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CASTELLÓN. El portavoz adjunto del grupo 'popular' en el Ayuntamiento de Castellón, Juan José Pérez Macián, ha asegurado este lunes que fraccionar contratos "no es equivalente, en modo alguno, a delinquir", aunque el grupo socialista "quiera perseguirlos y criminalizarlos", y ha señalado que el consistorio castellonense ha conseguido la "mejor valoración" de la Sindicatura de Comptes de las capitales de provincia valencianas en el control realizado en la áreas administrativas, económico-financiera, intervención y entorno tecnológico.

Pérez Macián ha respondido así al grupo socialista en el Ayuntamiento de Castellón, que este domingo denunció que el alcalde de la ciudad, Alfonso Bataller, habría fraccionado contratos durante su etapa como primer edil, según el informe de la Intervención General Municipal elaborado de forma preceptiva para la aprobación de la Cuenta General de 2011, el último ejercicio contable fiscalizado.

El portavoz adjunto ha indicado que "la contratación objeto de las acusaciones vertidas por los socialistas, con la modalidad de contratos sin publicidad, suponen cifras anecdóticas para el volumen que maneja el Ayuntamiento".

Juan José Pérez Macián ha hecho hincapié en que "la Ley no prohíbe los fraccionamientos pero el grupo socialista quieren perseguir y criminalizarlos". "Fraccionar no es equivalente en modo alguno a delinquir, pues los contratos fraccionados no suponen la comisión de delito alguno", ha añadido.

Tiene razón el concejal, no hay ninguna ley que prohiba el fraccionamiento de los contratos públicos, circunstancia que ha permitido a muchos municipios de uno y otro signo hacer de su capa un sayo y adjudicar contratos públicos a dedo rompiendo las leyes de la libre competencia entre las empresas privadas, pero es obvio que este fraccionamiento de contratos para saltarse los requisitos de publicidad de los mismos representa una burla del espíritu de la ley.

Señor concejal, fraccione usted los contratos que le dé la gana y allá con su conciencia política y la de sus votantes, pero no nos tome el pelo a los contribuyentes intentando convencernos de que es una acción legítima. En mi humilde opinión, es una cacicada propia de caciques. Estos comportamientos y otros similares ayudan a destrur gota a gota el sentido de la democracia real para instaurar en su lugar un sistema de decadencia moral y económica que es el que nos ha conducido hasta donde nos hallamos en la actualidad.