Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• AitanaStar, pulseras con tecnología QR para situaciones de emergencia
• La UPV lanza un concurso para "reinventar" la Universidad
• Llega a Valencia Metricson, una firma de abogacía especializada en 'startups'

MADRID (EFECOM). CaixaBank ha reclamado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) más de 180 millones de euros adicionales por la compra del Banco de Valencia para compensar perjuicios patrimoniales en el traspaso de activos a Sareb.

El FROB reconoce que se comprometió con CaixaBank a compensar, en determinados supuestos, los perjuicios patrimoniales derivados de los cambios entre la estimación de los activos a transmitir a Sareb por Banco de Valencia y los que finalmente fueron traspasados.

Según consta en el informe de gestión del FROB de 2012, el 23 de enero, CaixaBank reclamó al organismo público esta compensación, una demanda que se encuentra en fase de análisis por los servicios jurídicos del Fondo.

"Sin perjuicio de la existencia de posibles líneas de defensa, así como la discusión del importe reclamado, el FROB ha dotado con cargo a la cuenta de pérdidas y ganancias -a fecha de 31 de diciembre- una provisión por 90 millones de euros, un importe algo inferior al 50 % del total reclamado" por la entidad, dice el Fondo.

Es decir, CaixaBank ha solicitado al FROB una compensación de más de 180 millones de euros, después de que el organismo público haya tenido que provisionar ya 598 millones de euros por las pérdidas producidas en la cartera crediticia de la entidad.

Y es que cuando el FROB y el Banco de España adjudicaron el Banco de Valencia por un euro a CaixaBank, la entidad se benefició de un Esquema de Protección de Activos (EPA) de 598 millones, por el que se cubrían el 72,5 % de las pérdidas que pudieran derivarse de una cartera de activos de más de 6 millones de euros.

Todo ello después de que el Estado inyectara 5.500 millones de euros al Banco de Valencia y le librara de buena parte de sus activos tóxicos traspasados a Sareb, tras desvelarse en el informe de Oliver Wyman que la entidad tenía unas necesidades de capital de 3.462 millones en el escenario adverso.