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VALENCIA. La nueva Cajamar emitirá el próximo martes 220 millones de euros en cédulas territoriales en lo que será la primera emisión de Cajas Rurales Unidas (CRU), el nombre oficial de la entidad surgida de la absorción de Ruralcaja y su grupo cooperativo por la cooperativa domicilada en Almería.

Fuentes conocedoras de la operación han informado a este diario que la emisión, cuyo vencimiento está fijado a tres años, el nominal es de 100.000 euros y el tipo de interés del 4%, se quedará en el balance del mayor grupo cooperativista español. O lo que es lo mismo: se la 'autocolocará'.

Se trata de una práctica habitual entre las entidades financieras, que les permite generar garantías o colaterales para poder acudir a las subastas periódicas de liquidez que lleva a cabo el Banco Central Europeo (BCE).

'CARRY TRADE'

De este modo captan el dinero al 1% y posteriomente lo utilizan para comprar deuda soberana -por ejemplo española- al 5% al que cotiza actualmente el bono a diez años.

Una técnica que en la jerga financiera se conoce como 'carry trade', es decir, financiarse con activos de bajo rendimiento para invertir en instrumentos de alto rendimiento y así el negocio es redondo, mientras del 'grifo bancario' apenas caen unas gotas para las tan necesitadas pymes y particulares.

La emisión que va a realizar Cajamar, que será la primera del año y no busca el 'carry trade' -según las mismas fuentes-, corresponde a cédulas territoriales. Un instrumento financiero similar a las cédulas hipotecarias, pero que están respaldadas por los créditos y préstamos concedidos por el emisor a las Administraciones Públicas y que sirven como papel descontable ante el organismo presidido por Mario Draghi.

ACTIVOS DESCONTABLES

Una práctica que entra en la política de la entidad para generar cartera de activos descontables que permita disponer de mayores garantías de cara a la obtención, si fuese necesario, de financiación del BCE a través de las comentadas subastas de liquidez, pero sin olvidar la alternativa de colocar dichos activos a inversores cuando la situación lo permita.

El Grupo CRU comenzó a tomar financiación a través de la 'ventanilla' de la institución monetaria europea en noviembre de 2007; mientras que los principales vencimientos de esta financiación tendrán lugar en 2015 por un importe de 5.380,5 millones de euros.

'BONO BASURA'

La relajación de los requisitos exigibles por el BCE permite que la entidad presidida por Juan de la Cruz pueda recurrir a esta práctica, pese a contar con una calificación de 'bono basura' por parte de Fitch, la única que figura en la página oficial de la entidad domiciliada en Almería.

A mediados de diciembre pasado, dicha agencia bautizó a CRU con una nota de 'BB', es decir, calidad especulativa. Además, Fitch no descartó que en el futuro la nueva Cajamar tenga que recurrir a las ayudas públicas, que "se obtendría en caso necesario". 

AMPLIA BASE DE DEPÓSITOS

La razón para la calificadora no era otra que el tamaño del grupo, que a finales del trimestre del pasado año contaba con unos activos pro-forma de unos 45.000 millones de euros. Sin embargo, también reconocía "fuerte franquicia regional del grupo, con una amplia base de depósitos, bajo un solo nombre de concentración de riesgos y el potencial de las sinergias de costes de la integración".

Hace prácticamente un año, concretamente el 14 de febrero de 2012, Cajamar Caja Rural -antes de la absorción de Ruralcaja y su grupo-, realizó su primera emisión de cédulas territoriales, tal y como avanzó Valencia Plaza.

'MACROSUBASTA' DEL BCE

Entonces lo hizo para poder acudir con garantías a la segunda 'macrosubasta' de liquidez que dos semanas después realizó el BCE al 1% y a tres años de vencimiento.

Nada más y nada menos que se adjudicaron 529.531 millones de euros a 800 entidades bancarias, superando así los 489.200 millones y 523 entidades que acudieron a la primera 'macrosubasta' el 21 de diciembre de 2011.