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VALENCIA. Ahora que en el aeropuerto de Castellón no vuelan ni los halcones y que la empresa pública propietaria del recinto ha decidido casi congelarse mientras llegan todos los permisos para operar, el futuro del polémico aeródromo de Vila-nova i Alcolea sigue siendo una incógnita. 

La Generalitat apuntó hace unas semanas a la posible gestión mixta del aeropuerto sin especificar muy bien a qué se refería con ello. Lo cierto es que las posibilidades de ponerlo en marcha son cada vez más remotas, al menos mientras dure la crisis y otros recintos cercanos, como el de Valencia, tienen capacidad más que de sobra para atender los vuelos.

Sin embargo, desde la Generalitat se insiste de tanto en tanto en que hay interesados en hacerse con el aeropuerto porque puede suponer negocio.

Un optimismo que no todos comparten. Un directivo de una gran empresa especializada, entre otras divisiones de negocio, en la gestión de aeropuertos, reflexionó en una conversación telefónica sobre la posibilidad de optar al coqueto aeropuerto castellonense por estrenar.

"¿Les han invitado a presentarse a algún concurso?", preguntó este periódico al directivo, que prefirió mantener el anonimato. Su respuesta fue: "No recientemente. Hace un tiempo sí nos llamaron y nos preguntaron si acudiríamos a un concurso para la gestión del Aeropuerto de Castellón. Les contestamos que ni soñarlo, no fuera cosa que lo ganásemos..."

Fin de la cita.