Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Economía incumple con Unión Gremial el criterio que aplicó para excluir a Anged del Observatorio
• El 'problema valenciano' se cuela en Madrid
• A quién le sube y a quién le baja los impuestos Joan Ribó

VALENCIA. Siete meses que parecen siete años o siete siglos. El conseller de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Carlos Moragues, administra la cartera más ardua del Gobierno valenciano. Aunque el conseller se muestra optimista respecto a la dirección de la economía valenciana, sabe que le tocó bailar con "la más fea" y son varios los asuntos que le ocupan y le preocupan. 

Las llamadas a la puerta de la conselleria para cobrar pagos es contante. Farmacias, institutos tecnológicos, universidades y dependencia entre otros, necesitan hacer frente a sus deudas y Hacienda es la que debe de establecer preferencias. La consolidación fiscal y la estabilidad financiera se han convertido en actores secundarios, como afirmaba el conseller este martes en un acto del Fórum Europa, ahora el equilibrio presupuestario se torna de vital importancia.

Son seis las pesadillas que atormentan cada día a Moragues desde que llegó, según su propia confesión pública. Una cartera que recibió de manos de José Ciscar tras la dimisión de su antecesor, José Mauel Vela, y que escondía algunos de los mayores problemas de la economía valenciana. Ahora, los tiene todos encima de la mesa para empezar a solucionarlos.

#1. Necesidad de certidumbre por parte del Estado: La Generalitat necesita "saber cuándo, cuánto y como" va a percibir los fondos del Estado". Moragues quiere avisar a proveedores, colectivos, pymes y asociaciones sobre "cuando, cuanto y cómo" les va a pagar. Según explicaba, la administración pública no debe financiarse con las pymes, colectivos, universidades y farmacias. "Eso es inaceptable", recalcaba. Se quejaba de haber tenido que estar "todo el mes de diciembre suplicando" al Gobierno para recibir el último tramo del Fondo de Líquidez Autonómica (FLA), de 437 millones. 

#2. No convertir a la Administración en un problema. "Las administraciones públicas no podemos ser un problema, si no la solución" explicaba el conseller. "Debemos pagar a proveedores". Y es que Moragues sabe que la falta de pago está siendo uno de los grandes males de la economía valenciana y la viabilidad de muchas empresas dependen de sus pagos. Moragues recalcó que los pagos del primer tramo del nuevo mecanismo de pagos, que incluye a entidades sin ánimo de lucro, ayuntamientos y universidades, comenzará en octubre, tras culminar el 19 de septiembre la relación de deuda y se podrá ampliar a otros tramos.

#3. Conseguir el déficit asimétrico. Para el conseller es vital conseguir un déficit asimétrico y que se pueda cumplir. "Es de justicia reclamar un déficit diferenciado, pero no a la carta" y reivindica que ante distintos puntos de partida como la deuda, infrafinanciación y gasto per cápital, las cifras de déficit no pueden ser iguales. "Es como si quisiéramos que Alemania y España tuviesen la misma cifra de déficit, no tiene sentido, es un disparate" apuntaba. El conseller recalcaba que las "comunidades incumplidoras" es un debate "parcial, no real" y de carácter "político", sin "fundamento técnico ni jurídico". 

#4. La mala financiación de la Comunitat Valenciana. Moragues explicaba, que desde que entró en la cartera de Hacienda, se dio cuenta de la necesidad de trabajar para mejorar la mala financiación de la Comunitat Valenciana. Según apuntaba el conseller, los ingresos del Estado sólo cubren el 81% de sanidad y educación, las partidas con el presupuesto más grande. Recalcaba la infrafinanciación de 1.000 millones por año y la posición de desventaja de la región valenciana, Murcia y Baleares respecto al resto.  

#5. El pago a 30 días puede incumplirse. Las nuevas medidas contra la morosidad establecidas por el Gobierno pueden suponer un problema, y más aún si no se asegura la posibilidad del déficit asimétrico. "Para pagar a 30 días, tienes que tener un déficit que puedas cumplir y una financiación que pague ese déficit" apuntaba. En el caso de que estas dos circunstancias no se den, se estará en una diatriba de no poder pagar en el plazo por lo que se cumplirán las amenazas de la Ley de Estabilidad Presupuestaria de medidas preventivas, coercitivas y de corrección.

#6. El cobro de la deuda histórica. Moragues cree necesario el cobro de la deuda histórica y sabe que para las arcas de la Generalitat sería un gran alivio. Sin embargo, no cree que la situación actual sea el momento más oportuno. "Se tiene que saber, reivindicar y pedir" apunta, pero también "ver que no es el menor momento para resarcirla. El Partido Popular ya se negó en una votación en las cortes a exigir el cobro al Gobierno en época de crisis, y prefiere que llegue la época de bonanza para pedir cuentas.