VALENCIA. La consellera de Educación, Cultura y Deporte, María José Catalá (Valencia, 1981), es la responsable autonómica más joven y con mayor proyección del Gobierno liderado por Alberto Fabra.
Su ascenso ha sido fulgurante desde que, con 26 años, diera la sorpresa en su municipio, Torrent, logrando una victoria en las elecciones locales en la que muy pocos confiaban. Ahora, solo seis años después, muchos la señalan como la mujer del PPCV con mayor futuro dentro del partido y del Gobierno valenciano. En las últimas semanas, incluso, se habla en los corrillos políticos de un ascenso todavía más rápido y fulgurante de la joven dirigente popular: ¿ambición real de la consellera o blanco perfecto para que sus rivales 'quemen' su nombre?.
Resulta indudable que Catalá no ha nacido para permanecer en un discreto segundo plano. Estos días ha vuelto a salir a la palestra para poner orden respecto a la polémica surgida por la proposición no de ley sobre el valenciano, una cuestión que atañe a su conselleria.
"Las batallas en torno al valenciano solo conducen a debilitarnos como pueblo", subrayaba este lunes en una entrevista concedida al diario ABC. No han sido las únicas manifestaciones pronunciadas en esta línea en los últimos días, en los que también subrayó: "el valenciano es un elemento de entendimiento y nunca de confrontación".
De esta manera, Catalá ha adoptado un rol de mediadora, casi de portavoz ‘pacificadora', logrando un buen tratamiento comunicativo en este asunto. Esta, precisamente, ha sido siempre una de sus mejores cualidades como política y así lo certifican fuentes populares de Torrent, que aseguran que la consellera logró acuerdos con todo tipo de asociaciones y organizaciones en el ámbito local durante su etapa de alcaldesa.
Así pues, aunque haya evidenciado que la iniciativa -o al menos el contenido- propuesto por la dirección del grupo parlamentario no ha sido de su agrado, ha contribuido a templar gaitas ante la opinión pública.
No es la única aparición estelar mediática de Catalá en las últimas semanas. Su iniciativa sobre la Formación Profesional Dual o su acuerdo para la reforma de las titulaciones universitarias han situado a la consellera como una de las dirigentes de ‘moda' del Gobierno valenciano. Esto explicaría que el nombre de la responsable autonómica esté en boca de todos, aunque en las entrañas del partido viene avisándose de la proyección de la exalcaldesa desde hace meses.
Esto, en cualquier formación política, tiene consecuencias. En el seno de la formación popular de la Comunitat Valenciana han crecido las especulaciones respecto al futuro de la consellera. De hecho, hay quien ya le sitúa a Catalá el cartel de sucesora de Alberto Fabra si este fracasa en las próximas elecciones autonómicas.
Incluso algún dirigente del partido la señala como posible candidata para 2015 si se complican las cosas para el jefe del Consell, quien recientemente fue denunciado por la Asociación contra la Corrupción por la contratación de dos asesores en su etapa como alcalde de Castellón. Otra de las posibilidades que circulan en el partido es la de que la consellera sea llamada desde Madrid para ocupar algún cargo de relevancia en el Gobierno de Mariano Rajoy.
¿REALIDAD O ZANCADILLAS DENTRO DEL PROPIO PARTIDO?
Desde el entorno de la consellera rechazan estas opciones y las atribuyen a "filtraciones interesadas" con la intención de "quemar" a Catalá debido precisamente a su buena proyección, aunque admiten que la titular de Educación tiene buena sintonía con pesos pesados en la capital, como el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo. Según fuentes del partido, la consellera también suele viajar con frecuencia a Madrid, donde fue diputada en el Congreso en 2008 y donde, además, se observa con atención su progresión, según señalan fuentes del PP instaladas en la capital.
La consellera, quien históricamente ha contado entre sus apoyos con el presidente de Les Corts, Juan Cotino, posee una implantación relevante en l'Horta Sur. Incluso llegó a plantearse en su día, como ya informó este diario, en presentar a una de sus afines para luchar por la presidencia comarcal. No obstante, este paso exigía un enfrentamiento con Reme Avia, apoyada por el presidente provincial de Valencia, Alfonso Rus, por lo que la consellera prefirió dar un paso a un lado y no generarse un conflicto con la dirección provincial del partido.
En este sentido, tanto los partidarios de Rus como los del vicepresidente del Consell y líder del PP alicantino, José Císcar, valoran la habilidad y proyección de Catalá aunque la observan con cierta desconfianza. La titular de Educación mantiene además el equilibrio con el secretario general del PPCV, Serafín Castellano, distanciado de los citados presidentes provinciales. En definitiva, un juego a largo plazo de la consellera más joven del Ejecutivo para no ganarse enemigos de cara al futuro.
Es la candidata ideal. Parece (des)ilustrada. Eso en el PP es todo un mérito!! Es mujer, con el tirón que debiera tener entre las "marujas", esas que auparon y jalean a la senyà Rita. Es de suaves formas ante los focos. Luego, fuera de los focos, "saca el garrote". ¡¡Que se lo pregunten al sector Educativo y sus sindicatos!! Y en las tertulias de la SER, a las que acudió durante bastante tiempo, y con las que me pude hacer una idea de la señora Catalá. Así cuando el bravo Rafa Rubio, socialista, la ponía en aprietos ante la corrupción del PP en la Comunitat, la Catalá sacaba a pasear toda su "filosofía política" y el "Y tú más, mucho más!!! faltaría y ¡cómo no! el Filesa, a Roldan etc. etc. etc. Sí, para el PP no es de extrañar, es la candidata ideal para tapar toda la mierda que sale no sólo de Emarsa si no de todo lo que han tocado los Popularistas en los últimos 18 años en la Generalitat y 21 en el Ayuntamiento.
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