El nuevo auditor de la compañía que preside Carlos Turró insiste en que no ha podido comprobar que la valoración de la participada por la polémica que enfrenta a Cleop con la empresa de la familia Pastor
VALENCIA. Cleop instará a sus bancos acreedores, fundamentalmente Banco de Valencia y Bankia, a que capitalicen parte de su deuda convirtiéndose en accionsitas de la compañía, para tratar de salvar el concurso de acreedores. La empresa que preside Carlos Turró suspendió pagos el pasado mes de julio y ultima la presentación de un convenio de acreedores en el que incluirá una quita y espera, como es habitual, pero en el que también se confía que las entidades financieras rebajen la deuda con la conversión en capital de parte del pasivo.
Así consta en el informe anual de Cleop depositado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores este viernes en el que también se detallan cuáles son los hitos que la empresa necesita que se cumplan para lograr la confianza de los acreedores. La negociación parte del superávit patrimonial que refleja el balance de Cleop, según el informe de los admistradores concursales, de 39 millones de euros, resultante de valorar los activos de la compañía "a precio de mercado" en 118,72 millones frente a un pasivo concursal de algo más de 77 millones de euros.
Entre los activos de Cleop se incluye su participación en Urbem. El largo conflicto que mantiene la cotizada con la constructora de la familia Pastor sigue generando dudas en el auditor -este año ha fiscalizado la empresa por primera vez la consultora de Luis Caruana- que insiste en su informe en que la valoración de la participación de Cleop en Urbem se sigue realizando sin contar con información fiel de los activos de la participada. De hecho, Urbem ha transmitido a Cleop que está tasando su empresa por encima del valor real.
Con esta incógnita la dirección de Cleop está elaborando el plan de viabilidad que presentará a sus acreedores y que tiene como principales puntos la reestructuración de la deuda, la venta de activos, la reducción de gastos, la orientación del negocio hacia el exterior, la recuperación de los créditos concedidos a Inversiones Mebru (la tenedora de las acciones de Urbem) así como la reestructuración de los préstamos a empresas del grupo.
Pero al margen de estas medidas, que deberían permitir a Cleop generar beneficios para atender sus pagos pendientes, la compañía de Turró está valorando incluir en el convenio de acreedores "la posibilidad de que los acreedores puedan capitalizar sus créditos".
Esta última medida, de llevarse a cabo como ha ocurrido en muchas otras constructoras en España, supondría la entrada de los bancos acreedores en el accionariado de la empresa. El peso en el capital dependería del volumen de deuda que se convirtiera en capital siempre que las entidades financieras aceptaran.
Los dos principales acreedores de Cleop son Banco de Valencia y Bankia. Ambas entidades han pasado por un proceso de reestructuración con su nacionalización y, en el caso de Banco de Valencia, venta posterior a CaixaBank. En ambos casos, además, se han traspasado activos vinculados al sector inmobiliario a la Sareb, el banco malo. Los créditos a Cleop reunían las condiciones para ser traspasados. Este periódico no logró saber si esta operación se ha realizado.
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