VALENCIA. "Si hay emprendedores, hay empresas. Si hay empresas, hay empleo. Y si hay empleo, hay riqueza y bienestar en la sociedad". Éste es el silogismo que utiliza Juan Roig para explicar su implicación en proyectos de corte emprendedor, como la aceleradora de empresas Lanzadera, pero resume la lógica de otras inversiones e iniciativas en las que participa en los últimos años.
En algunos casos, ha asumido en primera persona el control de los proyectos, como ha sido el caso de Lanzadera, mientras que en otros ha optado por ejercer su liderazgo junto a otros empresarios de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), como en el Centro Universitario EDEM.
En unos y otros el retorno que generan estas actuaciones son de tipo directo, pero también social o colectivo para la Comunitat Valenciana y el tejido empresarial, sean proveedores de Mercadona o, simplemente, actores en la generación de riqueza en este territorio que también repercuten en el conjunto de España.
MECENAZGO Y CAMBIO SOCIAL
A largo plazo, la intención de proyectos como la constitución de un título de Grado en Administración y Dirección de Empresas para emprendedores, que ofrece plazas becadas por empresarios privados; el MBA junior de EDEM, gratuito para todos sus participantes y que va por la octava promoción; o el proyecto Lanzadera buscan impulsar un ecosistema local que cambie la percepción sobre le mundo de la empresa y los empresarios y no haga depender la formación de la capacidad económica.
Así lo asegura el empresario Manuel Palma, presidente de EDEM. "La idea es repercutir en las próximas generaciones y generar una obligación moral entre los beneficiarios para que el día de mañana devuelvan a la sociedad lo que han recibido de ella, colaborando en otros proyectos que mantengan el mismo objetivo", apunta.
De hecho, el modelo es similar al que se desarrolla en Estados Unidos en centro de formación como la Universidad de Harvard o el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) o distintas becas de mecenas privados. A diferencia de otras propuestas, en el caso de EDEM o de Lanzadera no se cuenta con financiación pública, un aspecto que tienen a gala sus impulsores.
CANALIZACIÓN DEL TALENTO
Por otra parte, estas iniciativas permiten diseñar a la medida de la demanda empresarial la formación y la práctica de los alumnos, seleccionados entre los mejores expedientes académicos y con actitudes más afines a valores como la "cultura del esfuerzo", prodigada en el entorno de Juan Roig.
De hecho, el MBA junior de EDEM está sirviendo para generar cuadros directivos para las compañías participantes, como ejemplifica el hecho de que un 65% de los alumnos se han incorporado a los equipos de las 70 empresas implicadas en el proyecto desde su puesta en marcha.
Por otra parte, en el caso de Lanzadera o del título de grado en ADE para emprendedores de EDEM, desde las propias organizaciones se reconoce su utilidad para descubrir nichos de negocio e inversión para sus mecenas y hacer posible a sus participantes convertir en viables unas iniciativas que, con la actual contención del crédito y el perfil de la formación estandar de las universidades, podrían tener serios problemas para salir adelante en la Comunitat Valenciana e, incluso, en España.
REPUTACIÓN Y VENTAJAS FISCALES
"Hay que crear empresarios que sepan compartir su riqueza con todo el país", asegura el presidente de Mercadona. Manifestar este compromiso repercute en la propia reputación de su impulsor. Al margen de recoger los frutos de su actividad empresarial, Roig consigue por medio de estas actitud haberse convertido en uno de los empresarios más influyentes, según distintas encuestas entre directivos.
Además, aspectos de tipo laboral, como las medidas de apoyo a la maternidad de sus empleadas u otras medidas que mejoran la mayoría de los convenios han situado a su cadena de supermercados entre las mejor valoradas por sus trabajadores y, por ende, entre sus clientes, lo que rema a favor del negocio.
Sobre las ventajas fiscales de las iniciativas sociales, en el caso de los emprendedores y de actividades relacionadas con la formación, Hacienda las contempla más como negocio que como patrocinio. "Prácticamente no existen medidas de incentivación de este tipo de cosas", señala Palma. De hecho, tanto en la inversión en proyectos empresariales innovadores o en la beca de estudiantes hay un alto riesgo, aunque siempre se aspira a compensar el costes de los proyectos fallidos con los que se saldan con éxito.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.