BRUSELAS (EFECOM). El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, dijo este miércoles que espera de los países que, como España o Francia, recibirán más tiempo para reducir su déficit por debajo del 3 % del PIB, aprovechen ese margen para acometer reformas estructurales.
"Esperamos de los países (...) que aprovechen este tiempo y esta oportunidad para hacer reformas estructurales, las cuales ayudarán a impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo", señaló Rehn en un debate en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo (PE).
España recibirá dos años extra -hasta 2016- para rebajar su déficit al 2,7 % del PIB, tras elevar en su programa de estabilidad entregado a Bruselas y por recomendación de la CE, el objetivo para este año al 6,3 %, y fijar el saldo negativo en el 5,5 % para 2014, en el 4,1 % para 2015.
"En muchos Estados miembros es esencial que se tomen medidas audaces y decisivas para desbloquear el potencial de crecimiento y por ende (fomentar) la creación de empleo que tanto se necesita hoy en día en Europa", agregó el comisario finlandés.
Para ello es "esencial" que se mire a las reformas estructurales y la política fiscal para la consolidación en el mismo contexto, indicó.
Rehn citó como ejemplo a Francia, que recibirá dos años más, hasta 2015, para situar su déficit por debajo del 3 % del PIB pero donde "es igual de importante o incluso más" que los ajustes y la flexibilización del calendario, que se acometan reformas estructurales concretas y convincentes para impulsar el crecimiento económico y el empleo".
El miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) Jörg Asmussen, por su parte, consideró "totalmente equivocado" el debate que enfrenta la austeridad con el crecimiento, porque "probablemente nadie" está en contra de fomentar la actividad económica.
"La cuestión es cómo crear un crecimiento sostenible en una sociedad que envejece rápidamente" y para ello se necesita una política fiscal en línea con las necesidades de estabilidad de la moneda única y eso no ha cambiado, dijo.
Asmussen sostuvo que la "consolidación fiscal está aquí para quedarse dado el elevado nivel de deuda en algunos países de la eurozona".
Recordó que solo hay cinco Estados miembros con un ratio de deuda por debajo del umbral del 60 % del PIB (Eslovenia, Eslovaquia, Luxemburgo, Finlandia y Estonia).
Este techo fijado a nivel europeo exige una "política fiscal sólida", lo que implica la "difícil tarea de aprovechar la flexibilidad que ofrece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) pero sin perder de vista el "claro propósito" de reducir las deudas al 60 %, explicó.
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