Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• El Tribunal de las Aguas se suma al 125 aniversario de Aguas de Valencia
• Grezzi quiere Metro nocturno y más bus para desterrar el coche privado del ocio
• La reparación de la climatización recupera la mayoría de cuadros del San Pío V afectados

VALENCIA (FOTOS: EVA MÁÑEZ). Esta semana ha sido de lo más aburrida. He estado medio griposo, como la mayoría, supongo.. Menos mal que el viernes me invitaron a la entrega de premios de la Academia de Gastronomía de la Comunidad Valenciana en la Rambleta.

Tal como me había anunciado mi amiga del alma, que ya sabéis todos a estas alturas quién es, vino Carlos Falcó,  Marqués de Griñon. Y claro, ya me veis a mí histérico sin saber qué ponerme. Porque claro, eso de arreglado pero informal en los hombres, da igual la edad, no es tan sencillo. ¿Traje o vaqueros y chaqueta? Le pregunté a mi querida Lourdes Reyna, Neni, que con Cuchita es una de las mejores compañías que puede tener uno cuando se va de karaoke o simplemente a tomar una copa. Como ella tiene enchufe en La Rambleta sabía cuál era el dress code.

Claro, es que, entre el Marqués de Griñon y Carlos Pascual, o de los más jóvenes, que en la Academia también hay chic's, como Luis Gimeno, Javier Molins o mi compañero en Valenciaplaza.com, Sergio Adelantado, ponen el listón muy alto y yo sí o sí tengo que hacer gala de mi elegancia. Y ya no era sólo el dress code. ¿Me repeino o me dejo el pelo al viento? Ay, ¡¡qué nervios!! Pero pronto me tranquilicé y al llegar a La Rambleta me olvidé de estos quebraderos de cabeza tan tontos que a veces me dan.

Para empezar saludé a su presidenta, Cuchita Lluch, que se enfundaba un vestido impresionante ("como ya soy famosa, me los prestan", me confesó en un aparte) de Siemprevivas. Ya te digo, impresionante.

¿A quiénes me encontré? Pues estuvieron algunos periodistas de postín y otra gente muy interesante que ahora os enumeraré. Y también actuó el grupo Melomans, que casi se sacan uno ojo haciendo un numerito con una copa al principio.

¡Qué elegancia, qué gracia y qué frescura y distinción al mismo tiempo! ¡No me pueden gustar más! Me encantó conocerlos...

El acto estuvo divino y los platos servidos por los chicos de Javier Andrés, de La Sucursal, impresionantes. Por allí puede ver, ya he dicho, al siempre elegante Carlos Pascual, esta vez más relajado. Como anfitrión, José Adolfo Vedri, 'Sadol', quien como los viejos vinos, madura que da gusto. También Rafael Anson (claro, el 'presi' de la cosa), mi compañero de VP, Sergio Adelantado (ah, que ya lo he citado, bueno, no importa), y su hermana, la galerista Olga Adelantado. O el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón, que se ha tomado muy en serio su puesto y no para de hacer relaciones públicas.

Antes de nada, decir que Quique Dacosta, el gran ausente, excusó su ausencia. Pero no faltaron otros 'grandes', como Ricard Camara (y esposa), Kiko Moya, Paco Torreblanca (y esposa, ambos adorables) y Alberto Redrado. Por supuesto, el crítico Alfredo Argilés, of course. De la Generalitat, solo el director general Sebastián Fernández (el resto debía estar en Valladolid).

La lista es muy larga, pero no les quiero aburrir. Ahí van otros distinguidos asistenes: David Lladró, José Miguel Laínez, Juan Viña, Sedi Casanova, Antonio Marquerie, Pepe Amat, José Sanchís (estos tres de Alicante), y Ximo Fenollosa, Alicia de Miguel, Kiko Mucia Puchades, Salva de Pablo, Javi Antoja, Pedro Gimeno, Alfredo Burguera, Javier Molins, Bernardo Guzmán (de dónde saca tanto tiempo este chico para estar en todos los saraos?), en fin, David Blanquer, Ruiz de la Torre con sus jamones, Manoli Romeralo, Carlos Mataix... y un largo etcétera.

Y ahora me tengo que remitir al fin de semana pasado, en el que unos buenos amigos consiguieron sacarme de casa. Primero el sábado a comer en el Mercado de Tapinería. Fue mi amiga Olga. Habían organizado allí un totum revolutum llamado Pim Pam Food. Había puesto de comida internacional por todas partes, entre padres que habían ido a entretener a sus hijos un rato.

No habíamos hablado nunca de este tema: los niños. Yo chiquero, lo que se dice chiquero no soy. A mis sobrinos todavía los aguanto, pero a los ajenos... en fin.. mientras sean educados no me importa. Los olores de la comida mejicana se mezclaban con los de la india. Al principio me dio un poco de repelús. Olga se dio cuenta, así que me trajo una cerveza mejicana que llevaba tequila. ¡Qué lista que es!

El caso es que al rato estaba encantado comiendo un taco mejicano. Ya ni me molestaban los niños, que por cierto, eran niños de padres aparentemente modernos, aunque yo creo que esos "modernos" en realidad son más pijos que los pijos de pura cepa...

Lo mejor del día: el puesto de gin tonics, por supuesto, de esos que todo lo curan. Nos arreamos uno cada uno espectacular: preparado pero sin mariconadas; con su corteza de limón y punto. Cierto que esta semana estoy un poco negativo, pero, ¿no les parece excesivo todas las chorradas que le ponen?: que si pimienta, que si cardamomo, que si flores de no sé qué... todo por pegarte un cañazo por un gin tonic que encima no sabe ni la mitad de bien que los que me preparan en Aquarium.

Bueno, el otro evento al que me hicieron arrastrarme fue al concierto el domingo de Sausade en un antrito la mar de gracioso en la calle Jesús: Juanita Club. Fue un concierto muy divertido, aunque no sé cómo calificarlo: era una mezcla de flamenquito del bueno con copla. La cantante mu salá y mu sentida. Estaba allí su abuelo, al que le dedicaron una canción, haciéndonos derramar alguna lagrimilla a los que ya no tenemos abuelos y tanto los echamos de menos. Los músicos también estupendos. Creo que el del cajón (¿se dice así?) es el que toca o tocaba con Seguridad Social. Un auténtico descubrimiento por el que valió la pena ir.

Bueno, les dejo. Siempre a sus pies...

Monteverde@valenciaplaza.com