VALENCIA. Ya hace más de cien años que el alcalde Antonio Sanchis Bergón fundó la Asociación Valenciana de la Caridad y ni un solo día ha dejado de ayudar a los más necesitados. Así lo ha transmitido Antonio Casanova, presidente de la popularmente conocida como ONG del pueblo valenciano, en el Almuerzo-Coloquio celebrado en el Hotel Westin de Valencia. La Asociación Española de Directivos ha reunido a más de 60 directivos que han podido conocer de primera mano cómo funciona la institución fundada en 1906, que en el año 2012 repartió 364.777 raciones de comida y en cuyo albergue pernoctaron 22.000 personas.
Antonio Casanova, economista de profesión y que compatibiliza sus negocios familiares con su dedicación altruista a Casa Caridad, intervino bajo el título "Casa Caridad, cómo hacer más con menos". Presidente de la institución valenciana desde el año 2000, Casanova aseguró que "hay que tratar de alejar la idea de que las instituciones benéficas como la Casa de la Caridad están obsoletas y son dirigidas por personas con chistera", a la par que instaba a los directivos a reflexionar sobre el compromiso social que adquieren algunas empresas. "Muchas grandes empresas muestran su compromiso con el medio ambiente, pero no tienen compromiso social hacia gente necesitada como niños o ancianos", expresó.
El presidente de la ONG del pueblo valenciano enunció las dificultades que hay en España para hablar de filantropía, "un país en el que no hay mentalidad arraigada de realizar donaciones desinteresadas". Actualmente la asociación ofrece 1200 raciones de comida diarias, generando unos gastos diarios de 9.300 euros, lo que supuso el año pasado un coste de 3,4 millones de euros. "Se están recrudeciendo los datos respecto de 2012 en un 15% más, lo que demuestra los fuertes efectos de la crisis en la sociedad valenciana", indicó Casanova. Casa Caridad abre los 365 días del año y entre sus servicios se encuentra el comedor, el albergue, el módulo de convalecientes y el programa escuela-familia, además del próximo albergue para familias.
Igualmente, Casanova también quiso resaltar los valores de una institución "privada, plural, independiente y transparente", cuyos fondos provienen en su mayoría de los socios. "Para ser independiente hay que ser económicamente fuertes, por ello la captación de recursos es vital, para continuar haciendo labor social", apuntó. El actual presidente de la institución benéfica implantó un modelo profesionalizado a su llegada al cargo, que ha asegurado la supervivencia de la institución, externalizando servicios como los de cocina, limpieza y seguridad. "Tenemos un modelo totalmente empresarial, creemos que si no funcionamos así la Casa Caridad se extinguirá. Aún así, sin los 196 voluntarios que nos ayudan cada día sería imposible llevar a cabo nuestra función social", puntualizó.
Dentro de su ponencia, Antonio Casanova también quiso destacar que Casa Caridad no discrimina a nadie a la hora de ofrecer sus ayudas. "Somos plurales porque no excluimos a nadie, bien por su ideología, sexo, religión... Sólo pedimos que sea respetuoso y que tenga necesidad". En el presupuesto de la asociación valenciana tan sólo el 21% de sus recursos provienen de otras instituciones, lo que significa que "dependemos del pueblo valenciano, de nuestros socios y de las donaciones". Para concluir, el presidente de Casa Caridad aseveró que aunque la institución benéfica funciona como una empresa, "ni producimos ni vendemos, nuestro secreto es que damos cariño y cuidamos de la gente".
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