El contrato programa con el que se fijará la financiación de Canal 9 limita el dinero que se podrá gastar en la programación no cubierta por fondos de la Generalitat a lo que ingrese por publicidad en las franjas horarias externalizables
VALENCIA. Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) no podrá pagar por los programas que sean considerados servicio público más de lo que ingrese por la publicidad que logre vender en esas franjas horarias. Así consta en el borrador del contrato programa que estudiará este viernes el consejo de administración de RTVV y que será el que fije el nuevo marco económico de la radio y televisión públicas valencianas.
Esta limitación supone que la privatización de estas franjas horarias, una de las claves de la nueva RTVV obligará a las empresas interesadas a asumir el coste de la producción. En otras palabras, Canal 9 no comprará programación sino que venderá horas de parrilla.
Aunque en el borrador del contrato programa no especifica cuál es el modelo que se utilizará para la externalización de la programación que no sea de interés público, la restricción que impone el convenio implica que RTVV, en todo caso, no se podrá gastar cantidades significativas ya no solo en aquellos programas que externalice. Tampoco podrá gastar más de lo que ingrese en la producción o compra de derechos de programas que no entren dentro del concepto de servicio público y que tenga que cubrir directamente porque nadie se interese por ellos. Esto abocará a la televisión a echar mano de archivo y reposiciones a coste cero.
En el borrador que estudiará el consejo este viernes se insiste en este aspecto en dos puntos concretos. Por un lado el ya mencionado en el se especifica que esa programación que no se incluya en el contrato programa -que será financiada con una aportación anual de la Generalitat- tendrá que pagarse exclusivamente con el dinero que se obtenga de la publicidad que se emita en esas franjas horarias. Pero además, y este es un aspecto relevante, el texto deja claro que RTVV no podrá incurrir en pérdidas por esa actividad ajena al servicio público, y de producirse, no serán pagadas por la Generalitat.
Un detalle curioso es que, en el caso hipotético de que RTVV obtuviese beneficios por esas franjas horarias externalizables, tendrá que guardarlo en un fondo de reserva que solo se podrá utilizar con el permiso del Consell para compensar pérdidas de ejercicios cerrados.
UNA FINANCIACIÓN MIXTA
Respecto a la financiación de la parte de la televisión y la radio que sí se considera servicio público -fundamentalmente los informativos, las retransmisiones de eventos sociales, culturales y deportivos, la programación infantil y las series y películas de producción valenciana- será mixta. El grueso correrá a cargo del presupuesto que destine la Generalitat a RTVV cada año. A ese dinero se podrán añadir los ingresos comerciales (la publicidad emitida en las franjas de servicio público) y los ingresos extraordinarios.
Este último capítulo incluye el aprovechamiento de los bienes de RTVV, en concreto la posibilidad de realquilar los estudios del Centro de Producción de Programas de Burjassot, así como otras instalaciones propias o incluso el de los postes emisores.
La aportación anual de la Generalitat, además, tendrá una pequeña parte variable por cumplimiento de objetivos. El más destacado es el incremento de hasta un 1% de la cantidad destinada por el Consell si se mejora la audiencia más de un 2% en el año.
TECHO DE GASTO
El coste del servicio público -que incluye la aportación de la Generalitat, la publicidad y los ingresos extraordinarios- y el del resto de la programación de RTVV -coste de los programas no esenciales e ingreosos de los mismo- conformarán el techo de gasto que no podrá superar la empresa pública cada año. Es decir, RTVV no podrá tener déficit estructural como ocurrió en la etapa pasada.
Para evitar cualquier tentación de excederse en los gastos sin presupuesto para ello, el contrato programa prohibe a RTVV endeudarse a largo plazo (sí a corto para necesidades puntuales y siempre que esté soportado por los ingresos pendientes comprometidos para el año por la Generalitat). Este veto a la deuda solo tiene una excepción: las inversiones ya sea en material o en infraestructuras. Para este caso será necesario el visto bueno del Gobierno valenciano.
68 MILLONES PARA EL PRIMER AÑO
El contrato programa establece ya la cifra que el Consell aportará para el primer ejercicio de vigencia del mismo: 68 millones de euros, a los que hay que añadir 1,5 millones más para las obras de traslado de los estudios de Ràdio 9 a Burjassot. Esa cantidad se actualizará cada año de vigencia, son tres en total, de acuerdo a lo que aumente o disminuya el presupuesto de la Generalitat Valenciana.
En esos 68 millones no se incluyen los salarios e indemnizaciones de los empleados afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) que aún no han salido de la empresa. Ese gasto lo asumirá directamente la Generalitat.
Un aspecto relevante que se incluye también en el texto es que en el caso de que el ERE sea anulado, una posibilidad que está sobre la mesa, RTVV tendrá que comunicar al Consell la inviabilidad de la empresa. Es decir, el convenio ya asume que si la televisión autonómica tiene que readmitir a los casi 1.300 trabajadores despedidos no podría hacer frente al pago de los salarios y entraría en una quiebra inmediata.
Eso, retirad la demanda y así que se queden los enchufados y que las productoras amigas sigan ganando dinero del reparto del pastel.
Pues si se anula el Ere, que la cierren. Si se cierra la gallina de los huevos de oro, se cierra para todos, sindicatos, trabajadores, muchas productoras y demas... Sindicatos, retirad la demanda o nos iremos todos al cuerno.
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