BRUSELAS (EP). El ministro de Economía y Competitividad de España, Luis de Guindos, afirmó este sábado que es "imposible" que la tasa a las transacciones financieras que 11 países europeos se han comprometido a aplicar esté lista en 2016, tal y como preveía, por lo que espera que esté para 2017. "Por supuesto, para el año que viene es imposible que tengamos el impuesto, pero espero que en 2017 sí seamos capaces de tener una tasa", dijo De Guindos en una rueda de prensa durante el Eurogrupo informal en Luxemburgo.
"Desde luego voy a hacer todo lo posible para que en los próximos meses esto se pueda llevar a cabo", aseguró. El ministro recalcó que se trata de un "tema complicado" y que, pese a que hay una "serie de principios de acuerdo", siguen las diferencias entre los once socios, cada uno de los cuales mantiene sus líneas rojas.
"La de España es que no haya ningún tipo de gravamen sobre los derivados de deuda pública", dijo. Fuentes españolas indicaron a Efe que tampoco se quiere que se graven los tipos de interés oficiales. Sin embargo, España mantiene ante todo su deseo de lograr un acuerdo, por lo que de cerrarse un consenso, se adherirá a él, apuntaron las fuentes.
El ministro consideró que falta aún "un poco de trabajo técnico" en este gravamen, conocido popularmente como la Tasa Tobin o Robin Hood. La cuestión se ha abordado este sábado al margen de las reuniones informales del Ecofin y el Eurogrupo en Luxermburgo, y se ha constatado el deseo de los países de cumplir con la creación del gravamen, pero también las dificultades que surgen según se avanza en las cuestiones más técnicas.
Pese a que hace meses que se logró un acuerdo en principio sobre varias cuestiones, los socios no han logrado resolver otras de carácter fundamental, como qué productos se gravarán, lo que impedirá que la tasa se introduzca en 2016 como se había estipulado en un primer momento.
"Tras la reunión, soy más optimista", aseguró el ministro austríaco de Finanzas, Jörg Schelling, quien reconoció no obstante que "aún hay cuestiones delicadas por resolver", aunque espera que "en la próxima reunión en octubre se estará en disposición de tomar nuevas decisiones". Schelling defendió, además, "que se debe incluir tantos productos como sea posible y con una tarifa baja".
El ministro de Finanzas belga, Johan van Overveldt, indicó recientemente que la tasa "tiene que centrarse sobre las partes y los derivados de carácter especulativo, pero ésta no puede tener efectos negativos sobre la economía real".
Por su parte, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha mostrado su escepticismo sobre la creación de la tasa, que considera "muy difícil" incluso en los once países que se comprometieron a hacerlo, según el diario germano Süddeutsche Zeitung.
Los ministros pactaron "continuar el trabajo técnico", dijeron a Efe fuentes europeas, con el objetivo de aclarar todos los detalles de manera precisa, para evitar rendijas o confusiones que puedan crear incertidumbres en los mercados.
Los avances volverán a debatirse en la próxima reunión, que probablemente será al margen del Eurogrupo del 5 de octubre. El proyecto incluye a Alemania, Francia, Italia, España, Eslovenia, Austria, Portugal, Eslovaquia, Grecia, Estonia y Bélgica.
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