BARCELONA (EP). El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) ha convocado a los sindicatos de Catalunya Banc mañana para iniciar las consultas previas al Expediente de Reestructuración de Empleo (ERE) que prevé aplicar a hasta 3.000 trabajadores siguiendo el mandato de Bruselas vinculado a la inyección de dinero público en la entidad.
Fuentes sindicales han explicado a Europa Press que han rechazado negociar en agosto por ser un mes en el que no se pueden realizar consultas porque asesores y trabajadores están de vacaciones.
Los sindicatos temen hasta 3.000 despidos y el cierre de 450 oficinas por los porcentajes de reducción de tamaño de la entidad que fijó la UE al conceder financiación para recapitalizar al banco catalán, que ha recibido una inyección de casi 12.000 millones de dinero público en los últimos años.
Este miércoles, el director general del Frob, Antonio Carrascosa, auguró para octubre la tercera y definitiva subasta de Catalunya Banc, y aseguró que "no va a haber tercera operación de venta frustrada".
"LO ANTES POSIBLE"
En declaraciones a la prensa tras una conferencia sobre la reestructuración bancaria en el Círculo Ecuestre de Barcelona, añadió que se plantearía "lo antes posible" un ERE para cumplir con los requerimientos de Bruselas, y que habría suficiente tiempo para negociar fuera del mes de agosto para concretar el ajuste en septiembre.
Carrascosa lamentó que "el ERE debería haberse hecho antes", y preguntado por el argumento de que se esperaba a que la entidad fuese vendida para adaptar el ajuste de personal a las necesidades del comprador, respondió que cuando se adjudique la entidad, el ganador ya decidirá sus necesidades a parte del mandato de la UE.
Fuentes sindicales han señalado que los plazos de negociación de un ERE con agosto de por medio no hacen posible que se aplique antes de octubre pero que, en todo caso, los costes de esta reestructuración ya están provisionados en las cuentas de Catalunya Banc.
REDUCCIÓN DE PLANTILLA
En 2012, Catalunya Caixa redujo la plantilla un 7,4%, hasta una media de 6.700 empleados, y cerró la sucursal de Perpignan (Francia), hasta una red de 1.163 oficinas, la mayoría en Cataluña (856), Comunidad de Madrid (109) y Comunidad Valenciana (74), que suman casi el 90% del total.
En primavera de este año, la entidad encargó al banco de inversión Nomura la venta de su red de 316 oficinas situadas fuera de Cataluña.
Según datos de entonces, estas oficinas empleaban a 1.509 personas, el 21% de los 6.960 trabajadores que tenía en ese momento el banco, en línea con las exigencias de Bruselas de reducir personal entre el 20 y el 30%.
Respecto a la red, las sucursales en venta eran el 26% del total, mientras que la UE pide una reducción de entre el 30 y el 40%, por lo que haría falta algún cierre más.
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