Algunos de los accionistas presentes en la Junta de Accionistas del Banco de Valencia, celebrada el sábado por la mañana en el Palau de la Música, lanzaron una intensa batería de preguntas hacia José Luis Olivas, presidente de la entidad, en lo que algunos de los presentes calificaron como un claro intento de desestabilizar el acto
VALENCIA. Algo se imaginaban los directivos del banco tras los últimos enfrentamientos societarios en el seno de Aguas de Valencia producidos entre los socios locales, a la cabeza de los cuales se halla el Banco de Valencia, y los franceses de Suez -minoritarios con un 30% en el capital-, un largo conflicto larvado desde épocas pasadas y que desembocó el último año en la exclusión de Bolsa de Aguas y el posterior rechazo de la petición de Suez de entrar en su consejo de administración.
Agrupados en torno a Juan Broseta, representante de Suez en Aguas, hasta cinco manos se alzaron para preguntar por estas cuestiones durante el turno de preguntas en la parte final de la Junta. A ellas respondió someramente el presidente del banco, José Luis Olivas, postergando una explicación más detallada por escrito para dentro de unos días.
Realizaron preguntas los accionistas Alfonso Leal, Francisco Pérez Etors, Antonio Herce, Diego Muñoz y José Garrido Barberá, quienes pidieron explicaciones sobre la gestión del banco, los contratos de los directivos, la evolución del valor en bolsa, la actividad del fondo Fidelity y otras. La tensión se mascaba en el ambiente.
Olivas comenzó el turno de respuestas anunciando que trasladaría por escrito a los accionistas que lo pidan "todas las respuestas" Entre otros comentarios, Olivas respondió que el Banco de Valencia no había concedido "a Eugenio Calabuig ningún préstamo en los últimos tiempos". Sobre el contrato blindado del consejero delegado del banco, Domingo Parra, dijo que "es un contrato razonable en la línea media baja del sector, para desgracia de él".
Sobre el juego a la baja que el fondo de inversiones norteamiercano Fidelity está realizando en torno al valor de la entidad, respondió el presidente que "el BVA no puede quedar inmune a los movimientos especulativos existentes el sector financiero a nivel mundial". Añadió Olivas que "es imposible controlar a los que nos atacan", mientras anunció que el grupo tiene 15 millones de acciones prestadas -sólo Fidelity tiene 2,6 millones en posiciones bajistas- para acabar afirmando que el banco va a seguir incrementando su autocartera desde el 2,5% actual (lo máximo permitido por la ley sube hasta el 10%).
Terminaba así una junta que se preveía una junta calentita, como finalmente se desarrolló. Dos horas y media dieron para mucho en un Palau de la Música plagado de accionistas y ‘contraccionistas'. A las once y media de la mañana comenzó el acto con dos ausencias por enfermedad, José Vicente Royo Cerdá (consejero independiente por Inversiones Rocertex) y José Segura Almodóvar (consejero independiente).
A las dos de tarde concluía una de las juntas más movida del Banco de Valencia donde estuvieron representados 18.937 accionistas (222 presenciales), que agrupaban 388,90 millones de acciones, el 82,15% del capital social del banco.
REPARTO DE DIVIDENDOS
La Junta acordó el reparto al accionista de 0,105 euros de dividendo con cargo al ejercicio 2009, lo que supone mantener la cantidad por acción de 2008. Igualmente aprobó las cuentas anuales, el informe de gestión y la aplicación de resultados del ejercicio 2009, en el que se obtuvieron beneficios netos de 132 millones de euros, inferiores en un 12,21 por ciento a los de 2008.
Además, los accionistas han aprobado una ampliación de capital gratuita de una acción nueva por cada cincuenta antiguas, con la generación de los pertinentes derechos de suscripción preferente.
La suma del dividendo aprobado con cargo a 2009 (0,105 euros) y del cupón generado con ocasión de la nueva ampliación de capital gratuita supone una rentabilidad vía reparto del 4,5 por ciento.
El presidente de la junta general, José Luis Olivas, destacó durante su intervención que los resultados obtenidos son "típicos y recurrentes", resaltando el "fortalecimiento" de la solvencia obtenida por el banco durante los últimos años, así como "la eficiencia alcanzada".
Dada la ampliación de capital gratuita completada en 2009, el Banco de Valencia repartirá con cargo a ese ejercicio 49,2 millones de euros, un 1,5% más que los 48,4 millones repartidos con cargo a 2008.
Por último, la evolución del número de accionistas también ha sido positiva durante el año, con un incremento del 12% hasta superar los 39.000 accionistas, 4.382 más que hace doce meses.
Ante esto, Olivas se propuso lanzar un mensaje "nítido" a los mercados, aseverando que la entidad "sigue teniendo capacidad y voluntad de seguir adquiriendo, dado que ofrece 542 millones de exceso de fondos propios, así como plusvalías latentes por encima de 123 millones".
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