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VALENCIA. Este miércoles, en la celebración del 9 d'Octubre, pudo verse juntos a tres expresidentes autonómicos, Joan Lerma, Eduardo Zaplana y José Luis Olivas, quien en su caso ostentó un mandato breve. Los dos primeros, por otro parte, mantuvieron durante años el máximo poder autonómico en Consell y partido, una influencia que todavía perdura aunque de forma distinta en cada caso.

No son los únicos dirigentes políticos valencianos cuyo poder -simbólico o real- todavía abre puertas dentro de los partidos. Aunque carezcan del rango que otrora lucieron, su voz es escuchada ya sea por núcleos de militantes, la dirección de su partido o incluso por parte de los propios líderes. Ciprià Císcar (PSPV), Pepe Cataluña (PSPV), Pere Mayor (Bloc), Pasqual Mollà (Iniciativa), Antonio Montalbán (EU) y Glòria Marcos (EU), son algunos de los nombres con solera que todavía son capaces de tirar de algunos hilos en sus partidos o, al menos, cuyo consejo es bien recibido en sus filas.

Una de las figuras más relevante en cuanto a influencia posterior a su mandato es Joan Lerma, cuyo apellido ha dado lugar al nombre de una familia dentro del PSPV-PSOE: los llamados lermistas. Pese a que se ha negado públicamente en infinidad de ocasiones la existencia de este círculo, el grupo ha permanecido unido e indisoluble durante el mandato de otros secretarios generales hasta regresar a la cúpula de Blanquerías con el ahora líder del PSPV, Ximo Puig. Lerma, por su parte, es senador desde el año 1995 y participa en cualquier acto público relevante de respaldo al secretario general, además de en los encuentros privados informales que celebra el grupo de políticos de su cuerda.

A esta altura, aunque con una participación activa más discutible se encuentra el exlíder del PPCV, Eduardo Zaplana. Aunque oficialmente fuera de la política, su sombra es alargada y sus participaciones, medidas. Cuando aparece tres veces públicamente en la Comunitat en una semana, como estos días ha sucedido, se disparan las especulaciones. Actualmente adscrito al área de Comunicación de Telefónica, todavía mantiene buena relación con un diversos cargos medios del PP en Alicante, los llamados en su día zaplanistas.

En el PSPV existen otros referentes que durante años han manejado cuotas de poder y que todavía perviven dentro del círculo. Pepe Cataluña, ha sido considerado durante años el supervisor principal de las finanzas del partido.

A día de hoy, no ha dejado de ser la persona de referencia en la negociación de cargos en Bancaja, y aunque en los últimos años no era miembro del Consejo de Administración de la entidad, sí que forma parte del patronato de la Fundación, desde donde ha jugado un papel activo a la hora negociar tanto los nombramientos del pasado como los que se están preparando para la Fundación.

En cuanto al partido, las fuentes socialistas consultadas por este diario aseguran que la vinculación de Pepe Cataluña ya no es tan estrecha, aunque se deja ver en determinados actos (por ejemplo en el de Alfonso Guerra de la pasada semana en el Club de Encuentro Broseta o en el 35º aniversario de fundación del PSPV del martes pasado) y toma parte en pequeños encuentros con Ximo Puig y su círculo de confianza más estrecho.

Más activo en el PSPV se mantiene Ciprià Císcar, secretario de Relación Políticas y diputado en el Congreso desde 1989. El que fuera secretario de Organización del PSOE con Felipe González, sigue manteniendo un grupo de fieles y continúa activo en determinadas negociaciones en las que lleva el peso. Enterrada el hacha de guerra con el lermismo, Císcar se mantiene como un histórico con una actividad destinada fundamentalmente a ser el nexo de unión entre el PSPV y otras federaciones socialistas.

COMPROMÍS: MAYOR Y MOLLÀ, REFERENTES CON UN OJO PUESTO EN LAS PRIMARIAS 

Este apartado orgánico también es el ámbito de actuación de Pere Mayor. Exsecretario general de Unitat del Poble Valencià (1986-98) y exlíder del Bloc (2000-2003), fue diputado en Les Corts entre 1987 y 1991 merced al acuerdo alcanzado con Esquerra Unida y, posteriormente, teniente alcalde de Ontinyent en la siguiente legislatura. Dejó el cargo en el Bloc tras no lograr entrar en Les Corts en 2003, cuando la formación nacionalista se quedó en el 4,8% de la representación, a dos décimas de conseguir escaño.

No obstante, Mayor ha compatibilizado su actividad en el mundo de los negocios con su participación política en el Bloc, siendo considerado el referente de las finanzas en el partido. Actualmente, preside la Fundación Valencianista i Demòcrata Josep Lluís Blasco, ‘think thank' del Bloc creado en 2010.

Según fuentes del partido consultadas por este diario, ostenta una influencia "muy importante" dentro de la vieja guardia del Bloc. De hecho, está manteniendo una posición activa en la elaboración de la hoja de ruta de las elecciones primarias que deben celebrarse en Compromís. Su mujer, Consol Castillo, es concejal del Ayuntamiento de Valencia desde 2011.

En la otra orilla precisamente de esta negociación se encuentra otro histórico, el exdiputado Pasqual Mollà. Miembro de Iniciativa, uno de los aliados del Bloc en Compromís, también mantiene influencia en los procesos internos de su partido, especialmente en lo que se refiere a las primarias que tendrán lugar en la coalición.

Mollà fue concejal en Elche (1983-89) y parlamentario en Les Corts por Esquerra Unida entre 1987 y 1999. Fue coordinador de Relaciones Políticas e Institucionales de Esquerra i País, corriente interna de EU, y posteriormente fue uno de los dirigentes que impulsó la creación de Iniciativa del Poble Valencià. Actualmente, forma parte además de la comisión federal de la formación ecologista Equo. Su hija Mireia Mollà es diputada en Les Corts Valencianes desde 2007.

ESQUERRA UNIDA: HISTÓRICOS RESPETADOS PERO CON MENOR INFLUENCIA ORGÁNICA 

Por otro lado, también hay dirigentes históricos con actividad en Esquerra Unida, si bien diversas fuentes del partido alejan a estas "voces autorizadas" de las conspiraciones o luchas internas de poder. Uno de los militantes de EU con este tipo de trayectoria es Antonio Montalbán. Secretario general de CCOO PV durante casi dos décadas, fue como número dos en la lista por el Partido Comunista de España (PCE) en las primeras elecciones democráticas.

Concejal del Ayuntamiento de Valencia desde 1999 hasta 2007, uno de sus tragos más amargos fue no conseguir escaño encabezando por Valencia la candidatura a las elecciones generales de 2008, un puesto logrado tras una agria pelea con Isaura Navarro. Afiliado de Ruzafa, aunque vive en Malilla, las fuentes consultadas le califican de militante "ejemplar", que "siempre" ha permanecido activo en el partido.

Un papel similar al que mantiene Glòria Marcos. La excoordinadora de Esquerra Unida es miembro del Consell Valencià de Cultura y se encuentra al frente del Institut d'Estudis Polítics, donde se llevan a cabo todo tipo de actividades de debate político. Las fuentes consultadas subrayan que la "experiencia" de Marcos, sobre todo en Les Corts, donde fue diputada diez años, hace que incluso en ocasiones se le consulte sobre determinadas actuaciones, si bien coinciden en que la excoordinadora no trata de influir en el funcionamiento orgánico.