VALENCIA. En estos días en los que la actualidad informativa se esconde entre peces raya y mosquitos tigre, hay que estrujarse el entendimiento para encontrar algo que se parezca a una noticia con la que mantener a los lectores informados de lo que está pasando. Esta semana del 18 al 24 de agosto es una de las más complejas. Comercios cerrados, fábricas de vacaciones, políticos a medio gas o de retiro playero... Es una auténtica semana zombi. Y en días como estos, de escasez, en las tormentas de ideas que se lanzan en las diezmadas redacciones de estos días, a alguien se le enciende la luz y se hace una pregunta que sorprende a todos.
"Oye, ¿y qué pasó con aquel vuelo directo Valencia-Dallas?"
Pues sí, amigo lector de esta semana zombie, hubo un momento, cuando aparentábamos ser ricos y famosos en que a alguien (bueno, fue a Francisco Camps), se le ocurrió que si algo necesitaba esta ciudad para seguir por la senda del crecimiento (y que luego se descubrió que era hacia el precipicio) era tener un vuelo a Dallas.
Cuenta un teletipo fechado en noviembre de 2009 que Francisco Camps, en una de esas escapadas que hizo habituales tras conocerse su imputación en el caso Gürtel, estaba en Texas negociando con el alcalde de Dallas abrir un vuelo directo para... ¿Para qué? Pues cuesta de imaginar qué intereses comunes pudieran tener Valencia y Dallas como para que hubiera un vuelo entre las dos ciudades cuando Valencia no tiene enlaces aéreos con otras ciudades más cercanas e interesantes para el comercio como algunas capitales europeas.
Lo peregrino de la idea hizo que acabara, como era lógico, en el cajón de ideas-despropósito. La crisis económica que empezó después la enterraron. E incluso las principales compañías estadounidenses la rechazaron no sin cierta sorna.
Pero Camps, inasequible al desaliento, aún retomó el proyecto. En 2010, otro teletipo del 7 de octubre, apuntaba que Camps, tras recibir en audiencia al alcalde de Dallas, Tom Lepper, destacó la importancia de la creación un vuelo directo entre Valencia y Dallas "a nivel turístico y de negocios", al tiempo que aseguró que "cada vez" veía "más cerca" la posibilidad de contar con esa ruta entre ambas ciudades.
Después de aquello, en la hemeroteca solo queda el silencio... La lógica del mercado se impuso a las visiones del entonces presidente Camps. No solo no hubo vuelo directo a Dallas, sino que el vuelo que enlazó durante un par de años Valencia con Nueva York en verano también dejó de operar.
Ecos de un tiempo en el que algunos pensaban que éramos el centro del universo conocido y que iremos repasando en esta semana en que las calles de nuestras principales ciudades parecen haber sufrido alguna clase de ataque zombi que las ha dejado desiertas
Buen articulo!
Yo creo que vió tantas veces la serie Dallas que se le fue la cabeza.
De muchas noches, y que que nos han salpicado, y nos salpican.... Y sin procesar a nadie....
Sueños húmedos de una noche de verano...
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.