VALENCIA. El número de veces que se puede abrir o cerrar una cremallera, el tiempo que un logotipo de una marca de prestigio puede aguantar en un bolso, los años que los grifos permanecerán brillantes, o el tiempo que la placa con el nombre de una calle aguantará el sol, entre otros. Estas son algunas de las respuestas que el Laboratorio de Corrosión y Recubrimientos de AIMME obtiene cada día, por medio de las pruebas a las que somete a todo tipo de artículos con el fin de informar al fabricante sobre la vida útil que tendrán sus productos.
La responsable del Laboratorio, Inmaculada Orts, explica que para obtener resultados someten a los productos a muchas horas de examen. "Se trata de pruebas extremas de estrés y de fatiga. Por ejemplo, abrimos y cerramos miles de veces las cremalleras de bolsos para confirmar que no se romperán durante su uso o introducimos productos que deben estar al exterior en determinados climas, en cámaras con oscilaciones de temperatura de entre 180º y -40º, durante cientos de horas".
En el sector doméstico, también AIMME evalúa artículos de grifería o accesorios metálicos de muebles, entre otros. "A los grifos los podemos tener diez días sometidos a ambientes húmedos, a cambios bruscos de temperatura, a la aplicación de productos de limpieza corrosivos, y a todas las condiciones más extremas que se pueden dar en un baño o en una cocina".
El resultado de las pruebas realizadas por AIMME, sirve de base al fabricante para determinar la garantía que ofrece al consumidor final. Inmaculada Orts apunta que "cuando compramos un grifo más caro que otro, es posible que estemos comprando un producto que durante más años mantendrá sus propiedades intactas".
PRUEBAS DE RESISTENCIA
El Laboratorio de Corrosión y Recubrimientos de AIMME cuenta con toda una serie de instrumentación, que también somete a cargas mecánicas a determinados productos. Por ejemplo, las carcasas metálicas que protegen las luminarias a ras de suelo, se someten a la acción de prensas para averiguar cuánto peso pueden soportar. Orts apunta que "tienen que aguantar no solo el sol, la lluvia y los cambios climáticos, sino también la posibilidad de que pase un vehículo por encima y no se rompan".
El laboratorio de AIMME cuenta incluso con equipos de exposición a radiación ultravioleta. "Las placas de los nombres de las calles deben aguantar años sin perder color, por lo que los sometemos durante varios días completos a la exposición a radiación UVA para comprobar su comportamiento".
Botones de camisas, hebillas de bolsos y cinturones, logotipos cromados de marcas de reconocido prestigio, etc. también pasan estas pruebas para detectar tanto si pueden comportarse como agentes alergénicos con la piel, hasta cuánto tiempo conservarán todo su brillo. Inmaculada Orts explica que "si una persona compra un bolso de elevado coste de una marca específica, querrá que el logotipo permanezca siempre brillante". "Las pruebas donde se evalúa el roce con la piel o la ropa y con posibles agentes corrosivos, también las realizamos aquí".
Actualmente AIMME ofrece su Laboratorio de Corrosión y Recubrimientos a diferentes sectores como automoción, hogar, accesorios y complementos y cuenta con clientes que abarcan desde el sector automovilístico, hasta el de mobiliario, grifería o complementos de moda. También cuentan entre sus clientes con importadores de productos que desean conocer el comportamiento y durabilidad real de los artículos adquiridos.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.