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MADRID. El número de concursos mercantiles en Comunidad Valenciana se disparó el primer trimestre de 2013, y se registraron un total de 319 concursos, lo que supuso un 26% más que en el mismo periodo del año anterior, según los datos del Baremo Concursal del primer semestre de 2013 de PwC.
Así, Valencia se sitúa entre las principales regiones de mayor actividad concursal, concretamente empata con Madrid en el tercer puesto y está sólo por detrás de Cataluña y Baleares, en orden de número de concursos, según el citado estudio. Desglosando por provincias, pero dentro de la región, en Valencia se alcanzaron el primer trimestre de 2012 los 222 concursos; en Castellón 39; y un total de 58 en Alicante.
CRISIS Y SISTEMA FINANCIERO
Según ha declarado Enrique Bujidos, socio responsable de la Unidad Concursal de PwC, "la situación económica general, y en particular la situación del sistema financiero español siguen estando detrás del nuevo incremento de concursos de empresas y, cada vez más, existen compañías incapaces de repagar su deuda y de justificar su existencia. Por otro lado, la legislación concursal continúa frenando la recuperación de la actividad empresarial".
Añade este ejecutivo que "en la reforma concursal pendiente será necesario reorientar la nueva norma hacia la supervivencia de los negocios, cosa que se podría conseguir dando un paso hacia la desjudicialización de la práctica concursal mediante, entre otros, la incorporación activa de los acreedores en los procesos".
LÍDERES: CONSTRUCCIÓN E INMOBILIARIO
Respecto al conjunto de España, el número de empresas que entró en concurso de acreedores el primer trimestre de este año alcanzó la cifra de 2.478, lo que supuso un 49% más que en el mismo periodo del año anterior, un elevado porcentaje que refleja la gravedad de la situación económica y de cómo está afectando la crisis al tejido empresarial español.
Por sectores, como viene siendo tradicional desde la llegada de la crisis, construcción e inmobiliario representan el 40% del total de concursos, la ser estos sectores de los más castigados dada su fuerte expansión antes de que la situación económica empezase a torcerse. En concreto, un 22% la construcción y un 18% el inmobiliario, porcentaje que no deja de crecer.
SE AGOTAN LAS REFINANCIACIONES
Según PwC, todavía existen empresas del sector que entran en situación concursal, al agotarse las primeras, segundas y terceras refinanciaciones que acometieron entre 2008 y 2012. De manera, que la mayor parte de estos procesos son ya de liquidación, por la relación existente entre deuda y activo.
Como avanzó este diario, además ahora el Banco de España acaba de complicar un poco más las refinanciaciones del sistema financiero al tejido industrial español, ya que los bancos tendrán que revisarlas cada seis meses bajo determinados criterios más restrictivos y las refinanciaciones necesitarán más provisiones.
Era una idea de Ministerio de Economía, precisamente para intentar que se extienda a otros sectores lo que ha pasado en el inmobiliario y promotor, que fue rebajada en sus pretensiones por el Banco de España.
LA SAREB HA CAMBIADO LAS REGLAS
La reciente creación del llamado banco malo, la Sareb, donde han ido los activos de la banca nacionalizada o pseudonacionalizada, más de 50.000 millones de euros, así como de inmobiliarias propias por parte de los grandes bancos para intentar vender con fuertes rebajas el patrimonio que han tenido que ejecutar, está cambiando las reglas del juego en estos sectores inmobiliarios y promotores.
Así, a juicio de PwC, "se está dando un giro claro a la política de administración de créditos hipotecarios morosos por parte de los bancos que hace más difícil, si cabe, que se preste dinero para alargar la vida de empresas inmobiliarias", lo que previsiblemente signifique que se seguirán provocando concursos de acreedores de forma masiva en el sector.
También la crisis sigue impactando de forma muy agresiva en otros sectores como son el de distribución/comercio y el industrial, en los que también han aumentado el número de empresas concursadas en un 31% y 43% respectivamente.
CON MENOS DE 50 TRABAJADORES
La mayoría de empresas concursadas en el primer trimestre del año tienen un activo inferior a dos millones de euros y en función del número de empleados muestran que, los trabajadores de las compañías con hasta 50 trabajadores son las más afectadas por esta situación de concurso, es decir las pymes.
Finalmente, concluye PwC que se ha producido un significativo aumento en el número de empleados afectados por encontrarse las empresas en concurso, situándose hasta el primer trimestre de 2013 en un 44% más respecto al mismo periodo del año 2012, lo que supone en términos absolutos 4.498 trabajadores.
Evidentemente no hay empresa en su sano juicio que “repague” su deuda. Lo común, si la empresa dispone de liquidez y recursos, es que atienda su compromiso y “pague” su deuda. Pero volver a pagar la deuda que ya pagó, -es decir “repagar”-, es asunto que solo un necio u orate será capaz de hacer. La palabra “repagar” no existe en la RAE. Por tanto el sentido de “repagar” proviene de la conjunción de la palabra “re” (“Repetición” según RAE) y “pagar” (“Satisfacer lo que se debe” según RAE). Es decir: “repetir el pago”. ¡Como les gusta a los de PWC y de otras multinacionales sembrar de palabros y anglicismos sus sesudas manifestaciones, tal vez con el propósito de ser tenidos “por hombres leídos, eruditos y elocuentes” en palabras de Cervantes! Respecto a lo de “justificar su existencia” es materia densa y profunda más propia de teólogo, pero ciertamente estos consultores pueden con todo.
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