Muir, que asumió el cargo hace unos tres años y medio, continuará vinculado al grupo Volkswagen y trabajará en Wolfsburgo, la sede de la multinacional, en un puesto que dependerá directamente del comité ejecutivo del grupo, aunque sin relación alguna con Seat.
Seat, la única filial del grupo Volkswagen con números rojos, cerró 2012 con unas pérdidas netas de 30 millones de euros, resultado que ha mejorado en relación al año anterior pero alejado aún del escenario de equilibrio que la compañía se había marcado para 2013.
De 51 años, el nuevo hombre fuerte de Seat es técnico titulado de banca y licenciado en Administración de Empresas y ha desarrollado gran parte de su carrera profesional en Ford, donde ocupó el cargo de director de mercadotecnia de las plantas alemanas y llegó a ser vicepresidente de mercadotecnia de Ford Europa y General Manager de Comercial y Marketing en Alemania.
Stackmann entró a formar parte del Grupo Volskwagen en 2010, cuando se responsabilizó del área comercial de Skoda Auto, para pasar en septiembre de 2012 a dirigir el mismo área del grupo de la marca Volskwagen.
El nuevo presidente, que tomará posesión el 1 de mayo, se ha reunido ya esta tarde con un grupo de directivos de Seat, y tiene previsto también mantener contacto con el comité de empresa.
Durante el acto con los directivos, el relevo de Muir por Stackmann ha sido comparado con el de Josep Guardiola por Tito Vilanova al frente del FC Barcelona, según fuentes próximas a la empresa.
El hecho de que Muir, galés de 54 años, continúe vinculado al grupo Volkswagen, cuando este directivo tenía contrato sólo con Seat, demuestra, según algunas fuentes, que el consorcio alemán está satisfecho con su trabajo al frente de la firma española, pese a no haber conseguido equilibrar sus números.
Durante la presentación de los resultados de Seat de 2012, Muir reconoció que los datos eran "desalentadores", ya que siguen lejos de beneficios, pese a recortar las pérdidas hasta los 30 millones de euros.
El peor año de la crisis para el sector automovilístico en España dejó a Seat todavía en números rojos, aunque las ventas en el exterior y el primer año completo de producción del Audi Q3 incrementó los ingresos en más de mil millones hasta alcanzar los casi 6.100 millones, un 21 % más que en 2011.
"La probabilidad de entrar en rentabilidad se ha desvanecido a corto plazo. Estamos decepcionados, pero no lo está el grupo. Las circunstancias son difíciles y es natural que sea frustrante, pero mientras hay futuro hay confianza en este equipo", subrayó entonces Muir.
El nuevo presidente de Seat tiene como principal reto llevar a la compañía a números negros y para ello será crucial que se haga con la adjudicación del nuevo todoterreno urbano que Volkswagen está a punto de licitar.
Además, Seat confía en mejorar sus resultados con su producto estrella, el nuevo León, que impulsará su estrategia en mercados exteriores como el chino y el ruso, que considera como esenciales a medio plazo.
Muir inició su carrera profesional en 1987 en el área comercial de Ford, donde coincidió con Stackmann, y ocupó diversos puestos de responsabilidad hasta mediados de 2001 cuando pasó a Mazda y desde allí a Seat, en septiembre de 2009. EFECOM
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