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MADRID. Las reivindicaciones autonómicas sobre sus aeropuertos, que ya han empezado y pueden acabar en el Tribunal Constitucional, así como la crisis económica para atraer inversores, y por supuesto la propia deuda del grupo público, unos 13.000 millones, pueden retrasar la privatización de Aena que el Gobierno tiene previsto acometer este año, según la mayor parte de fuentes del sector aéreo consultadas por este diario.

No obstante, el Ejecutivo de Rajoy, a través del Ministerio de Fomento, mantiene que cerrará como muy tarde a finales de este año la privatización parcial de Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (Aena), previsiblemente por una Oferta Pública de Venta de acciones (OPV), aunque cabrían también otras posibilidades.

¿MODELO CERRADO?

Además, añaden las fuentes consultadas, el Gobierno no tiene cerrado del todo el modelo privatizador, lo que ya le está creando problemas con las comunidades autónomas, que siempre han querido participar en la gestión de estas infraestructuras, liderando siempre el proceso Cataluña, aunque en esta ocasión, es Canarias la que quiere una parte de la gestión de sus aeropuertos por el turismo.

Por si todo esto fuera poco, la intención del Gobierno de privatizar coincide con una crisis del sector del transporte aéreo, consecuencia directa de la recesión económica, lo que ha llevado a un entorno de negocio muy complicado, ya que el tráfico aéreo está registrando caídas el primer trimestre del año del 7,7%.

EL ESTADO NO PERDERÁ EL CONTROL

Sin embargo, Aena ya ha dado los primeros pasos para el comienzo del proceso privatizador parcial, ya que no quiere que el Estado pierda el control y la idea pasa por vender menos del 50%. De hecho, el grupo público presidido por José Manuel Vargas, ya ha adjudicado los servicios de asesoramiento financiero y de asistencia jurídica para el proceso de entrada de capital privado en el gestor aeroportuario.

Según la propia Aena, el servicio de asesoramiento financiero será prestado por Lazard Asesores Financieros y N+1 Corporate Finance y el servicio de asistencia jurídica correrá a cargo de Pérez-Llorca Abogados.

Hay que recordar que el anterior Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero sacó a concurso la gestión de los aeropuertos de Barajas (Madrid) y El Prat (Barcelona), operación que fue anulada por la ministra de Fomento Ana Pastor, tras acceder al Gobierno, lo que dejó muy mal sabor de boca en la Generalitat catalana sobre todo.

PLAN DE AJUSTE

Aena se encuentra inmersa en un plan de ajuste y reducción de costes que ha incluido también un ERE voluntario de unos 1.250 trabajadores, con el objetivo de dejar la compañía lista para su privatización parcial. Sin embargo, la fuerte deuda del grupo, unos 13.000 millones de euros, que también se está intentando reducir con ventas y nuevas adjudicaciones de contratos aeroportuarios, son la otra cara de la verdad y un grave obstáculo para las intenciones del Gobierno.

Las fuentes del sector alertan de las dificultades que está encontrando el Ministerio de Fomento en poner en marcha esta privatización así como de las gravísimas consecuencias que podría tener si el proceso que se acaba de abrir se cierra mal o en falso.

El frente autonómico ya ha empezado a moverse, como siempre, sólo que esta vez ha empezado en Canarias en lugar de en Cataluña. El consejero canario de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial, Domingo Berriel, ha reafirmado la intención del gobierno de Canarias de reclamar la gestión de los ocho aeropuertos que existen en el archipiélago ante la confirmación de que el Estado "continúa adelante con la privatización de AENA".

CANARIAS QUIERE ESTAR EN LA GESTIÓN

En una comparecencia parlamentaria, Berriel dijo que Aena ya ha adjudicado el asesoramiento para una privatización parcial que está diseñando el Estado bajo un modelo que "apenas da a las comunidades la posibilidad de participar en la toma de decisiones de unas infraestructuras que en Canarias son determinantes para el desarrollo económico y social". Por ello, concluyó asegurando que el ejecutivo canario "exigirá uno similar al que existe en las autoridades portuarias, en el que la sociedad de la comunidad autónoma tiene capacidad decisoria sobre la gestión de los puertos de interés general".

 El hecho de que la privatización de la red esté prevista hacerla de forma centralizada no sobre infraestructuras concretas como tenía previsto el anterior Gobierno con los aeropuertos de Barajas y El Prat, es un problema añadido, añaden las fuentes, para encontrar inversores interesados, tanto grandes fondos o compañías como minoristas, ya que la mayor parte de la red de AENA no es rentable individualmente. Por ello la OPV parece la opción más razonable, aunque choca directamente con la crisis económica y la situación del bolsillo de la mayor parte de los españoles.

AGOBIADO SECTOR CONCESIONAL

Desde las empresas concesionarias, como Abertis, en su momento, ya se advirtió al Gobierno, según declaraciones de su presidente, Salvador Alemany, de las dificultades de abordar una privatización integral en vez de aeropuerto por aeropuerto.

Ha habido también algunos contactos institucionales entre grandes empresas constructoras integradas en Seopan como Ferrovial, FCC, Acciona, OHL, ACS y Sacyr, con el ministerio, pero el sector le ha hecho llegar al Gobierno que su situación económica no es la mejor en estos momentos (su deuda conjunta ronda los 45.000 millones de euros) y precisamente por causa suya, tras fuertes recortes de la licitación pública los último años.

DESCENSO DEL TRÁFICO AÉREO

La coyuntura del propio negocio de Aena tampoco es buena por la crisis económica, dicen las fuentes, ya que el tráfico aéreo no deja de caer. Así, España fue uno de los países europeos donde más ha descendido el tráfico aéreo en lo que va de año, con una caída del 7,7% hasta el pasado mes de marzo, con descensos del 13,9% en Barajas y del 2,5% en El Prat. Solo cuatro de los 49 aeropuertos españoles consiguieron mejorar sus cifras de viajeros en los primeros tres meses del año con datos positivos, los de Asturias, Reus, Badajoz y Huesca.

Y llueve sobre mojado. Las cifras del 2012 también fueron malas. El año pasado un total de 194,2 millones de pasajeros pasaron por los aeropuertos de la red de Aena, lo que supuso una caída del 5%; esto es, más de 10 millones de usuarios menos.