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VALENCIA. Cajas Rurales Unidas (CRU), la denominación jurídica de la nueva Cajamar, logró colocar en menos de cuatro horas durante la mañana de ayer 500 millones de euros en cédulas hipotecarias entre inversores institucionales frente a unas peticiones que prácticamente se duplicaron, según fuentes próximas a la primera cooperativa española.

Casi dos tercios procedieron de fuera de España en lo que fue la vuelta a los mercados mayoristas de Cajamar, dado que su última colocación tuvo lugar en marzo de 2010 mientras que el resto que ha venido emitiendo se lo ha 'autocolocado' para poder generar garantías o colaterales y acudir así a la ventanilla del Banco Central Europeo (BCE).

Sin ir más lejos, tal y como avanzó este diario, a finales de marzo pasado hizo lo propio con 220 millones de euros en cédulas territoriales.

DESCONTABLE EN EL BCE

Un instrumento financiero similar a las cédulas hipotecarias, pero que están respaldadas por los créditos y préstamos concedidos por el emisor a las Administraciones Públicas y que también sirven como papel descontable ante el organismo presidido por Mario Draghi.

Pero la de ayer fue una colocación en toda regla entre 115 inversores institucionales donde los gestores de fondos de inversión coparon el 63% del total y los bancos un 15%. La operación, cuya fecha de emisión corresponde al 16 de mayo y tres años más tarde vencerá, ofrece un cupón anual del 3,375% y un precio de 290 puntos básicos sobre midswap, el índice que se utiliza de referencia en estas emisiones.

VOTO DE CONFIANZA DE FITCH

Crédit Agricole, Nomura, Santander y Société Génerale actuaron de colocadoras de una operación donde entre inversores alemanes e ingleses monopolizaron el 40%, mientras que los portugueses representaban un 6% frente al 5% de suizos, entre otros. La representación doméstica copó el 39%, lo que evidencia el elevado apetito extranjero por las cédulas hipotecarias de la nueva Cajamar.

Todo ello mientras Fitch confirmaba su calificación en 'BBB', lo que equivale a estar dos peldaños por encima del temido 'bono basura', mientras mantenía la perspectiva de la entidad domiciliada en Almería en 'estable'. Un auténtico voto de confianza.