Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• El Tribunal de las Aguas se suma al 125 aniversario de Aguas de Valencia
• Grezzi quiere Metro nocturno y más bus para desterrar el coche privado del ocio
• La reparación de la climatización recupera la mayoría de cuadros del San Pío V afectados

VALENCIA. La sede de Valencia de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo acogerá este martes una mesa redonda en la que bajo el título Arte y sensibilidad, pintar la vida en la era del vacío se conversará sobre el fascinante mundo del objeto de arte y de la reflexión estética a partir de la obra de Antonio Camaró.

Licenciado en Bellas Artes y profesional de la pintura, sus trabajos, llenos de color y en los que se percibe la influencia de artistas como Modigliani, han sido objeto de numerosas exposiciones. Ha participado en el Salón Otoño de Madrid y en el Museo Edsvik Kontshall de Estocolmo en 2012, en la Exposición Nacional Contemporánea de Mónaco 2011, o en el Museo de Gällivare (Suecia) en 2009, así como en multitud de espacios de arte en Barcelona, París, Roma o Lisboa. 

Junto a él se encontrarán María Gómez Rodrigo, profesora de Historia del Arte en la Universitat de València; y Alfredo Esteve Martín, profesor de Filosofía Contemporánea en la UCV, máster en Ética y Democracia y doctorando en la UV. Juntos reflexionarán sobre cuestiones cómo: ¿Qué aporta una obra de arte? ¿Quién no se ha sentido sorprendido en un momento dado contemplando alguna de ellas? ¿Por qué no permanecemos indiferentes? ¿Se trata de un mero deleite de los sentimientos, un ejercicio de maestría por parte del artista, o está en juego algo que va más allá?

Tal y como recuerdan desde la UIMP, pensar sobre el arte no es particular de nuestra época. Desde las primeras reflexiones que de modo más o menos sistemático se dieron en la Antigüedad, se encuentra presente la preocupación por comprender qué aporta una obra artística o qué es la belleza. No será hasta bien entrada la época moderna cuando tal reflexión adquiera carta de naturaleza, será entonces cuando, en el ámbito de las facultades humanas, el sentimiento empiece ya a ser considerado tan relevante como la inteligencia o la voluntad.

A principios del siglo XXI se vuelven a plantear las preguntas básicas sobre el valor de la obra de arte, ¿lo marca el mercado? ¿lo marcan los espectadores? ¿es una cuestión emocional o racional? ¿cómo funciona el proceso de valoración de las obras de arte?... Para los organizadores de la mesa redonda, "son preguntas básicas que todos nos hemos hecho cuando hemos contemplado un cuadro o hemos visitado una exposición. Además, son preguntas que nos hacemos en un contexto cultural que quiere responder a los desafíos de la cultura del absurdo, del sin sentido y del nihilismo, como si la era de la globalización fuera también la era de cierto vacío emocional compartido", sostienen.