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VALENCIA. Aurelio Martínez se ha convertido de repente en el nuevo hombre fuerte de la Fundación Valencia CF. La dimisión de Federico Varona la semana pasada ha obligado a este catedrático de Economía Aplicada a dar un paso al frente en la parcela económico-financiera de una institución agobiada por sus deudas y no son pocos los que apuntan a que el exconseller de Economía de la Generalitat en la última etapa de Joan Lerma acabe siendo el nuevo presidente de la fundación.

"La presión que ha podido con Varona no podrá con Aurelio; él ha pasado por situaciones más complejas que esa", explica a ValenciaPlaza.com un político socialista que conoce de cerca a Martínez. Sin embargo, matiza: "También es cierto que el Valencia CF es socialmente más complejo".

Aurelio Martínez (Zaragoza, 1947) llegó a Valencia a finales de la década de los 60 cuando se puso en marcha la Facultad de Economía de la Universitat de València para cursar la carrera. Allí coincidió con el grupo de jóvenes economistas que acabarían copando puestos de poder en la primera administración autonómica cuando el PSPV-PSOE ganó las elecciones. Desde entonces, Martínez ha ocupado varios cargos en la Generalitat, siempre vinculado a la Conselleria de Economía y Hacienda, de la que fue conseller. 

Sin embargo, su vinculación con el Valencia CF llega más tarde y es a través de la mítica peña Torino, de la que forman parte destacados dirigentes políticos de la ciudad, especialmente del Ayuntamiento de Valencia. Martínez fue concejal del consistorio local a finales de los 90, cuando se presentó a la alcaldía con la lista socialista. Entre quienes compartió peña, el entonces concejal del PP y posterior presidente de la Generalitat, Francisco Camps. 

Aunque su nombre ya estuvo en la lista del primer patronato de la Fundación Valencia CF, no llegó a tomar posesión. Ahora sí lo ha hecho, "a pesar de que no han sido pocos los que le han aconsejado que no lo hiciera, porque la situación del club y de la fundación tiene muy difícil salida y pueden acabar minando su prestigio", explican las mismas fuentes. 

Pero a Martínez le ha podido su sentimiento valencianista y la sensación de que puede hacer algo por solventar la crisis económica. Es el terreno en el que se mueve. No en vano, al margen de sus conocimientos académicos, Martínez ha desarrollado los últimos años de su carrera política en distintos cargos de responsabilidad en el sector público empresarial del Estado. Fue presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), de Navantia y de Loterias y Apuestas del Estado.

"En estos puestos, especialmente en el ICO y en Loterías, ha tenido que soportar importantes presiones políticas y nadie ha conseguido descabalgarle de sus ideas", aseguran quienes le conocen de cerca.

LAS PRESIONES DE ZAPATERO Y DE LA SALIDA A BOLSA DE LOTERÍAS

En el caso del ICO, Martínez consiguió sortear los intentos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con el ministro de Industria Miguel Sebastián a la cabeza, por modificar la línea de actuación del organismo público de financiación empresarial. Y en el de Loterias tuvo que tomar una de las decisiones más comprometidas de su carrera: suspender la salida a bolsa de la empresa que gestiona las apuestas del Estado al no cumplirse las expectativas de ingresos previstas. 

"En ese caso, el dinero que se esperaba ingresar por la oferta pública de venta de acciones era de más de 7.000 millones de euros, unos fondos que el Estado necesitaba. Sin embargo, él optó por suspender la salida a bolsa porque se negó a malvender la empresa", explican las mismas fuentes. 

Era una época, además, en la que cualquier movimiento de cierta dimensión, como era la OPV de Loterías, tenía el foco de los inversores internacionales encima. Las salida a bolsa eran pruebas de fuego en los mercados y su éxito, cuestión de Estado. Así se forzó la OPV de Bankia, con los resultados ya conocidos. Pero Martínez, pese a las consecuencias políticas de la renuncia, tomó una decisión.

"Es serio y riguroso", explican quienes le conocen. "En el caso de la Fundación Valencia CF lo que se va a aprovechar es precisamente su capacidad de explicar la situación real y de hacerse entender por los interlocutores de la entidad, que en estos momentos es Bankia, el gran acreedor tanto de la institución como del club", señalan las mismas fuentes.

EL NÚCLEO DURO DE LA FUNDACIÓN

Esa firmeza en su capacidad y seriedad en su forma de actuar es la que llevó a Martínez a seguir en su puesto pese a la marcha precipitada de Varona. Es más, en apenas 48 horas anunció un plan de actuación muy en la línea de un gestor empresarial: auditoría externa del Valencia para poder tener una radiografía clara de las tripas del club y poder estar listo para un posible venta. Junto con Amadeo Salvo, responsable deportivo en la Fundación, hacen un duo al que se puede incorporar en breve José María Tomás y Tío, el prestigioso jurista a quien le une una fuerte amistad. 

Solo una semana después de la dimisión de Varona, Aurelio Martínez suena como futuro presidente de la Fundación Valencia CF. A pesar de ser socialista, desde la Generalitat Valenciana se ve con buenos ojos que se haga cargo de un puesto. Habrá que negociar con Bankia y la credibiidad de Martínez es un aval tan importante como el económico del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). 

"A todos les viene bien este perfil: a la Generalitat y también a Bankia, que prefiere hablar con alguien en su mismo idioma", señalan las mismas fuentes en referencia al conocimiento empresarial y financiero de Martínez.  

De momento se ha puesto manos a la obra para conocer las interioridades del club. Las de la administración pública ya las sabe, pues ha formado parte de su engranaje. La cuestión será ver si este catedrático de trato amable y semblante podrá soportar las intrigas del valencianismo como lo ha hecho con la política. Y si, por encima de todo eso, podrá encontrar el camino, o al menos señalarlo, para lograr que el Valencia CF abandone la permanente crisis social y económica en la que está instalado. Hay quien piensa, y así se lo han trasladado, que con la buena intención no es suficiente.

"Esto no tiene solución y habría que hacer explotar la burbuja del fútbol, pero está muy implicado. Es firme y serio, pero también es muy buena persona... Veremos", concluyen las fuentes consultadas.