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VALENCIA. El jefe personal de Seguridad del presidente Alberto Fabra ha interrogado a personas del entorno del vicepresidente José Císcar durante una nueva investigación abierta para encontrar al topo. Todas estas actuaciones se están realizando al margen de la ley, ya que no existe procedimiento judicial que ampare dichos interrogatorios.

No es la primera vez que Presidencia ordena pesquisas para encontrar al topo, pero en la anterior ocasión se abrió un expediente informativo, con una instructora, y los interrogatorios se grababan. Aún así, las investigaciones fueron duramente criticadas y en aquella ocasión la Junta de Personal de los Servicios Centrales de la Generalitat Valenciana exigió la paralización de los "interrogatorios de estilo policial".

En esta nueva investigación a los interrogados no se les habría dado ningún tipo de garantía legal. Los interrogatorios se habrían realizado sin grabación ni cobertura jurídica. E igualmente se sospecha que han existido seguimientos y grabaciones de conversaciones telefónicas.

Según una información adelantada por el diario Levante este sábado, pese a que la Fiscalía de Valencia ordenó archivar la investigación hace medio año, el encargado personal de la seguridad del presidente ha decidido continuar por su cuenta con las averiguaciones por orden de Presidencia.

Una información publicada este martes en Las Provincias especifica que, dentro de estas investigaciones, el jefe de seguridad de Fabra habría interrogado durante tres horas al responsable de prensa de Císcar, persona de confianza del vicepresidente.

Las llamadas filtraciones del topo son un conjunto de informaciones sobre facturas pagadas por la Administración que afectan directamente a la persona de confianza del presidente, la secretaria autonómica de Coordinación y Relaciones Institucionales, Esther Pastor. Estas incluyen gastos en habitaciones de hotel así como compras de alimentos autorizadas por Pastor en su etapa de directora general.

Estas informaciones han supuesto un desgaste para la imagen de Pastor y Fabra y han dado pie a una querella contra Pastor por malversación de fondos, estafa y falsedad documental, que ha presentado el sindicato Manos Limpias, por supuestamente haber pagado con fondos públicos compras y noches de hotel de uso privado.

Desde el entorno del Presidente se culpó en su día al vicepresidente y su equipo como responsables de las filtraciones. Pero nunca tuvieron ni datos ni pruebas que confirmaran esas sospechas. Simplemente, creían en ella.

La caza del topo fue motivo de chascarrillos. Pese a llevar en ella más de un año y no haber concluido en nada, Presidencia ha decidido abrir este verano esta nueva investigación. Y, siguiendo su lógica personal, los interrogatorios se ha encargado que se hagan a personas del entorno del vicepresidente, según la información del Levante. En el caso concreto del responsable de prensa, según relata Las Provincias, el interrogatorio a este alto cargo además se habría realizado "en un ambiente de mucha tensión y en términos muy duros".

Las nuevas investigaciones no han concluido ni demostrado nada, ni siquiera la existencia del topo. Es por ese motivo que esta nuevo procedimiento ha causado malestar entre los principales dirigentes del Partido Popular en la Comunidad Valenciana, según aseguraron fuentes de esta formación política a ValenciaPlaza.Com. Estas mismas fuentes señalaron a Pastor como instigadora de los interrogatorios.