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VALENCIA. Se acabaron los rodeos y el no querer creer la evidencia de que la intención de ThyssenKrupp es la del cierre. Les Corts Valencianes han aprobado por unanimidad una declaración institucional en la que instan a la multinacional a paralizar cualquier tipo de procedimiento de cierre de la planta de Galmed en Sagunto hasta que no se haya resuelto la venta de la empresa. 

Una decisión "injustificada e injusta". Así de claro se mostraba el escrito firmado por los portavoces del Partido Popular, el PSPV, Compromís y EUPV, la que señala que a pesar de las numerosas negociaciones entre los representantes de los trabajadores de la empresa con la dirección encaminadas a evitar el cierre de la factoría, el 1 de julio ThyssenKrupp inició el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que pretende el despido colectivo de 165 trabajadores.

En la declaración también se ha solicitado a las autoridades públicas competentes a "mantener toda la intensidad y la decisión política para preservar el empleo de la planta saguntina". Pero desde la Administración ya no hay más combos posibles. Tras reuniones entre el conseller de Economía, Máximo Buch, con el Comité de Empresa; del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, con el ministro de Industria, José Manuel Soria y de todos con la empresa, este miércoles se reunía Buch con el titular de la cartera de Industria para acordar una estrategia. 

"Vamos a pedir a Thyssenkrupp, tanto desde el Ministerio como desde la Generalitat, que reconsidere su posición y que busque alternativas al cierre, que podrían pasar por la venta de la planta a un inversor, o también por la reducción de la actividad", ha puesto como ejemplos. 

"La unanimidad conseguida entre todas las fuerzas políticas a nivel municipal, autonómico y estatal no han podido disuadir a la empresa de cerrar y no vender Galmed" apuntan los partidos del parlamento valenciano. Y finalmente, asumen que queda en evidencia que es una deslocalización en función de intereses alemanes y de una política proteccionista que atenta contra los principios de la Unión Europea. 

Por ello, las Corts consideran que hay que "seguir luchando para evitar el cierre por parte de ThyssenKrupp", sobre todo para que no se produzca "cuando parece que hay propuestas de compra". Para la cámara autonómica, la oferta de compra, teniendo en cuenta la intención de cierre de la empresa, es "la única realidad para mantener la actividad y los puestos de trabajo que, en todo caso, evidenciaría las verdaderas intenciones de la multinacional alemana".

Los partidos del Parlamento valenciano creen que esto puede ser un "precedente muy peligroso", al trasladar la producción a otro país de la Unión Europea a pesar de tener beneficios.  Sobre todo, añade, "teniendo en cuenta que el 90 por ciento de los clientes de Galmed son factorías automovilísticas radicadas en el Estado Español, entre ellas Ford, que deberán soportar el aumento del coste del producto derivcado del factor logístico".

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