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PIE DE FOTO Javier Serratosa y Manuel Broseta, durante la presentación de la Fundación Conexus en Valencia en el año 2010

VALENCIA. Soplan aires de renovación en la Fundación Conexus, un lobby creado hace tres años para fomentar las relaciones económicas entre Madrid y la Comunidad Valenciana e integrado por significativos empresarios de ambas comunidades.

Transcurrido este tiempo y salvo un acto realizado en 2011 con la asistencia de Esperanza Aguirre y Alberto Fabra -de notable repercusión- celebrado en el Casino de Madrid sobre tuirismo, la actividad de la fundación se ha centrado en la organización de almuerzos periódicos con la participacion de representantes políticos de ambas comunidades y la asistencia de miembros de su patronato.

Su todavía presidente, Javier Serratosa, que siempre ha optado por un perfil bajo de comunicación en sus actividades, había entendido desde el principio que el suyo era un mandato temporal con el objetivo de no darle un cariz personalista al cargo. Esta es la razón principal, según fuentes de la entidad, de que haya anunciado su intención de abadonar la presidencia.

Al tiempo que comunicaba su deseo de abandonar la presidencia de la fundación, Serratosa ha propuesto como sustituto al abogado valenciano Manuel Broseta dada su implicación en la Fundación desde sus inicios, "su gran trabajo realizado durante estos años y su vinculación y presencia permanente en Madrid".

Serratosa centrará su atención desde el momento que deje la presidencia de Conexus a su grupo empresarial, basado principalmente en la patrimonial Nefinsa, cuyas principales filiales, Uralita y la compañía aérea Air Nostrum, atraviesan momentos difíciles a causa de la crisis de los respectivos sectores a los que pertenecen.

El Comité Ejecutivo agradeció a Serratosa la labor desarrollada y su generosidad con Conexus, y dio el visto bueno a elevar al Patronato la propuesta. Broseta, que ya desde el nacimiento de Conexus ocupaba el puesto de vicepresidente, se aparece como el relevo natural una vez que Serratosa decide abandonar.

No obstante, existe la incógnita sobre la actitud futura de otros patronos de la fundación, igualmente representantes de importantes despachos de abogados -un sector altamente competitivo- en caso de que Broseta saliera finalmente elegido.