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La historia tras el último viral: una foto de la Plaza del Ayuntamiento de Valencia

EUGENIO VIÑAS. 26/11/2013

VALENCIA. Ni la lengua de Miley Cyrus ni el anuncio de la Lotería de Navidad. La Plaza del Ayuntamiento de Valencia ya es un auténtico viral. Y antes de que proliferen las fotos en las pistas de hielo para el patinaje que los comercios quieren instalar allí mismo. La fotografía que aparece sobre estas líneas pertenece a un archivo público y según los historiadores consultados por ValenciaPlaza.com pertenece al año 1933, tras la 'reforma Goerlich' llevada a cabo desde el 31.

La imagen ha sido redescubierta por una parte de los valencianos a través de las redes sociales online. Así lo ha demostrado este mismo fin de semana la página en Facebook Valencia Antigua. Carlos Carbellido, uno de los responsables de la misma, asegura que "efectivamente es la foto que más viralidad ha logrado desde que existe la página. Se nota que a la gente le gusta mucho cómo estaba en esa época". Nada menos que 24.300 'Me gustas' en una imagen que ha sido compartida 2.334 veces, con los datos extraídos en el momento de la redacción del artículo. Todo un éxito para una página local.

QUIÉN IDEÓ LA PLAZA DEL AYUNTAMIENTO MÁS VIRAL

El arquitecto tras la popular Plaza de Emilio Castelar fue el (respiren hondo los berlanguianos) hijo del cónsul del Imperio Austrohúngaro, Javier Goerlich Lleó. Este hombre decisivo en la imagen de la ciudad de Valencia firmó edificios emblemáticos como la Sede del Banco de Valencia, además de ampliar calles y avenidas entre las que destacan la de la Paz, Poeta querol o Barón de Cárcer. Entre otros edificos propios de las grandes calles del centro, Goerlich Lleó sustituyó la antigua 'Bajada de San Francisco' por la Plaza del Ayuntamiento que aparece en la fotografía.

Fotografía de la familia Goerlich-Lleó en la que un joven Javier aparece en el centro, con la guitarra

El Dr. Daniel Benito Goerlich, Catedrático de Historia del Arte y Conservador del Patrimonio Cultural de la Universitat de València, asegura a ValenciaPlaza.com que la reforma de los años 30 "pertenece a un contexto social muy concreto, y fue destruida unos años después en otro contexto totalmente distinto; el represivo de  la posguerra, hacia los 'desafectos' al regimen político de la época".  Benito Goerlich, es, curiosamente, sobrino del arquitecto Goerlich Lleó.

La obra de la Plaza del Ayuntamiento acabó con la 'Bajada de San Francisco', por lo que hubo expropiaciones que causaron el esperado malestar entre los propietaros y vecinos. La posterior Plaza y Parque de Emilio Castelar se enmarca dentro del cenit de la obra arquitectónica de Goerlich Lleó protagonizada por los estilos casticista y art-déco. El que estaba llamado a convertirse en el nuevo centro cívico de la ciudad, compitiendo con las plazas de la Reina y de la Virgen, estaba protagonizado entonces por una plataforma elevada y triangular. Las esquinas, culminadas con fuentes, representaban a las tres provincias de la región.

La plaza tuvo el malnom de 'tortada', en referencia a su plataforma superior, y en ella destacaban principalmente dos elementos: las escalinatas de estilo clásico y el Mercado de las Flores. Este último era un espacio subterráneo que, insertado en la propia plaza, servía para que los floristas de la ciudad vendieran su producto. Sin embargo, estos se opusieron con fuerza a albergarse en el interior desde el primer momento. El espacio les resultaba angosto y oscuro y, pese a que era un elemento distintivo para la plaza y la ciudad, consideraban que suponía su "ruina comercial".

LA PLAZA QUE DESAPARECIÓ EN LOS 50

Finalmente, tras años de disputas con los floristas al frente, estos se marcharon en 1944 del subsuelo. Poco más de una década después la plataforma se empezó a desmontar, para finalmente perder su fisonomía en diferentes planos dejando paso a un espacio llqno y desmitificado de todos sus motivos barrocos. Poco después de esa fecha, el balcón del Ayuntamiento de Valencia se convirtió en una tribuna ideada para presidir los desfiles militares -obra de Emilio Rieta y Román Jiménez- con una explanada anodina y especialmente ideada según los historiadores consultados para llevar a cabo los actos de las tradiciones falleras. Es decir, capaz de albergar a una gran cantidad de gente, albergar la mascletá y la falla del Ayuntamiento.

La plaza -ya 'del Caudillo'- pasó a albergar a partir de 1962 la fuente luminosa del ingeniero Carlos Buigues y la estatua ecuestre del General Francisco Franco, obra del escultor valenciano José Capuz y que se encuentra actualmente en la base militar de Bétera. La plaza del Ayuntamiento de Valencia alberga escasos valores simbólicos durante gran parte del año, más allá de los edificios que la rodean.

¿ERA UNA PLAZA PROPIA DE 1930?

Sin embargo, la arquitectura mostrada por la 'reforma Goerlich' no encuentra adeptos entre algunos arquitectos valencianos. Rafael Rivera, arquitecto municipal de Valencia durante los años 80 y profesor de urbanismo de la Escuela de Arquitectura de Valencia, considera "un horror la plaza" de Goerlich. "Leo con sorpresa los comentarios en Facebook. La gente habla de la plaza con ilusión por lo antiguo, pero no porque sea algo antiguo de forma original. En los años 30 Mies van der Rohe ya estaba haciendo maravillas por Europa y por eso la obra sólo habla de la pobreza cultural del poder y la burguesía de aquel momento en Valencia".

Rivera inicide en que "existe una ausencia total de las flores y se soterran los puestos, algo que no tiene ningún sentido. No obstante, el resultado posterior no me parece tampoco loable porque está condicionado por un único uso [en referencia a las Fallas]. La plaza del Ayuntamiento forma parte de un eje totalmente abandonado por los valencianos entre 'La Estacioneta' (Pont de Fusta) y la Estación del Norte".

El arquitecto apunta que, además, "la gente debe pensar que hubiera sido difícil que una expresión pública como el movimiento 15-M se hubiera producido en la plaza de la fotografía. Esa versatilidad también la hace moderna, aunque carece de elementos distintivos a los que se suma una estatua a rancesc] Vinatea, un personaje de segundo orden sin sentido para una plaza de esa importancia".


LA INFLUENCIA DE 'LO LOCAL' EN 'LO VIRAL'

El experto en Comunicación Empresarial e Institucional Álex Rubio destaca que las redes sociales "nos permiten estar mejor conectados con cualquier parte del mundo, pero el sentimiento de 'lo nuestro' impera en nuestras relaciones online". El también profesor de la Universidades Jaime I y Politècnica de València, incluye en su docencia la viraldiad en Internet dentro de las estrategias de marketing en el contexto digital, por lo que no duda en mostrarse "sorprendido con el impacto de la publicación. Conseguir un 50% de interacciones habla de un interés muy por encima de la media".

En relación al efecto viral de la fotografía, Rubio asegura a ValenciaPlaza.com que "lo que tenemos más cerca es también lo que más nos importa e internet está posibilitando un escenario donde el ciudadano sabe que puede manifestarse sobre su ciudad, pueblo o región, de la misma manera que lo hace de las marcas que le importan". Incluso apunta a que fomenta un "mayor sentido de la propiedad y la pertenencia, porque cambian las marcas que nos gustan, los partidos en los que confiamos, hacia dónde vamos, pero no el dónde venimos".

Yendo un paso más allá, Rubio cree que "sin duda es un tema que habla de unos ciudadanos de Valencia que quieren tener decisión sobre su ciudad, un camino [potenciado por las redes sociales como herramienta] que no acaba sino de empezar".

LA APORTACIÓN EXTRA DE GOERLICH A LA CIUDAD

Goerlich Lleó, que fue 'arquitecto mayor' de la ciudad entre 1931 y 1956, tuvo una influencia en la ciduad más allá de la arquitectura. De hecho fue uno de los primeros mecenas privados de Valencia, ya que rehabilitó cuatro salas en e Museo de Bellas Artes San Pío V para alojar 139 obras donadas a la institución. Estas obras, propiedad suya y de su esposa, Trinidad Miquel, apenas han sido expuestas en los últimos 50 años del museo y aparecieron por última vez ante los valencianos en la pasada primavera.

Y es que, más allá del viral, la figura de Goerlich decidió emparedar a la imagen de la Mare de Deu dels Desamparats, la Geperudeta, en el Ayuntamiento de Valencia durante la guerra. 

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5 comentarios

Andres escribió
15/12/2013 21:57

Decir que Goerlich hizo mucho mal es simplemente muestra de una gran ignorancia. Goerlich era un avanzado a su tiempo y así lo demuestran sus multiples edificios a lomlargo de la ciudad durante los años 20 y 30. Poner como ejemplo, como hace Jordi Esteve, al edificio del Banco de Valencia, de la arquitectura de Goerlich es de una gran ignorancia. Ese edificio, acabado en la postguerra, no fue sino un encargo de la casposa burguesía valenciana y Goerlich se limitó a hacerlo al gusto de ésta.

Antonio escribió
15/12/2013 12:01

El que escribe el artículo tiene razón en bastantes sentidos. Totalmente cierto que el espacio del mercado de flores era un residuo que no facilitaba a los clientes el acceso. También es cierto que en su época, había gente del mundo cultural valenciano que no gustaba de la misma. Pero hay que reconocer que la plaza estaba más ordenada que en la actualidad. De cualquier manera el problema de la plaza estriba y esrtibará en que no está bien diseñada, como el 90% de las plazas de la ciudad, es el resultado de un derribo, no de un diseño exprofeso. Además, es notorio que está dividida en dos zonas, una comercial, con edificios de gran altura y otra representativa u oficial. Se da el caso que en esta plaza, la parte comercial tiene un peso visual mucho mas importante que la oficial. Realmente son dos plazas, a escalas muy distintas que están unidas. Eso hace que no exista una lectura unitaria, seguramente situando un elemento, muy transparente y de poca atura a la altura de la calle de las barcas se corregiria en parte el problema.

Jordi esteve escribió
27/11/2013 11:42

Quin destrellat. La tortada de Goerlich era horrorosa, però a la gent li fa gràcia perquè fa antiga i té personalitat, comparat en l'empastre que tenim ara. Jo em pense que el que demostra l'èxit viral de la foto és que la plaça, com està ara, no li agrada a ningú, tret dels coheters i floristes. El senyor Goerlich va fer molt de malany. En eixa època l'arquitectura ja havia superat feia anys el rococó regionalista. L'edifici del Banc de València és del mateix any que la Casa de la Cascada Frank Lloyd Wright!

Tio Paco escribió
26/11/2013 09:42

Rafael Rivera no diu una bé. La plaça era preciosa als anys 30, molt millor que el desaprofitament d'ara. Vinatea pel que representa no és un personatge de segon ordre, encara que a molts els agradaria que ni estiguera i per això no el revindiquen. I a l'autor: un article molt ben parit, però la estatua del "Generalisimo" ja no está a la Capitania General la van traslladar a un magatzem de l'ajuntament, a la vegada que van llevar el pollastre de la façana quan governava el PSOE a Madrid.

pedro escribió
26/11/2013 08:49

Desde luego el que se cargó la plaza del ayuntamiento de la primera foto era para haberlo metido en la cárcel.Qué bonita era!!

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