El Gobierno valenciano, en el plan diseñado para enviar al Ministerio de Hacienda, incluye 240 millones de ingresos por la enajenación y participaciones del sector público, con Cacsa y Aerocas como 'productos estrella'
VALENCIA. El Gobierno valenciano que dirige Alberto Fabra y en especial la conselleria de Hacienda y Administraciones Públicas que lidera Juan Carlos Moragues, se encuentra trabajando en la revisión del Plan Económico Financiero de Reequilibrio, una actualización de obligado cumplimiento para las comunidades autónomas que se hayan acogido al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y cuyo primer envío al Ministerio de Hacienda se realizó el pasado mes de febrero.
La hoja de ruta definitiva del Consell se remitirá de nuevo al Gobierno central, con las correcciones pertinentes, después de que se concrete el objetivo del déficit de las comunidades autónomas el próximo mes de junio, tras las reuniones del grupo de trabajo encargado de su estudio y el obligado cónclave del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
Según los datos que maneja el Consell en su actualización, el Gobierno valenciano confía en sacar el 45% de sus ingresos totales programados en el plan de la enajenación y participaciones de este sector: es decir, de la venta o externalización de la gestión de entes como el aeropuerto de Castellón o la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa), principalmente.
En total, los ingresos previstos de estas actuaciones se elevan a 240 millones de euros, cuando el total en esta partida será de 540 millones. Unas previsiones sin duda optimistas dadas las dificultades que se están encontrando para hallar un comprador, por ejemplo, para el citado aeropuerto. De esa previsión se intuye que el Consell espera obtener ingresos por la externalización de la gestión de Cacsa mediante un canon.
El Consell también prevé otros ingresos procedentes, en este caso, de impuestos. En concreto, el Gobierno valenciano estima que obtendrá 70 millones de euros por el gravamen sobre el patrimonio de las personas, 34 por el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (sube del 7% al 8%) y 28 por el de actividades que inciden en el medio ambiente. Como novedad, aparece el impuesto sobre el juego telemático, por el que el Consell espera recaudar casi 14 millones de euros.
En cuanto al recorte en gastos, el Consell espera ahorrar un total de 810 millones de euros este año, si bien buena parte de ellos, 300 concretamente, provienen del copago farmacéutico.
En este apartado también se exprimirá el sector público empresarial. El Gobierno valenciano espera ahorrar 133 millones de euros en lo que se refiere a la reorganización en este ámbito: una cifra enmarcada en el capítulo IV, lo que supone una reducción de las transferencias corrientes a estos entes. En esa reducción, de hecho, también se tiene en cuenta la privatización de Cacsa, por ejemplo, ya que se podrán reducir las aportaciones para gastos ordinarios que realiza la Generalitat en la actualidad y que deberán asumir los operadores privados. De la misma manera, también se recortarán 13 millones con la contratación centralizada en el sector público y 28,5 millones en el plan de reorganización en este ámbito.
FABRA FIJARÁ SU POSICIÓN SOBRE EL DÉFICIT EN LES CORTS
En este momento, el margen de maniobra del Consell es muy limitado. El propio conseller Moragues ha defendido públicamente que las líneas rojas se encuentran en Sanidad, Educación y Bienestar Social. Fuentes de la Generalitat consultadas por este diario han recalcado que la capacidad de recortar del Ejecutivo de Fabra son ya muy reducidas: el problema de financiación que sufre la Comunitat Valenciana supone una losa insalvable para enfrentarse al déficit exigido desde Madrid.
En esta línea, el presidente de la Generalitat responderá este jueves en Les Corts a una pregunta de su grupo parlamentario sobre este asunto, que servirá para que el jefe del Consell fije la posición del Gobierno valenciano respecto al debate nacional abierto -que ha enfrentado a autonomías gobernadas por el PP- sobre el déficit asimétrico.
Una cuestión sobre la que se han pronunciado en contra comunidades como Madrid, Extremadura y Galicia, y donde la Comunitat Valenciana cuenta con alianzas de 'doble filo', como Cataluña, puesta en la 'picota' por sus reivindicaciones soberanistas.
Un gobierno autonómico llevaba en la cabeza un fardo repleto de extraña obra pública y caminaba hacia su palacio soñando despierto...... - Estas obras tan caras y con tanto sobrecoste -pensaba- tendrán muchos compradores, las adjudiqué a dedo y ahora las venderé a dedo a quien yo quiera, con el dinero que saque .....
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