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VALENCIA. Pocos meses atrás, el secretario general del PSPV, Ximo Puig, coincidía con el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en declarar su rechazo a debatir sobre 'nombres propios' en la formación socialista. Un eufemismo eterno utilizado en los partidos políticos generalmente por los que, en ese instante, se encuentran precisamente al mando de los mismos o en una posición ventajosa. Un enunciado que, ahora, empieza a desintegrarse tanto en el PSOE como en el PSPV.

La opción abierta en los medios de comunicación -y no negada por el protagonista- sobre la posible candidatura de Eduardo Madina a las primarias del PSOE, ha terminado de agrietar visiblemente la marca socialista y el liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba.

Aunque muchas federaciones, entre ellas la valenciana, observan con escepticismo el movimiento de Madina, la noticia ha evidenciado definitivamente que el PSOE se ha convertido en un baile de caras -o máscaras-. Y la de Rubalcaba no vale.

Este miércoles, sin ir más lejos, también irrumpía en escena la exministra Carme Chacón, que algunos han vinculado al movimiento del propio Madina. La que fuera rival de Rubalcaba en el pasado congreso ponía el dedo en la llaga: "Ya dije que me daba un tiempo para pensarlo y el tiempo sigue ahí".

La toma de posiciones se hace patente entre los socialistas de toda España. El PSPV, con Ximo Puig al frente, no es menos. El secretario general valenciano se ha reunido en apenas 20 días con Emiliano García-Page, líder de los socialistas manchegos y que también ha aparecido en las quinielas como sucesor; con el secretario general del Partido Socialista de Murcia, Rafael González Tovar, y también le ha dado tiempo para compartir acto en Alicante con el máximo responsable del socialismo andaluz, José Antonio Griñán.

Unos movimientos estratégicos que Ximo Puig no ha dejado de adoptar desde que es líder del PSPV. Como ya informó ValenciaPlaza.com, una de las prioridades del responsable valenciano ha sido reforzar su propia influencia y la de la federación valenciana en Madrid, algo para lo que se ha apoyado en su condición de diputado en el Congreso.

De hecho, según apuntan fuentes del PSPV, los lazos trenzados con Griñán y el PSOE andaluz son "fuertes" y, probablemente, signifiquen una alianza indisoluble en el escenario de lucha interna que se prepara en la formación socialista con la debilidad de Rubalcaba como telón de fondo.

Precisamente una de las causas por las que el PSPV no confía en que Madina sea ‘el elegido' es porque desde Andalucía tampoco se le considera como la opción correcta o factible. Es más, fuentes socialistas señalan la posibilidad de que surja un ‘as' de la manga de Griñán por el que exista una afinidad mayor por parte de estas federaciones.

LA MARCA PSOE, ARRASTRADA POR LA FALTA DE CRÉDITO DE RUBALCABA 

¿Y qué hay del mensaje? Las diversas fuentes del PSPV consultadas por este diario, incluso las críticas con Ximo Puig, coinciden en que la pérdida de crédito de Rubalcaba le impide, aunque su mensaje sea novedoso o acertado, captar la atención de los ciudadanos. Un deterioro de su imagen que también arrastra a la marca PSOE -ya tocada-, lo que implica  un lastre importantísimo para las opciones de los socialistas valencianos frente al PP de Alberto Fabra.

Es más, no son pocos en Blanquerías los que, dada la situación actual del PSOE, contemplan para la candidatura a la presidencia del Gobierno una solución "poco conocida o desvinculada de anteriores mandatos" o incluso de fuera del partido, procedente de los movimientos sociales o de un ámbito ajeno a la política. Un ‘mirlo blanco' sin mochila del pasado para evitar el argumento capital del PP o de la izquierda con el que siguen 'sangrando' votos a los socialistas: "¿Y por qué no lo hizo usted cuando gobernaba?".

Por otro lado, el problema de ‘caras' tampoco es ajeno al PSPV. Los críticos suelen utilizar el argumento de la eterna presencia e influencia del ‘lermismo' así como la antigüedad de dirigentes como el propio Ximo Puig, o algunos de sus colaboradores cercanos.

Al mismo tiempo, el portavoz del PSPV, Francesc Romeu, pese a estar en la Ejecutiva que diseñó Puig, ya ha desvelado su intención de optar a las primarias y, por si fuera poco, ha ampliado el ámbito de su discurso a la esfera federal con la intención de elevar su nombre al debate en el PSOE.

Como horizonte del caos socialista se presenta la conferencia política del mes de octubre. Mientras se escucha alguna campana en Ferraz de congreso extraordinario y con la fecha de las primarias todavía por decidir, diversos barones autonómicos consideran que en esa conferencia deben sentarse las bases del futuro del PSOE y, a continuación, preferiblemente antes de que termine el año, se decidan también las ‘caras'. Es decir, la celebración de primarias para que los ciudadanos tengan claro -o empiecen a conocer- quien será el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno en 2015.

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