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VALENCIA. Los directivos de Metrovalencia no quieren darse cuenta, pero sus usuarios habituales están indignados. Es evidente que, con el paso de los años, la tarifa de sencillos, bonometros y abonos sigue subiendo, sin embargo, los servicios siguen empeorando y cada vez es mayor el afán de recorte y la disminución de frecuencias horarias. 

"Los servicios ofertados satisfacen las expectativas de los usuarios". Esta fue la contestación de que dieron desde la división valenciana de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) a la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana al reprocharles que el 71% de los usuarios de este servicio de transporte se veía afectado por los recortes que se han efectuado la línea con los horarios de verano. 

Una situación que ya se repitió durante las vacaciones de Semana Santa de este año, donde se redujeron los horarios con la que se provocó malestar entre los usuarios del metro. No obstante, para la empresa, no ha aumentado el número de reclamaciones de forma significativa, por lo que el incremento de usuarios molestos y descontentos con el servicio carece de relevancia. 

En 2012 ya se dieron recortes de los horarios, en este caso permanentes. El 1 de febrero la entidad llevó a cabo una reducción del servicio del 5%. Las líneas 3 y 5 de Metrovalencia mantuvieron los horarios vigentes entre las 7 y las 22 horas, así que las modificaciones se produjeron fuera de esa franja horaria. En éstas se contemplaba la eliminación de los trenes con una demanda menor, dejando a a algunos usuarios sin un servicio público que debería intentar cubrir esas necesidades. 

En el caso de este verano, a pesar de que la empresa se escuda para anunciar su horario en las vacaciones escolares y universitarias, hay muchos metros que no están destinados a estas líneas y los usuarios siguen utilizando en los días laborales. Ni todos los usuarios son estudiantes ni éstos acaparan en época lectiva la totalidad de las líneas y los horarios, por lo que sigue afectando a trabajadores, entre otros, que siguen usando el metro para realizar sus desplazamientos.

SUBIDA DE PRECIOS PERO MENOS PRESUPUESTO 

En septiembre de 2012 se produjo la última subida. El motivo era el aumento de un 2% del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) anunciado por el Gobierno en julio, lo que pasaría a gravar el importe de un 8 a un 10%. Pero los incrementos fueron mayores y se situaron entre un 5% y un 11%, por lo que es evidente que realizaron un aumento bastante superior a su justificación.

Este incremento se unió al realizado el 1 de enero de 2012, en el que se aumentaron un 5% las tarifas. A esta decisión se sumó el paso de la estación de Aeroport de zona B a zona D, incrementando el precio del billete sencillo un 95%.  

Los usuarios no sólo se quejan de los recortes y cambios de horarios, también de los vagones masificados a causa de la falta de paso de metros, lo que está llevando a muchos a tener que utilizar transportes alternativos. También hay problemas con las tarjetas de recarga, debido a fallos de las máquinas que en muchas ocasiones no se pueden ver resueltos por no haber taquillas ni personal en las estaciones. Todos estos contratiempos llevan a que más del 50% de los usuarios tenga quejas con el precio.

UNA REDUCCIÓN SIGNIFICATIVA DE TRABAJADORES

Una de las pegas al servicio es la plantilla de FGV, que se ha visto menguada a causa del último Expediente de Regulación de Empleo (ERE). En 2008, una vez completado el proceso de ampliación de la red con la nueva conexión Puerto Aeropuerto y la Línea 6 del tranvía se alcanzaron los 1.580 trabajadores.

Sin embargo, en noviembre de 2012 se inicio la aplicación del ERE en FGV sobre una plantilla para Metrovalencia y el TRAM de Alicante de 1.805 trabajadores y que afectó entre las dos explotaciones a 310 trabajadores. De modo que la plantilla actual de Metrovalencia desciende a unos 1.200 trabajadores.

El presupuesto de la empresa también ha visto reducida su asignación, siendo en 2009 de 148 millones de euros a los 131 millones de euros previstos para este ejercicio. La partida de personal ha pasado de 96 millones a 79 millones de euros, quedando el resto de gastos en cifras similares como consumo de energía eléctrica o mantenimiento, mientras que la partida de otros gastos de explotación ha pasado de 12 a 9 millones de euros.