRCO Y EDAD DE ORO
En los años dorados de Hollywood, los grandes estudios norteamericanos se encargaban de dominar cada detalle de la distribución de sus películas, pero al llegar a Polonia, con una industria cinematográfica controlada por el estado, los artistas polacos tenían que interpretar sus propias versiones de los carteles de cine dando así una identidad propia que pasó de ser una rareza a convertirse en todo un icono del régimen comunista.
Pronto se creó una industria satélite de la cinematográfica, y la Escuela Polaca del Cartel comenzaba su edad de oro, paradójicamente, teniendo que lidiar con la censura en un régimen que daba libertad artística. El lenguaje gráfico propio polaco dio un paso más hacia el surrealismo a partir de los carteles de cine, surrealismo mezclado con el background minimalista que ya tenían, y de este modo la propia censura, en lugar de un impedimento se convirtió en acicate, y por eso el ingenio es pieza clave, junto a la ilustración y a la tipografía, de la reinterpretación de Hollywood de la escuela polaca.
Eran carteles más coloristas frente a otras corrientes europeas o a los lúgubres carteles soviéticos, en un giro hacia lo artístico que se separaba del lenguaje comercial de décadas anteriores (la Escuela la dirigían artistas y no estudios), con más pintura y menos diseño gráfico y sin el lenguaje convencional del cine en el resto del mundo: En Polonia no había fotos de los actores, ni fotogramas de las películas, y la fotografía (en caso de usarse) quedaba relegada al collage. Estos carteles ni siquiera tenían siempre que ver con el título de la película, lo cual, sumado al alfabeto polaco, los convertía en indistinguibles para el público de fuera del país. Eran raros, y eso los hizo únicos.
Hace 50 años de aquellos carteles de películas, y podrían estar hoy día en cualquier blog recopilatorio de esos que anuncian carteles minimalistas de películas o series de televisión.
Los protagonistas artísticos de esa edad de oro fueron, entre otros, Roman Cieślewicz, Waldemar Świerzy, Jan Lenica o Liliana Baczewska, y entre todos ellos, un segundo padre del cartelismo polaco: Henryk Tomaszewski.
Pero no sólo de cine vivió el cartel polaco, y es que hubo otro lenguaje gráfico en el que Polonia se hizo impermeable de las corrientes del resto del planeta, y fue en cartel del circo, con gran importancia a mediados del siglo pasado y con el que crearon su propio imaginario con juegos compositivos y tipográficos, lejos de los tópicos circenses de luces y bombillas.
Economizaban cada trazo, consiguiendo una simpleza muy compleja de conseguir.
La Escuela Polaca del Cartel innovó también en la tipografía creando letterings magistrales, aprovechando el cartel cultural para dar rienda suelta a su ingenio, esquivando la censura con creatividad y dejando un legado cartelístico admirado hoy por diseñadores e ilustradores.
AÑOS 80: DECADENCIA
Toda la apertura polaca de finales de los años 80, y ya con la distribución del cine privatizada e inundada por los anuncios de las multinacionales, hicieron que el cartel polaco se apagase lentamente, con una reinterpretación de los carteles de películas ya forzada. Y aunque actualmente muchos diseñadores siguen haciendo ejercicios de estilo para continuar o recuperar aquella corriente, cuando mejor cartelismo se hizo fue en tiempos de crisis y bajo la censura, como narra el documental Freedom on the Fence (Marks & Holsten, 2009) que recupera, a través de entrevistas, aquellas décadas en las que Polonia fue un lugar de referencia mundial del cartelismo.
En cinemaposter.com puede consultarse la mayor base de datos gráfica de carteles de cine polacos, con más de 3.000 imágenes de más de 400 diseñadores del siglo pasado.
El cartel es parte de la cultura de un país. En Polonia sobrevivió a 2 guerras mundiales, a la destrucción de una capital y a un régimen comunista, y no es casualidad que el primer museo de carteles del mundo, The Poster Museum, fuese fundado en 1968 en Varsovia.
Recomiendo el museo de cartel en Varsovia, una pequeña joya.
Falto aludir al maestro Victor Gurka, esplendido cartelista.
Para quien preguntó... hay un libro que se llama "Cartel contemporáneo Polaco 1945-2006", de Barbara Paciorek, quizás te pueda interesar
Hola Me gustaria preguntar¿ Donde se puede comprar una recopilación de estas ilustraciones o libros ?
Cualquier pequeño aficionado o coleccionista de carteles descubre rapidamente similitudes en los carteles turisticos de los años 20-30,la influencia es fundamentalmente Alemana (expresionismo,nuevo realismo,deco furioso,bauhaus)Ludwig Hohlwein entre otros y fundamental la incorporacion de la fotografia al lenguaje del cartel,Renau bebe en esas fuentes,en esos años es avido lector de revistas de diseño aleman.El cartel polaco de esos años es tambien de influencia alemana,pero despues de la 2ª G.Mundial sufre una transformacion sobretodo en el de cine hacia un surrealismo renovado. Los carteles turisticos españoles excelentes son los publicados por el P,N,T
Fernando, en primer lugar muchas gracias por tus palabras. Sin ser historiador en la materia mi humilde opinión es que la "conciencia colectiva" ya existía entonces, si bien no con los mismos inputs que tenemos ahora los diseñadores pero sí partiendo de las vanguardias y de los viajes que podían permitirse por Francia y por núcleos culturales de Europa. De hecho, el paralelismo de los carteles polacos de los 20 y 30 con la obra de Renau y de otros cartelistas valencianos va hasta el punto de una primera aproximación a orígenes de las mismas tipografías con tintes decó, como las de los refugios de la ciudad de Valencia. ¿Quién inspiró a quién? Las vanguardias, supongo, pero no puedo evitar ponerme a buscar más información ya mismo. Dicho esto, me pongo a buscar tu publicación sobre Renau.
Una pregunta para el autor, cuyo pequeño ensayo me parece modélico. Al ver algunas de las fotografías de los carteles turísticos polacos de los años 20 del siglo pasado, me ha venido con fuerza a la mente los carteles del mismo tipo de nuestro Josep Renau, cuya biografía escribí y publiqué hace unos años. La pregunta es, ¿Encuentra Xavi Calvo los mismos paralelismos que yo, o son una fantasía mía? Dicho de otra manera ¿Quién inspiró a quién?
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