VALENCIA. Eva Vizcarra, de Endora Producciones, pensará el lunes que viene que hará. Kiko Martínez, de Nadie Es Perfecto, anuncia desde Los Ángeles que cerrará su oficina de Valencia. El que se queda es Raúl Diez, de Pasozebra, ganador de un Goya, pero como él mismo apunta que si no se marcha de Valencia es porque ya trabaja para fuera de la Comunidad Valenciana; aún así, el cierre de RTVV también le afecta y su primera película de animación se retrasará al perder la financiación que suponía los derechos de antena. "Es la defunción total del sector", vaticina el productor de Trivisión, Ximo Pérez.
La decisión de Alberto Fabra de cerrar la cadena pública valenciana supone en la práctica la destrucción de un tejido industrial, el del sector audiovisual valenciano, que durante los últimos 24 años ha crecido en torno a la sombra de la torre de Burjassot. Una vez descartado el fiasco de la Ciudad de la Luz de Alicante, que costó 500 millones de euros y apenas ha dado servicio, ni a las empresas locales ni a las nacionales, RTVV continuaba como el principal motor y sobre todo el único escaparate para las producciones en valenciano.
Precisamente la televisión que en su día Alfonso Guerra describió como "el capricho de [Ciprià] Císcar" nació con el fin de que se pudiera ver programas en valenciano, como vehículo fundamental. Para bien o para mal, la existencia de este canal donde se podía (y debían) emitir producciones en lengua propia, permitió el afloramiento de un pequeño grupo de productoras que, con más o menos seriedad, fueron creado a su vez una red de profesionales: montadores, maquilladores, cámaras, técnicos, sastres, conductores.
Las películas para televisión, las series de éxito y las que no captaban a la audiencia, las producciones por encargo, las emisiones en directo, la inmensa mayoría de la creación audiovisual de la Comunitat Valenciana, ha estado supeditada al apoyo del ente público desde su fundación en 1989, hasta el punto que hubo directivos que se aprovecharon de esa posición de superioridad, prácticamente monopolio, para humillar a las pequeñas productoras con episodios lamentables.
RTVV apoyaba al sector a través de dos vías: con contrataciones directas y a través del pago de derechos de antena. Por un lado, encargaba a productoras programas y, por el otro, con la adquisición de las producciones que se realizaban en la Comunitat Valenciana, sobre todo las que contaban con subvención del IVAC-La Filmoteca de Valencia o del ICAA, que depende del Ministerio de Cultura.
EL MAL NECESARIO
Ni los años de mala gestión, ni las contrataciones a empresas de amigos, ni los dispendios extraordinarios e ilegales por la cobertura de la visita del Papa, ni la corrupción, en suma, podían ocultar que, pese a todo, la existencia de RTVV permitía la presencia de un siempre incipiente sector y de una mínima estructura empresarial. "La veíamos como el mal necesario", resume un cineasta. En privado las críticas a la gestión eran constantes.
Desde la puesta en marcha de series desastrosas como la biografía de Ausiàs March perpetrada por Daniel Múgica, hijo del ex ministro socialista, al último fiasco de RTVV, la serie ‘Entre dos reinos', dirigida por Miguel Perelló, amigo personal de Francisco Camps, la cadena acumulaba millones de euros invertidos en proyectos que no sólo no interesaban sino que además iban en detrimento de la imagen de los profesionales valencianos. Pero nadie pensaba nunca que se debía cerrar. Siempre se tuvo alguna fe. Y el propio Ximo Pérez, productor de ‘Entre dos reinos', lo dice. "Es que ahí tenías ‘Tarancón' [la serie que produjo Nadie es Perfecto sobre el cardenal], es que había otros productos muy buenos", comenta.
"Antes podías tener la esperanza de que las cosas algún día se haría bien, de que las cosas cambiarían, de que parecía que estaban cambiando", explica un profesional. Ahora todo eso salta por los aires y no estalla para cambiar, no; simplemente desaparece y ya no hay esperanza de cambio. RTVV ha muerto y el sector también. Y con él series de éxito como ‘Severo Ochoa. La conquista de un Nobel' que precisamente produjo Trivisión y que obtuvo dos Fotogramas de Plata, o ‘L'Alqueria Blanca', la producción propia más vista de la historia de la cadena.
CERRAR CUESTA 72 MILLONES
No hay cifras aún pero se puede vaticinar que si la crisis de financiación de RTVV fue mala para el sector, y obligó al cierre de empresas, la última receta del gobierno Fabra ha acabado por liquidarlo. Esta tarde se celebraba una asamblea de todo el sector en la sede la asociación de empresas. Es un funeral. Hay indignación. "Es mentira que sea un problema económico; es mentira", insiste Ximo Pérez. "Para el año que viene hay presupuestados 70 millones. Admitir y despedir de nuevo a la gente les va a costar 72 millones, según los cálculos que manejamos, y los van a tener que pagar este año", explica.
SUICIDIO CULTURAL
Con todo, se mira más allá. Ya no es sólo el sector en sí, al que se da por muerto. Todos coinciden en hablar del suicidio cultural que supone finiquitar el único canal para los valenciano parlantes. "Es el desmantelamiento de la Comunitat Valenciana" comenta un miembro del Consell Valencià de Cultura. "Carecemos de banca propia, el impulso empresarial, que se ha dejado perder; ahora careceremos de televisión y radio propias, el espejo donde los valencianos se podían ver, ya se viesen más guapos o más feos, pero su espejo. Todo el territorio valenciano se ha convertido en un estado de putrefacción", sentencia.
Ximo Pérez lo resume así: "¿Dónde van a salir las Fallas, la Magdalena, las Hogueras? ¿Dónde se va a emitir un partido de pilota? ¿Dónde se informará del Levante, del Villarreal, del Elche, del Valencia? ¿Dónde se va a ver una película en valenciano? ¿Dónde se va a informar de nuestros problemas? No es sólo muerte del sector, es mucho más."
Doncs hi ha un fum del canals "zombis" en mans de "amiguitos del alma" que de segur que s'activaran per a emetre tot el fem propagandistic que fins ara emitia Canal Nou (i ho faran "sin complejos"). Ja els amollaran d'una manera o altra la "pastuki" que no volen invertir en RTVV.
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