VALENCIA. El pasado mes de mayo, el conseller de Economía, Máximo Buch, aseguró en Les Corts que la Generalitat esperaba tener listos los pliegos de condiciones para la privatización de la gestión de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) el mes de julio. El plazo ha vencido y el concurso sigue sin licitarse.
El de Cacsa no es el único caso de una gran infraestructura que la Generalitat tiene previsto sacar al mercado, ya sea vendiéndola o privatizando su gestión, y que incumple los plazos que se han ido marcando por el Consell de forma sistemática. Al complejo de ocio de Valencia hay que añadir los estudios de cine de la Ciudad de la Luz en Alicante y el Aeropuerto de Castellón, dos instalaciones a las que acompaña la polémica desde el día en que se concibieron.
La externalización de la gestión de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, en un principio, es la que más avanzada está. De hecho existe un borrador de pliego, cuyos detalles esenciales adelantó ValenciaPlaza.com el pasado mes de abril. Además, frente a las otras dos instalaciones, en el caso de Cacsa hay al menos dos empresas que han mostrado públicamente su disposición a acudir a un concurso público. Además, la gestión privada en Cacsa no es nueva. Parque Reunidos Valencia gestiona desde el primer día L'Oceanogràfic.
Sin embargo, y pese a que el conseller de Economía, Máximo Buch, dijo en Les Corts que estaba todo listo para sacar el concurso, el retraso es ya evidente sin que se hayan dado explicaciones sobre los motivos que obligan a seguir estudiando el pliego. Algunas fuentes apuntan a que se están puliendo algunos aspectos vinculados directamente a exigencias de las operadoras interesadas para evitar que quede desierto.
Pero si Cacsa acumula retraso, lo de Ciudad de la Luz se antoja un calvario de aquí a que se vende. Si es que ese momento llega. En vías de solución el conflicto que mantenían la empresa Aguamarga con la Generalitat, el principal problema que pesa sobre los estudios de Alicante es la denuncia de la Unión Europea. La Generalitat aún no ha conseguido convencer a las autoridades europeas de Competencia de que vendiendo el recinto se solventa el fondo de la denuncia, es decir, la competencia desleal con dinero público.
Sin solventarse definitivamente el tema de Aguamarga y sin una acuerdo definitivo con Bruselas, la venta de Ciudad de La Luz está bloqueada. Los posibles interesados -distintos consellers han insistido siempre en que los hay pero nunca se ha sabido de ellos- no pondrán un pie en los estudios sin esa seguridad jurídica. Sobre las condiciones que tendría la posible venta o cesión para su explotación de momento no hay detalles, aunque también será necesario realizar una convocatoria abierta.
Y finalmente, el Aeropuerto de Castellón, otro recinto que tamibén ha renido algún interesado sin identificar, pero cuya venta sigue siendo una quimera. Para la Generalitat, poner en marcha este aeródromo es una necesidad política. Arrancar, aunque sea con vuelos puntuales, permitiría acabar con el estigma de 'aeropuerto peatonal' que se ha ganado.
Descartada de momento la venta, el Consell estudia fórmulas de gestión mixta. El presidente del Consell, hace ya algunos meses, llegó a decir que si no salía un comprador, la Generalitat lo gestionaría directamente y puso como fecha para estar listo este verano.
Esta opción es prácticamente inviable por el alto coste que supondría. Hace unos días el consejo de administración de Aerocas, cuyas riendas ha tomado el vicepresidente José Císcar, planteó la posibilidad de una gestión mixta, sin entrar en más detalles. Empresas del sector de la gestión de aeropuertos consultadas por este periódico aseguran que, si bien de momento no tienen conocimiento de que se vaya a abrir una convocatoria pública para participar en la gestión de Aerocas, lo cierto es que, aunque salga ese concurso, no se presentarán.
El propia Fabra, más prudente que nunca con el aeropuerto, asumió este jueves que la posibilidad de abrir el aeropuerto está ahora muy verde aún y rebajó las expectativas.
Son tres de las infraestructuras emblemáticas de la Generalitat para las que se busca salida sin que, de momento, se haya logrado encontrar el camino.
Ya lo he dicho en anteriores comentarios pero aún a riesgo de parecer pesada, la mayor dificultad de CACSA , cara al futuro, son …….LOS CONTENIDOS, y no el Operador. Yo creo que el Consell, con todo mi respeto, tenía que haber empezado por ahí, y haber realizado un concurso, (como para las grandes obras de arquitectura), donde equipos de PROFESIONALES del sector hubieran aportado planes concretos………. y después buscar, (o no), un operador que los pudiera llevar a cabo. Y ya me callo, definitivamente.
Meter en el mismo saco a CACSA, que operativamente es , o puede ser rentable, con las otras dos empresas yo creo que no es justo. Por otra parte sería interesante saber donde están “los escollos” en la externalización de CACSA, porque claro el Consell tendrá que apostar por el operador más ….--solvente empresarialmente(sin burbujas), --que presente un proyecto de futuro, -- y más apueste por el Complejo…………y no creo que con estos requisitos, que tendrían que ser básicos, haya más de uno o dos candidatos…….¿o, sí?.
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