VALENCIA. El fuerza de una empresa reside en el control de la información que genera. Sin embargo, todo ese valor, clave para la toma de decisiones, no siempre está disponible por encontrarse disperso. Con el objetivo de separar y ordenar esa información útil en beneficio de la gestión nació Antara.
La empresa ofrece una plataforma en la que los usuarios pueden explicar los objetivos y características de su empresa para que el sistema detecte sus debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades, además de información sobre los competidores y expectativas de evolución. "El sistema se puede aplicar a empresas de cualquier sector", señala Miguel Borrás, socio fundador y CEO de Antara.
El cliente recibe consultoría para la gestión inteligente externa de la compañía, pero también para la interna interna, lo que permite el desarrollo de nuevos negocios a partir de los que ya se realizan. La plataforma es gestionada por el cliente, pero accede a ella a cambio del alquiler de la licencia.
DE TRABAJAR PARA OTROS A SER LOS PROTAGONISTAS
La empresa está en marcha desde hace dos años, pero su gestación exigió hace mucho más tiempo. "Los responsables del equipo desarrollábamos tecnología para terceros a través de los institutos tecnológicos, pero llegó un momento en el que decidimos dar el salto y constituir nuestra propia empresa de producto", señala Borrás.
Miguel Borrás y sus socios optaron por aplicar sus conocimientos y recurrieron a la ayuda de familiares, amigos y sus propios ahorros para sacarla adelante. Ante las dificultades para acceder al crédito, optaron por no repartir beneficios desde su puesta en marcha y reinvertir este dinero en innovación. De este modo, sólo solicitaron un 10% de la inversión a través de un préstamo, que avalar con sus propiedades.
Este año, Borrás y su equipo de Antara ha sido uno de los seleccionados para participar en el programa de aceleración Valencian Global, con el apoyo de la Generalitat Valenciana a través del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), que ha incluido una estancia en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos
EL MIT O LA CUOTA DEL GIMNASIO
Aunque en Antara ya tenían experiencia internacional, como demuestra que su primera factura fue para una empresa alemana, su estancia en el MIT tenía como objetivo ir más allá de Europa y desembarcar en 2013 en otros mercados, como el de Chile y Colombia, donde ya han iniciado su actividad.
En todo caso, Borrás considera que no basta con pasar por Massachusetts, sino que hay que esforzarse por sacarle todo el partido. "Es como pagar la cuota del gimnasio: si no vas y entrenas, no sirve de nada", señala. Entre los aspectos que más destaca de su experiencia está el conocimiento de nuevas estrategias de venta y otras facetas particulares a las que no podrían haber accedido sin el Valencia Global y el IVF.
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