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VALENCIA. "Tenemos que pasar a la acción y, si lo hacemos de forma coordinada, antes y mejor llegará el resultado y será más sólido". Así ha empezado Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) su examen de la situación económica, apuntando tanto a su organización, como a sus asociados y a quienes tienen más poder para cambiar las cosas: bancos y políticos.
Infundido del poder que le ha dado el éxito en uno de sus principales objetivo como presidente de la organización, la fusión entre CEV y su homóloga de las pymes, Cepymev, Navarro ha repasado los que para él son los problemas más acuciantes, sin olvidar una propuesta de solución, para quien quiera oírla y pueda llevarla a la práctica.
De puertas para adentro, ha recordado a los socios de ambas organizaciones su condición de empresarios "con independencia del tamaño, del sector, del territorio o del régimen de vinculación con la Seguridad Social", para los que, si hay alguna certeza, es que "no vamos a retomar los tiempos pasados". Por lo que hay que actuar en consecuencia.
LOS EFECTOS DE LA INFRAFINANCACIÓN AUTONÓMICA
El primero de los recados ha ido destinado al Gobierno central y a la clase política. "La infrafinanciación de nuestra Comunitat supone que cada valenciano percibe al año 211 euros menos que la media de los ciudadanos del país"; por eso, no hay espacio "para el juego político", porque esos euros que cada valenciano percibe de menos representan 1.050 millones de euros menos al año para la Comunitat.
A este déficit de financiación se suman los recortes en los presupuestos públicos. Navarro ha recordado que los últimos Presupuestos Generales del Estado se han reducido en un 24% respecto al ejercicio anterior y en un 34% las partidas destinadas a la Comunitat Valenciana.
"Necesitamos una clase política fuerte y comprometida con los ciudadanos, a quienes se deben, que ponga límites al poder financiero y presente alternativas a este extraordinario bloqueo económico en el que nos encontramos desde hace ya demasiado tiempo". En este sentido, ha respaldado la firma grandes acuerdos y, entre ellos, la reestructuración del sector público.
"Pero tan importante como ajustar es saber dónde se puede ajustar y hasta dónde y qué es prioritario y qué no tanto". Entre lo básico sitúa los instrumentos de estímulo de la economía y del tejido productivo, que deben seguir funcionando como palancas de reactivación. Entre ellos ha apuntado preservar la red de institutos tecnológicos, el liderazgo del puerto de Valencia, la feria de muestras o la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR).
LUCHA CONTRA EL FRAUDE
En materia fiscal ha negado que España tenga un nivel bajo de carga impositiva. De hecho, en 16 meses ha habido 30 alzas de impuestos, entre ellos algunos tan importantes como el de Sociedades, IVA e IRPF, y se han creado 11 tributos prácticamente nuevos. "Esta alza impositiva está asfixiando a nuestras empresas en su momento más crítico, en el momento en el que los impagos de la Administración y la falta de financiación las hace más vulnerables", ha señalado.
Lo que hay que hacer es tomar otras vías para conseguir nuevos recursos e ingresos, como debemos atajar la escandalosa bolsa de fraude fiscal. Según las últimas estimaciones la economía sumergida en España representa más del 23% del PIB y supone una merma en la recaudación de más de 80.000 millones de euros anuales. "España es la décima potencia mundial en fraude fiscal, exigirá al Gobierno un compromiso firme que deberá tener reflejo en sus partidas presupuestarias", ha recomendado.
De cara a la coordinación de esfuerzos empresariales, ha calificado de decepcionante, tras meses esperando su aprobación, la indefinición que trae consigo el Anteproyecto de Ley Básica de las Cámaras, la obligación de registro de todas las empresas a la cámara territorial, la contradicción que supone la supuesta representación "universal" de los intereses de las empresas junto al ejercicio de funciones público-administrativas, el nuevo régimen electoral y las funciones que se les atribuye en materia de formación.
CRÉDITO A LAS EMPRESAS
También exige un compromiso firme del Gobierno por el reestablecimiento del crédito a empresas y ciudadanos. "Toda atención ha estado, y sigue estando, en el sistema bancario mientras que el ciudadano y el empresario, los agentes de la economía real, siguen desasistidos" ha denunciado.
Según datos del Banco de España, la financiación a los hogares y empresas cayó, en tasa interanual hasta abril de 2013, un 4,3 y un 7,2 respectivamente, mientras que el crédito a Administraciones Públicas crece a ritmos del 19%. En lo que respecta al crédito a empresas valencianas, la restricción se sitúa casi tres puntos por encima de la media nacional.
"Parece que los políticos hasta este momento, y después de cinco años, no han encontrado el camino para resolver los problemas derivados de la reestructuración del sector financiero" ha disparado. Tampoco se han implementado políticas de estímulo de la economía y aún con un desempleo del 27% de la población las políticas activas de empleo han sufrido también recortes presupuestarios.
CONCENTRACIÓN Y AMBICIÓN
En el caso de la empresa valenciana, esta se encuentra ante el reto de ganar tamaño para ser más productiva y competitiva. Aunque es un mal compartido con otros países, lo que diferencia a los valencianos y españoles de los competidores es que la economía local presenta en términos relativos un muy reducido número de empresas grandes y muchas de tamaño pequeño y muy pequeño.
En Alemania, Francia y Reino Unido, el porcentaje de personas empleadas en empresas grandes es aproximadamente el doble que en España, y el número de empleados en microempresas la mitad. Así, hay que buscar y conseguir inversiones que además de favorecer la creación de empresas, movilicen a sus pymes proveedoras a ampliar mercados y alcanzar niveles de producción más eficientes.
Sin embargo, no todo es negativo y hay que aprovechar al máximo su diversificación, su larga tradición exportadora y la alta productividad de algunos de sus sectores más dinámicos. "Las empresas de menor dimensión tendrán que ser más productivas e innovadoras y adoptar las fórmulas de colaboración, o fusión, que les permitan posicionarse en los mercados internacionales. Una vez más, insisto, es tiempo de cambio y adaptación. Las prácticas que durante décadas dieron buenos resultados ya no son válidas", ha señalado.
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