MADRID. Alfredo Sáenz, vicepresidente segundo y consejero delegado de Banco Santander, ha decidido tirar la toalla y ha pactado con su superior y jefe, Emilio Botín, su salida ordenada de la entidad financiera.
Su renuncia se produce un minuto antes de que el Banco de España tenga que hacer público si el directivo, condenado por el Tribunal Supremo pero indultado por el Gobierno socialista, podía continuar en el cargo, cuestión que se estaba analizando con la nueva normativa sobre honorabilidad de los directivos bancarios, que deja un amplio margen de discrecionalidad al regulador.
Hace meses que Sáenz, una persona discreta y nada dada a los excesos, estaba dando muestras de desánimo y quería irse, harto de la presión mediática a que estaba siendo sometido. También su situación personal es relativamente distinta a la de hace unos años, ya que enviudó y en 2006 volvió a casarse.
EVITAR UNA MANCHA AL BANCO
El ejecutivo de banca no ha querido, dicen las fuentes, empañar a su ‘casa', el Santander, en un asunto que podría dejarle alguna herida, si la decisión del Banco de España sobre su honorabilidad no era la que él esperaba,
Dicho de otra forma, lógicamente con su salida de la entidad el expediente en el regulador se queda sin sentido y el banco no se tendrá que enfrentarse a ninguna decisión adversa y que pueda resultarse traumática. Otras fuentes creen que Sáenz podría seguir pleiteando para defender su honorabilidad, pero no está claro, ya que si no está en los puestos a los que acaba de renunciar, puede que sencillamente no haya caso.
LARGO PROCESO JUDICIAL
Botín, sobre todo, pero también el propio Saénz, sin duda el mejor ejecutivo bancario del sistema financiero español en las tres últimas décadas, no han querido jugárselo todo a la última carta del Banco de España y su gobernador, Luis María Linde, ni por supuesto del Gobierno en la persona del ministro de Economía, Luis de Guindos, aunque algunas fuentes estaban elevando hasta el propio Rajoy la decisión final sobre la honorabilidad del veterano banquero de 70 años. Al menos la consulta final.
EPITAFIO DEL REGULADOR Y DE ECONOMÍA
El Banco de España ha señalado que la renuncia del hasta hoy consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, es "positiva" porque contribuirá a "fortalecer la solidez del sistema financiero español", informa Efe, que cita fuentes oficiales del organismo que preside Luis María Linde.
Por su parte, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha afirmado este lunes que Sáenz ha sido "un banquero muy notable". Además, ha señalado que ha jugado "un gran papel" en la historia del sector bancario español. El ministro, tras mostrar el máximo respeto por la decisión de Sáenz, ha augurado que cuando pase el tiempo el ya antiguo consejero delegado del Santander "jugará un gran papel, porque ha sido un banquero muy notable".
Las complicaciones surgidas de un larguísimo caso judicial que le condenó en 1994 por denuncia falsa cuando estaba en el proceso de saneamiento de Banesto, y sobre el que probablemente Saénz ni se enteró hasta que ya estaba armado un verdadero conflicto judicial que ha tocado a los Gobiernos de Zapatero y de Rajoy, han dado al traste con una carrera mucho más que brillante, señalan las fuentes consultadas, aunque ya en su recta final.
MILLONARIA JUBILACIÓN
Sáenz se va a su casa con una edad por encima de la de jubilación de la mayoría de los españoles y con un fondo de pensiones acumulado de 88,1 millones, ni más ni menos que casi 15.000 millones de las antiguas pesetas. Pero anticipa su salida a lo que Emilio Botín, 78 años y al pie del cañón, esperaba de él. Que no era otra cosa que tener organizada su sucesión, sobre todo si esta recae finalmente en su hija, Ana Patricia, ahora batiéndose en la franquicia británica del Santander después de su paso por el Banesto que saneó Saénz.
Para Botín, Alfredo Sáenz era la seguridad de que todo funcionaba como un engranaje perfecto, y que Ana Patricia hubiera podido contar con el apoyo del ejecutivo que ahora se va, hasta su posible elección, o incluso en los primeros momentos de esta.
EL ERROR DEL INDULTO
Los hechos de su renuncia además son tozudos, y probablemente el propio ejecutivo bancario y su jefe también tienen mucho que callar, al elevar su caso hasta un indulto del Gobierno de Zapatero después de que éste ya hubiera perdido las últimas elecciones. Jugada que estuvo a punto de salir si el Tribunal Supremo no sale después fallando que así no se hacen las cosas.
Además, el propio Saénz y no digamos Botín, han puesto encima de la balanza para tomar su decisión, la actual coyuntura financiera, que a veces parece acusar a todos los que se dedican a ese negocio, sobre todo tras la debacle de las cajas de ahorros.
UN SECTOR EN EL OJO DEL HURACÁN
Y eso sucede, bien por las presuntas irregularidades en el sector financiero, que están en muchos tribunales, sus altos salarios o indemnizaciones, los desahucios y hasta que la base de su negocio se puede definir como usura, es decir prestar dinero a un precio superior al que lo toman. En todo eso radica su debilidad. Pero su poder, que es mucho, está en sus formidables cuentas de resultados, y en que son las venas para que el crédito vaya a las empresas y los ciudadanos.
Y también, cómo no, ha tenido mucho que ver la política. Con un Gobierno del PP empeñado en reformar a base de sucesivos decretos un sector sobre el que Zapatero, hay que recordar que con ayuda de Botín, sacó pecho hace ahora unos años y no aprovechó la ‘barra libre' que abrió entonces Europa a las entidades con problemas. Moraleja, hubo que pedir dinero unos años después, los famosos 40.000 millones para nacionalizar las cajas quebradas, pero como ya no lo había en la caja del Estado lo hemos tenido que pedir.
RECELOS POR LAS FOTOS CON ZAPATERO
En el Santander son más que conscientes de cierto recelo del Gobierno a las famosas fotos de Botín con Zapatero y los halagos que ambos se hicieron cuando el leonés era presidente del Gobierno, aunque no lo entienden, ya que una entidad como esta, de las mayores del mundo, acostumbra por principios a poner una vela a Dios y otra al Diablo. Es la base de su trabajo, como del resto de buenos empresarios, cuya obligación suele ser la de estar con el Gobierno que ocupa el poder, les guste más o menos, ya que se deben a sus accionistas que son los que les eligen.
No hay más que mirar el consejo del Santander para entender esta filosofía: desde los hermanos Inciarte de UCD, hasta el ex secretario de Estado con el PSOE Guillermo de la Dehesa, estuvo el ex gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, hasta su fallecimiento, y los populares Isabel Tocino o Abel Matutes. Es decir, todas las sensibilidades políticas.
UNA SÓLIDA TRAYECTORIA
Hay que hacer un poco de memoria de quién este vizcaíno de Las Arenas. Antes de incorporarse al Santander a través de Banesto, ya era un ejecutivo bancario casi legendario que fue vicepresidente primero y consejero delegado del Banco Bilbao Vizcaya, y luchador de parte de los Vizcaya cuando murió Pedro de Toledo.
También fue presidente de Banca Catalana, antes de incorporarse al Grupo Santander en 1994 con ocasión de la compra de Banesto, desempeñando el cargo de presidente de dicha entidad hasta 2002, en que fue nombrado vicepresidente y consejero delegado de la entidad. En el Consejo de Ministros del 23 de diciembre de 1998, le fue concedida la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.
Alfredo Sáenz también fue este año elegido como el mejor consejero delegado de la banca europea en el ranking anual de la revista Institutional Investor, puesto que ha alcanzado en cuatro ocasiones en los últimos seis años.
CIFRAS DE VÉRTIGO
Ayer, el consejo de administración del Santander expresó su reconocimiento y agradecimiento a la extraordinaria labor realizada por Sáenz desde su incorporación al grupo y, especialmente, como consejero delegado de Banco Santander y destacó que en el periodo en el que Alfredo Sáenz ha desempeñado sus funciones como consejero delegado del banco, el grupo ha casi cuadruplicado su tamaño, pasando de unos activos de 358.138 millones de euros en 2001 a 1,25 billones de euros en 2012, y de unos fondos gestionados de 453.384 millones de euros (2001) a 1,39 billones de euros (2012), consolidándose, además, como primer banco de la zona euro por capitalización bursátil.
Botín hace varios movimientos para suceder a Sáenz y trocea sus cargos. Apuesta para sucederle como nuevo consejero delegado por Javier Marín Romano, ejecutivo que se incorporó al Santander en 1991 y que hasta la fecha era director general del banco y responsable de la división global de Seguros, Gestión de Activos y Banca Privada. Sin embargo, nombra vicepresidente segundo a Matías Rodríguez Inciarte, actual responsable de los riesgos del grupo y presidente de la comisión delegada de riesgos del banco.
VILLAR MIR ENTRA EN EL CONSEJO
Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, el consejo del banco cántabro acepta la renuncia de Manuel Soto Serrano como consejero y le releva como consejero independiente por el octogenario empresario y presidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir.
Asimismo, el consejero independiente Guillermo de la Dehesa sustituye a Manuel Soto como presidente de la comisión de auditoría y cumplimiento, y también ha sido nombrado vicepresidente tercero del consejo de administración. Por último, ha acordado designar miembro de la comisión ejecutiva del consejo a Isabel Tocino.
Esta indemnización para un banquero convicto demuestra lo corrupto de nuestro sistema y que ya está tardando una nueva revolución al estilo de la francesa. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/04/el-perverso-aumento-de-las-pensiones-de.html
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