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VALENCIA. La Generalitat Valenciana continúa ajustando a la realidad las cuentas de sus empresas participadas lo que se traduce en la virtual desaparición de 2.514 millones de euros invertidos en su día y que han sido devorados por las enormes pérdidas que han ido acumulando con el paso de los años. En esta ocasión el turno de limpieza del balance le ha correspondido a Circuito del Motor y Promoción Deportiva, la empresa pública que, entre otras cosas, gestiona el trazado de carreras de Cheste (Valencia).

Según los datos que publica el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme), Circuito del Motor realizó este mismo año dos ampliaciones de capital sucesivas por valor de más de 40 millones cada una, lo que llegó a situar el capital social de la empresa en 101,42 millones de euros. A continuación, y para reequilibrar las cuentas y enjugar las pérdidas acumuladas, se realizó la segunda parte de lo que se conoce como una operación acordeón, con dos reducciones de capital simultáneas por un total de 65,5 millones, dejando el capital social en 35 millones de euros. 

El enjuague de las pérdidas de Circuito del Motor -que recientemente adquirió Valmor Sports, la empresa privada que protagonizó el fiasco de la Fórmula 1 obligando a ampliar capital para cubrir la deuda que arrastraba- llega después de que en las últimas semanas el Consell haya ordenado también la limpieza del balance de Ciudad de las Artes y las Ciencias, con la que se volatilizaron 481 millones de euros, y Sociedad Proyectos Temáticos, que se tragó también 200 millones, en ambos casos con la finalidad de eliminar del balance las pérdidas acumuladas en los ejercicios cerrados echando mano del capital social.

SE VOLATILIZAN MILES DE MILLONES

Estas reducciones de capital, ordenadas por la Generalitat dentro del proceso de reordenación del sector público empresarial que dirige Bruno Broseta, se traducen en que el dinero que la Generalitat ha ido aportando año tras año a estas empresas con sucesivas ampliaciones de capital se volatiliza, es decir, deja de constar en los balances. Aunque formalmente ese dinero ya se ha gastado, ya que con las ampliaciones de capital lo que se hace es inyectar dinero para que se utilice en la empresa, lo cierto es que su supresión de las cuentas supone la constación formal de que no se va a recuperar jamás.

El caso más importante es el de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV). A finales del pasado mes de marzo, el Consell aprobó una operación acordeón tanto en TVV como en RAV (las empresas de la tele y la radio). Entre las dos, se enjugaron 1.500 millones de euros de pérdidas acumuladas con una reducción de capital por ese importe. Además, y para reestrablecer el equilibriio patrimonial de las dos sociedades que se han fusionado, también fue necesario hacer una nueva inyección de capital por más de 170 millones de euros.

Precisamente la obligación de la Generalitat de inyectar dinero en las empresas públicas para cubrir las pérdidas recurrentes acabó siendo uno de los problemas del Consell con su sector público. Cada año era necesario realizar costosas ampliaciones de capital hasta que llegó el punto, como se reconocía en varios informes de auditoría, de que la falta de liquidez de la Generalitat ponía en duda su capacidad para depositar ese dinero y, por tanto, la viabilidad de las empresas.

Además de en RTVV, esta operación de absorción de péridas también se ha realizado ya en Ciegsa, la empresa que se dedicó a la construcción de colegios en la última década, por valor de 183 millones de euros, y en el Instituto Valenciano de la Vivienda, sociedad inmobiliaria, por 85 millones. 

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