MADRID. El próximo miércoles está previsto un importante consejo de Repsol, que deberá convocar la próxima junta de accionistas, decidir el sustituto de Abelló en la petrolera si se ponen de acuerdo en Sacyr y analizar las cuentas del grupo.
Pero también se verán las caras otra vez el presidente de la petrolera, Antonio Brufau y el de su mayor accionista, Caixabank, Isidro Fainé, que una vez más en su larga relación profesional, mantienen posiciones distintas sobre el asunto de mayor importancia para el futuro de Repsol, la forma de llevar la expropiación de su filial argentina YPF por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, ocurrida hace poco más de un año.
VIAJES DE FAINÉ A ARGENTINA
Algunos viajes de Fainé a Argentina y sus contactos con la presidenta del país austral levantaron la tormenta, ya que el presidente de Caixabank volvió a España con una propuesta o algo parecido de parte de los negociadores argentinos para reconducir la expropiación.
Una propuesta que no gustó a Brufau ya que según las fuentes consultadas era más o menos el 19% del capital de una sociedad que aglutinaría un tercio de los activos de los yacimientos expropiados en Vaca Muerta.
Fue tal el revuelo mediático que se armó en España y Argentina, que la petrolera tuvo que sacar un comunicado a la CNMV desmintiendo las informaciones que apuntaban a un posible acuerdo entre Repsol y el gobierno argentino.
MEDIDO COMUNICADO A LA CNMV
Según este texto absolutamente medido para no equivocarse, Repsol "niega la existencia de una negociación, así como de oferta alguna", aunque excluye de esta consideración "los meros contactos que hayan podido tener lugar, oficiosos, exploratorios o a algún otro nivel". Sin embargo, la petrolera mostraba "su mejor disposición para facilitar una solución acordada" para que se la indemnice o se la restituyan los activos.
El comunicado añadía curiosamente que "el consejo de administración de Repsol no entra a opinar sobre lo divulgado, si bien considera favorable que ello haya querido significar el reconocimiento del gobierno argentino de su deber de dar una justa satisfacción económica por la expropiación, en la forma dispuesta en su Constitución".
Y concluía asegurando que confiaba en la "justicia" ante las acciones legales emprendidas en España, Argentina, EE.UU. y el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) para defender sus intereses.
PLEITOS POR MEDIO MUNDO
Repsol tiene abiertas nueve batallas judiciales por la expropiación de YPF. En el Ciadi se demanda al Estado argentino por incumplir los tratados internacionales. En Argentina presentó una demanda de inconstitucionalidad por la intervención y ocupación temporal de YPF.
En Estados Unidos hay cuatro actuaciones en marcha. La primera, por vulnerar los estatutos de YPF, presentada ante el Tribunal Federal de Nueva York. En la Corte Suprema tiene demandado a Chevron por firmar un memorando de entendimiento con YPF para explotar yacimientos no convencionales. El tercer frente, ante la misma instancia judicial, denuncia el incumplimiento por parte del Estado argentino de la obligación de presentar ante la SEC un formulario obligatorio. Y finalmente tiene interpuesta una demanda al Bank of New York Mellon, depositario de acciones de YPF, por no seguir sus instrucciones de voto en una junta.
Los tres últimos pleitos son en España y tratan sobre competencia desleal al aprovechar de forma indebida una ventaja competitiva derivada de una violación de normas, si bien difieren en los demandados, que son YPF, Chevron y la argentina Bridas, controlada por la familia Bulgeroni.
LOS PROBLEMAS DE YPF
El Gobierno argentino y los nuevos gestores de YPF se las prometían muy felices con la expropiación, pero están teniendo más que problemas por la ausencia de socios que quieran invertir en los yacimientos de gas y crudo de Vaca Muerta, certificados por la compañía de reservas Ryder Scott en 22.807 millones de barriles equivalentes de petróleo.
Lógicamente esto ha sucedido además de por la presión legal de Repsol, sobre todo por qué las grandes empresas no se fían ni de los gestores de YPF ni del Gobierno argentino, después de lo que hicieron.
Poco más de un año después de un 16 de abril en el que los funcionarios argentinos expulsaron al personal de Repsol de la sede de YPF, la realidad es que compañía argentina ha registrado una caída del beneficio neto del 12,2%, su cotización bursátil va mal y sufre un descenso del 24% en sus nuevas reservas.
Hay que recordar que Brufau exigió al Gobierno argentino el lanzamiento de una opa y cifró el precio de YPF en algo más de 14.000 millones de euros, de los que a Repsol le hubieran correspondido 8.000, una cifra muy escasa para todos los expertos si se tiene en cuenta el altísimo valor de los dominios mineros de Vaca Muerta.
EXTENSIÓN DEL CONFLICTO A GAS NATURAL
Este choque entre Repsol y su accionista Caixabank no ha sido el único a cuenta de Argentina y se extendió a la participada de ambas, Gas Natural Fenosa. La obtención de un contrato de servicio de gas al país austral, a cuya licitación acudió la empresa presidida por Salvador Gabarró, provocó la ira de Brufau, aunque su participada mantuvo el tipo apoyada por Caixabank y al final ganó el concurso. Todavía muchos recuerdan un consejo más que tormentoso a cuenta de esto.
Por ello, en la reciente junta de Gas Natural Fenosa, Gabarró quiso dejar claro que las relaciones con Repsol "son de absoluta normalidad" y explicó que Gas Natural Fenosa sigue abasteciendo de gas a Argentina por cuarto año consecutivo, por lo que el hecho de hacerse con el nuevo contrato se enmarca en la normalidad del suministro. "Hemos ido a la licitación y hemos logrado un contrato al estilo de otros años", sentenció Gabarró.
UNA LARGA Y COMPETITIVA RELACIÓN
La realidad es que las diferencias entre Fainé y Brufau no han dejado de producirse nunca desde el comienzo de su relación laboral en La Caixa, cuando eran compañeros y competidores bajo las órdenes directas de Josep Vilarasau. Fainé llevaba las finanzas y Brufau el grupo industrial.
La opas fallidas de Gas Natural a la eléctrica Iberdrola cuando Antonio Brufau presidía la gasista y luego, sobre todo, la de Gas Natural a Endesa, ideada por Brufau ya desde Repsol y que armó un cataclismo nacional de primer grado, marcaron las más grandes divergencias entre ellos.
Fainé no compartió del todo pero permitió la estrategia de Brufau en Argentina, y este no quiso escuchar a quienes le avisaban de lo que podía pasar y perdió un tiempo precioso en la compra de un 10% de su propio capital como autocartera a Sacyr, lo que le dejó también un poderoso enemigo dentro de la compañía y con casi un 10% del capital, la petrolera pública mexicana Pemex, que nunca ha olvidado las afrentas y sólo espera que llegue su momento.
¿ES LA HORA DEL RELEVO?
Por todo ello, hay fuentes que creen que Fainé podría haber tomado ya la decisión de dejar caer a Brufau, que lleva 9 años en el cargo, aunque añaden que no estaría claro, ya que Fainé teme mucho a Brufau por los años que llevan juntos y todo lo que saben el uno del otro.
Además, desplazar a Brufau no sería asunto fácil, ya que el presidente de la petrolera se ha rodeado con los años de un consejo de ‘independientes' que pueden blindarle. Habría que ‘tocar' a muchas personas, añaden las fuentes, aunque destacan que el presidente de Repsol no se encuentra actualmente muy respaldado, ni por sus accionistas ni por el Gobierno.
Unas recientes declaraciones del presidente de Repsol en las que Brufau justificó su sueldo de 7,8 millones en 2011 con la alta fiscalidad existente, un 56%, diciendo que "las arcas públicas tienen que estar más que contentas" no gustaron al Gobierno y menos al ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos que acababa de lanzar una petición de moderación salarial lanzada a las grandes cotizadas, tras conocerse que en 2011 sus directivos se subieron las retribuciones un 5%, pese a que los beneficios de sus compañías cayeron un 34%.
CAIXABANK Y EL GOBIERNO DE RAJOY
Por su parte, el presidente de Caixabank está muy bien relacionado con el Gobierno de Mariano Rajoy, que inexplicablemente siempre ha confiado en él para que les ayude en la resolución de sus problemas secesionistas con Cataluña. Quizás Rajoy conoce también la anécdota de que el "gran patrón" para muchos diputados de CiU no es Artur Mas sino Fainé.
La pasada semana, poco después de hacerse pública la entrevista secreta entre Más y Rajoy, Economía Digital publicaba otro encuentro secreto del presidente del Gobierno con Fainé en La Moncloa, que hasta la fecha nadie ha desmentido.
Prueba de las buenas relaciones, es lo bien que se trató a Caixabank en los famosos test de Oliver Wyman cocinados luego por el Gobierno, y en que se ha adjudicado Banca Cívica y Banco de Valencia con un estupendo esquema de protección de activos (EPA). En respuesta a ello, la entidad catalana ha entrado dócilmente en la Sareb y todavía no ha protestado públicamente como Botín por la idea de Guindos de que tenga que pagar también las preferentes de los demás.
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