VALENCIA. La industria de la energía renovable sigue con el corazón encogido tras la entrada en vigor del Real Decreto Ley 9/2013 por el que se aprueba la nueva ley energética debido a la bajada de rentabilidad que supone este nuevo recorte. Lo que para unos significa garantizar la estabilidad financiera del sistema eléctrico, para otros es llevar a la quiebra a multitud de instalaciones y dejar 'KO' a empresarios y pequeños inversores.
La Comunitat Valenciana es uno de los referentes en energía renovable y en 2015, según las previsiones, acabaría con un 40% de la potencia de generación eléctrica en servicios basados en éstas. Sin embargo, las esperanzas se están derrumbando desde hace tiempo, ya que cada paso que da el Gobierno en materia energética es un mazazo, sobre todo, para el sector eólico y fotovoltaico.
Todas las asociaciones y empresas del sector, además de los particulares, temen una oleada de cierres y de falta de inversores. Y es que desde el Gobierno, a base de golpes, siguen hundiendo la industria de las renovables en las que, algunas decisiones, repercuten de forma más acrecentada en la Comunitat Valenciana.
1. Cambio del sistema de retribución. El azote más fuerte llega con el cambio del modelo de retribución de energía, tanto para las energías renovables como para las convencionales, introduciendo lo que el Gobierno denomina como una "rentabilidad razonable". Esta rentabilidad de la que habla Industria se vincula a la rentabilidad del bono español a diez años más 300 puntos básicos, pudiendo modificar los márgenes en función de la demanda eléctrica.
En definitiva, la intención es que la rentabilidad sea del 7,5% para los próximos seis años sin tener en cuenta lo que se ha amortizado de la instalación. Sin embargo, el presidente de la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen), Marcos J. De la Cruz añade que en ningún caso está garantizada la vida de las instalaciones porque ni se sabe cómo se podrá conseguir esa rentabilidad.
2. Tasación igualitaria de las plantas. Puede ser otro de los grandes inconvenientes para las empresas de energía renovable de la Comunitat Valenciana. Para el presidente de Avaesen no es lo mismo una planta fotovoltaica en la Comunitat que una situada en el norte del país, ya que la radiación solar y la tecnología punta varían en gran medida. "Con este sistema se fomentan las plantas mal diseñadas y que no han hecho un trabajo excelente".
3. Baja rentabilidad. Las empresas de energía renovable siguen sin ver claro que ellas tengan que asumir una rentabilidad del 7,5% para toda la vida útil de la instalación mientras que las principales eléctricas del país se mueven entre el 20% y el 45%. "Todo vendemos energía, nosotros sí que tenemos que pagarlo, pero nuestro hermano mayor no" apunta J. De la Cruz.
Esto disminuye cuantiosamente el atractivo de inversión ya que, en 2008, las rentabilidades prometidas a los que ofrecieron su dinero rondaba el 12%. Ahora, los fondos buitre son lo que sobrevuelan las plantas fotovoltaicas intentando comprar a precio de ganga lo que para muchos ha perdido su valor con una caída en picado.
4. Excedentes laborales para mantener las plantas. En el caso de la Comunitat Valenciana, estos recortes en la rentabilidad no sólo afectan a los propietarios de las plantas de un sector que a día de hoy genera 4.000 empleos directos, sino que también tocan al tejido auxiliar que mantiene las instalaciones y que carecería de sentido en el caso de desaparecer gran parte de las plantas. Si no se puede mantener a estos trabajadores, las plantas quedarán desatendidas.
5. Incertidumbre máxima. Avaesen ve imposible ofrecer un dato económico sobre la repercusión de este nuevo decreto ya que no se sabe aún cómo va a realizar el cálculo el Ministerio de Industria. A pesar de que apuntan al 7,5% de rentabilidad, no saben en qué margen de costes se han movido para poder obtener la cifra.
Además, a este sector se le une el constante cambio de normativa en los últimos años. J. De la Cruz lo asemeja con el caso de las preferentes. "Se confió en un Real Decreto publicado en 2007, y sin embargo en 2013 estamos prácticamente sin nada". Y es las expectativas del sector se han rebajado un 40% desde que se pusiera en marcha las ayudas con el Gobierno socialista. "Esto te condena de por vida" explica.
6. Irrelevancia de actuaciones complementarias. El Gobierno no tendrá en cuenta las prácticas complementarias de las empresas del sector renovable con la sociedad. Por ejemplo, explica que es un práctica normal que las fotovoltaicas mantengan caminos de acceso a las plantas o repoblaciones forestales. Sin embargo, ésto no les será reintegrado de ninguna forma a pesar de que destinar parte de sus ingresos a estos usos.
7. Falta de respuesta a pequeños ahorradores. Fueron muchos los particulares que depositaron sus ahorros en las plantas, catalogadas en 2008 como una alternativa segura de inversión y a las que se atribuía los calificativos de "comodidad, seguridad y estabilidad". Sin embargo, ahora éstas se encuentran en manos de personas que no pueden afrontar su manutención y tampoco pueden seguir endeudándose para mantenerlas, lo que motivará el cierre masivo lastrando el sector.
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