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VALENCIA. El PSPV que lidera Ximo Puig no consigue la estabilidad en Alicante, una plaza que en los últimos tiempos viene dando notables dolores de cabeza a la dirección de los socialistas valencianos. Una disputa interna por una votación respecto a la devolución o no del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) sembró días atrás el conflicto en el grupo municipal de Alicante.

La exportavoz y en su día candidata Elena Martín, secretaria de Organización del PSPV en la era Jorge Alarte y próxima a la exministra Leire Pajín, encabezó las discrepancias con el actual portavoz socialista en el ayuntamiento, Miguel Ull.

Este enfrentamiento por diferencias en una votación esconde, según fuentes de la dirección socialista, el verdadero problema del PSPV en Alicante ciudad: un conflicto de carácter principalmente personal que está socavando las posibilidades del partido en el ayuntamiento.

Cabe recordar que en esta ciudad los socialistas valencianos cosecharon un resultado desastroso en las últimas elecciones locales de 2011. El PSPV, con la candidatura liderada por Elena Martín, cayó hasta una representación de ocho concejales. 

Este fracaso electoral propició la sustitución de Martín como portavoz, en lo que aparentaba ser un relevo de cara a una legislatura de carácter constructivo frente a una alcaldesa, Sonia Castedo (PP), con cada vez más problemas en su partido por la imputación que pesa sobre ella en el caso del PGOU alicantino, pieza separada de Brugal. La sustitución de Martín, al igual que la remodelación de la dirección local del partido, estuvo controlada por el histórico dirigente socialista Ángel Franco, con el beneplácito de la dirección del PSPV.

La rebelión en la disciplina de voto de Elena Martín y otros tres ediles provocó la airada reacción de la Ejecutiva local, que acordó la expuslión de los concejales díscolos. Esta decisión calentó todavía más los ánimos en el grupo municipal, provocando que estos concejales, esgrimiendo su mayoría, convocaran una reunión para forzar el relevo del portavoz.

Esta decisión, según fuentes de Blanquerías, no se ajusta a la legalidad interna puesto que un encuentro de estas características requiere de la autorización del portavoz del grupo, es decir, Miguel Ull, algo que no se produjo. Por tanto, a ojos de la dirección socialista el cambio de líder socialista dentro del ayuntamiento no se ha hecho efectivo. 

Con este escenario, desde la dirección socialista se han redoblado los esfuerzos para impedir una desintegración del grupo que podría dejar a más de la mitad de los concejales fuera del partido dentro del ayuntamiento. Una situación calificada de "desastrosa" por las fuentes consultadas, dado que dejaría al PSPV en una posición de debilidad precisamente en una plaza donde las opciones de crecer son importantes -Compromís carece del peso que tiene en Valencia- pero en la que sí existen otros actores peligrosos para los intereses socialistas como Esquerra Unida o UPyD.