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VALENCIA. Al mercado ruso le gusta Valencia. La práctica paralización de la actividad inmobiliaria de la Comunitat Valenciana contrasta con la pujanza que están adquiriendo la compra de inmuebles desde el Este de Europa, especialmente por parte de compradores de Rusia.

Aunque en 2007, con los primeros compases de la crisis, la inversión inmobiliaria en la Comunitat de ciudadanos de este país era de 447.410 euros, en 2012 se duplicó hasta los 960.130 euros, después de que en 2011 se hubiera triplicado hasta los 1,2 millones de euros, según las estadísticas del Ministerio de Economía y Competitividad.

En el caso de Solvia, la inmobiliaria del banco Sabadell que heredó los inmuebles de la CAM, el mercado ruso ya representa el 15% de sus operaciones anuales de esta compañía, sólo superado por el de los ciudadanos del Reino Unido, que alcanza en 28% de las operaciones internacionales.

Este avance le ha hecho poner en marcha un nuevo espacio web en idioma ruso, además de un servicio de atención telefónica y gestión de operaciones en ruso, acceso a todas las novedades del portal, servicio de alertas y apoyo sobre dudas al cliente.

COMPRADORES DISCRETOS

Pero los rusos vienen solos, hay que ir a buscarlos. En el caso de las inmobiliarias valencianas de alta gama, Ritmongó realizó recientemente una expedición comercial a Moscú, aprovechando el Christie's Exhibition of Masterpieces, organizada por la casa de subastas Christie's y de la que a la firma es afiliado exclusivo en la Comunidad Valenciana y miembro del Advisory Board de Christie's International Real Estate.

Además de afianzar la relación con antiguos clientes, los responsables de la inmobiliaria, José y Antonio Ribes Bas, se reunieron con un lobby empresarial de ámbito internacional, así como firmaron acuerdos de colaboración en exclusiva con dos agencias inmobiliarias rusas. En su caso, además de inmuebles en la costa española, la firma valenciana también asesora a estos clientes en compras de apartamentos en los exclusivos barrios de Belgravia o Mayfair de Londres.

De su experiencia, los hermanos Ribes destacan el gran interés "dentro de la máxima discreción" que existe por parte de los grandes inversores rusos en el mercado inmobiliario de la Comunidad Valenciana. De hecho, otras firmas también están acercándose a este mercado, como destacó el expresidente de la Federación Valenciana de la Construcción (Fevec), Juan Eloy Durá, en su despedida el pasado jueves de su responsabilidad patronal.

LAS RESERVAS DE LAS ENTIDADES FINANCIERAS

De hecho es éste mercado, junto al de los países nórdicos y China, las grandes esperanzas del negocio, especialmente ante la atonía de los clientes españoles y la poca capacidad de crecimiento que está demostrando la comercialización en mercados internacionales tradicionales como el británico y el francés.

Sin embargo, los inconvenientes que más repiten distintos captadores de compradores rusos son los inconvenientes que plantean las entidades financieras a realizar transacciones con estos mercados en expansión. Fuentes inmobiliarias señalan que pocas entidades españolas trabajan con regularidad en Rusia y no son pocas las que imponen estrictos criterios de control sobre la procedencia de los fondos que respaldan las operaciones.

En algunos casos, se asegura que determinadas entidades deniegan de forma sistemática las operaciones con clientes rusos, por lo que hay que circunscribirse a las que sí las aceptan que, afortunadamente para el sector, son la mayoría.