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VALENCIA. Feria Valencia se dispone a su refundación. Las dificultades económicas que arrastra el recinto ferial por culpa de la deuda a la que debe responder por la millonaria ampliación que la ha convertido en la tercera mayor de Europa por metros cuadrados de exposición exigen soluciones imaginativas.

El presidente de Feria Valencia, Alberto Catalá, su director general, Enrique Soto, y el director del Centro de Eventos, Luis Martí, están sondeando a empresarios y políticos sobre una reestructuración mercantil de la entidad que agilice la gestión del complejo y la libere de la deuda que arrastra para poder financiar una nueva política comercial.

Soto, procedente de la patronal valenciana CEV, y Martí, expresidente ejecutivo de la Unión Hotelera de Valencia hasta el pasado año, proponen un modelo similar al de Adif y Renfe, dos empresas públicas que se reparten la infraestructura y los servicios al viajero. Este modelo ya se ha aplicado en otros recientos feriales como la Fira de Barcelona con excelentes resultados, según fuentes conocedoras de la actividad ferial.

RONDA DE CONTACTOS

Dependiendo del interlocutor de estas presentaciones se está encargando Soto, bien acompañado de Alberto Catalá o de Luis Martí, en función del perfil institucional de los otros participantes en la reunión y según la relación que mantengan con el actual presidente. Por el momento, los apoyos recabados están condicionados a más detalles sobre su ejecución, que se han de concretar con un informe técnico.

En el caso del conseller de Economía, Máximo Buch, que recibió recientemente a Soto y a Catalá, les reiteró que lo importante era "garantizar la viabilidad de la Feria", por lo que la Generalitat está dispuesta a estudiar la propuesta en cuanto se la remitan, según fuentes conocedoras de esta serie de encuentro.

En la situación actual, el pago de la deuda y el coste de la infraestructura se están "comiendo" los ingresos de gestión, para los que se ha abierto una estrategia de comercialización más agresiva que está empezando a dar sus primeros resultados con la contratación de nuevos eventos, como el festival mundial de videojuegos DreamHack, la presentación mundial del nuevo Golf de Volkswagen o la organización de salones en otras ciudades, como el Día Mágico, un salón de moda infantil para comunión y ceremonia organizado en Madrid por la valenciana Feria Internacional de Moda Infantil.

SEPARAR 'HARDWARE' DE 'SOFTWARE' 

La nueva mercantil, dedicada a los certámenes y eventos, permitiría superar determinadas polémicas, como la surgida con el arrendamiento del pabellón 7 a la firma de mobiliario y bricolaje Teyoland para un contrato de larga duración, al tener que establecerse claramente la naturaleza jurídica pública o privada de la nueva mercantil, según fuentes conocedoras del proyecto.

Actualmente, Feria Valencia es una entidad sin ánimo de lucro que, según el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, tiene la naturaleza jurídica de consorcio de carácter local en "forma cooperativa entre una Administración local y otras administraciones y entidades privadas para una mejor gestión de una Feria como actividad de interés público en el ámbito competencial de los servicios municipales".

Esta definición se solicitó por parte de Feria Valencia para acogerse a la exención del IVA, pero no para que le afectara con caracter general la condición de empresa pública.

De hecho, Catalá desvinculó a la feria de la obligación de rendir cuentas ante la Sindicatura de Comptes, ya que no concurre "ninguna circunstancia que determine su pertenencia al sector público valenciano", aunque la alcadesa de Valencia, Rita Barberá, ejerza como presidenta de su patronato.